[7:00 am. Casa de la Familia Tsukumo]
La familia comenzaba un normal día de Domingo. Akari solo daba pequeñas noticias que realmente no eran relevantes, sino más bien solo cubrían el morbo y el interés social de las personas que leían el periódico, o veían las noticias o programas del mundo de la farándula. Mientras chateaba con su novio acerca de los planes a futuro. Haru ya se preparaba para salir a jugar bingo con sus amigas más cercanas, guardando unas monedas de más por si se llegara a topar con alguna buena apuesta, o un buen casino. Uno nunca podría saber, viejas costumbres nunca mueren.
La madre de familia ya cortaba algunos vegetales para el desayuno, tanto como para la familia como para los extravagantes invitados de su hijo y yerno. Mientras su esposo ayudaba a los quehaceres tempranos del hogar, y comenzaba con su lista de tesoros, los cuales tenia que ordenar, pues su linda esposa ya le había regañado por dejarlos regados por la casa.
Mientras en el cuarto de la pareja, esta apenas daba inicios de despertar, pues los días anteriores con su nueva rutina y los constantes ataques que sufría el peliblanco por parte del pelinaranja, les había agotado enormemente, por ende, comenzaban a dormir más. Lo cual tenia su lado positivo, pues eso quería decir que podrían pasar mucho mas tiempo a solas en su propia intimidad. Cosa que ayudaba al mayor para aguantar la situación. El menor solo se divertía con lo que estaba pasando, manteniéndose lo más tranquilo que podía, pues eso había dicho Ana, era importante para el bebé.
Así que, apenas despabilándose, se sonrieron a la vez que se saludaban con un tímido beso. El ambiente era tranquilo, acogedor. Pero ellos apenas y conocían la tranquilidad cuando llegaba la tormenta.
El comunicador de Yuma comenzó a brillar, cosa que le indicaba una llamada entrante. El menor solo lo miro, tentado a arrojarlo lejos, más una leve caricia de su amado, basto para que cambiara rápidamente su humor. Y tomando aquel comunicador, volvió a costarse con su pareja, el cual atino a abrazarle, y dando unos mimos más, hizo que contestara.
Un Kaito fue lo que vio a través de la pequeña pantalla.
-Buenos días, ¿A que debo la llamada tan inesperada? -Saludo con voz cantarina.
-Buenos días Yuma, lamento la interrupción-Menciono un apenado Kaito al ver la escena que montaba la pareja a través de la pantalla.
-No te preocupes, estábamos por levantarnos... ¿Qué es lo que pasa? -Insistió el menor. Mientras sonreía levemente ante el beso dejado en su mejilla por el mayor.
-Es acerca del plan que les comenté recientemente... Si es posible estaría bien que se comenzara el día de hoy. Nos serviría para recolectar muchos mas datos para un futuro...
La pareja entonces se detuvo de golpe. Mientras sus sonrisas risueñas se desvanecían. Sabia que eso tarde o temprano tenia que pasar. Pero, ¿Por qué ahora? Justo cuando querían pasarla tumbados en la cama todo el día. Astral entonces tomo el comunicador del menor y miro directamente a Kaito, el cual agradecía que terminara esa escena tan melosa. Y con la voz más monótona que pudo, contesto.
-Tiene que ser hoy, ¿cierto?... -Kaito asintió- Bien... danos un par de horas y estaremos listos...-Y con eso, termino por colgar la llamada, sin dejar si quiera que el otro se despidiera. Y volviendo a su posición inicial, comenzó a quejarse levemente.
-¿De verdad tenemos que ir?...-Yuma sonrió cansado. Pero aun así acuno a su agobiado novio en brazos.
-Si... Tenemos, ya hemos dado nuestra palabra... ¿Recuerdas? - Astral solo asintió en respuesta. Pero eso no evito que dejara salir quejidos.
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Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanficAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...