El Mundo Varian. Un Mundo que te recibía con colores calidos y un Reino que volvía a la paz y a la prosperidad. Los habitantes del lugar se podían notar de nuevo con bellas sonrisas y amables palabras. Los más grandes eran los que suspiraban ante la creciente economía y tranquilidad que ahora gozaba el lugar. Estuviesen donde estuviesen. Los mercaderes gritando para llamar la atención de los demás, ofreciendo honestamente sus productos y demás mercancia. Los adultos volviendo a transitar con libertad las calles que ya habían sido reconstruidas y reforzadas. Los soldados que habían regresado de la batalla se veían mucho más tranquilos. Una tenue sonrisa siempre les acompañaba, así como un poco de licor y alguna reunión de vez en cuando. Las mujeres yacían una vez más integrandose en el mundo laboral, ofreciendo distintos servicios. Desde algo que tuviese que ver los las ciencias blandas, hasta poder hechar la mano a los constructores que iba alzando una vez más la gloria de las cuidades y pueblos circundantes. Mientras los niños podían verse en las calles, jugando o realizando una buena travesura. Corriendo de aquí allá, muy ajenos a lo antes acontecido. Contagiando con su vitalidad a los más grandes. Los cuales ahora podían comenzar a soñar con un Mundo próspero y tranquilo. Uno donde sus futuras generaciones podían respirar tranquilas. Sin conocer lo terrible de la Guerra o las batallas.
El ánimo ya podía ser incluso comparado con los habitantes del Mundo Astral. Sus iguales en muchas maneras que ahora no hace mucho comenzaron a ver. La tranquilidad era lo que reinaba el ambiente. Lo cual se veía favorecido por un rumor. Uno que desperto la curiosodad de muchos, y la picardía en otros. Mientras los más pequeños solo pensaban en lo que vendría después. Esperando lo que todos sabían que el Rey debía hacer en algun punto. Y eso era simplemente el encontrar una pareja apta y casarse. De ahí iba más o menos el rumor.
Pues hace tan solo unas semanas, el Rey pasaba a verse muy contento o distraído, mucho más de lo habitual. Así que era de esperarse que se notara al poco tiempo. Además, sus ojos no podían engañar a nadie, ya que, los más expertos en el campo, bien podían diferenciarlos. Esos ojos eran los de un hombre enamorado. Uno que pasba por la etapa más dulce y melosa que bastantes parejas suelen pasar. Su sonrisa era contagiosa, y su rostro que se mantenía de un tono palido, ahora tomaba un bello color rojo cuando uno de sus Emperadores se acercaba a él. Este siendo ni más ni menos que su mano derecha. El muy conocido Emperador Durbe. El más gentil y amable de los siete. Con estrictas reglas pero dulce corazon. Era quien más se preocupaba por su pueblo y que todo fluyera con bien. Así como el mismo Rey.
Lo cual eso convertia el rumor en una buena noticia, pues ahora eso se mantenía de esa manera. Un rumor. Eso y que alguien de las sirvientas vio como el Rey Ryoga iba a visitarlo por las noches, volviendo a su habitación un poco antes de caer la mañana. Sonriendo como jamás lo habia hecho. Mientras posaba una de sus manos en sus labios, como si aún saboreara algo. Los más grandes solo ataron cabos, y callaron a los más jovenes. Pues los niños no sabían a que se referían. Dejándolo todo como estaba. El otro rumor del anillo en la mano izquierda del Emperador Durbe solo era algo que encaminaba todo ese misterio no tan, misterioso para ellos. Sabían que era cuestión de tiempo.
El Palacio volvía a mostrar sus más bellos colores y adornos. El negro, blanco y rojo podían verse a lo lejos. Mientras sirvientes se mantenían en sus deberes, haciendolo vivir mucho más que antes. La belleza de la naturaleza y la tranquilidad era su mayor virtud. Y eso no podía ser más que perfecto para la pareja que descansaba en el cuarto del menor. En donde después de un dulce y amoroso baño, fue que pasaron a desatenderse de todo. Amandose como lo hicieron la primera vez hace semanas. En donde por fin después de años de una dura espera, ambos hombres dieron a conocer lo que realmente sentían por el otro. Envolviendolos en un dulce amor y consuelo a su cansado corazón. Recibiendo el descanso que tanto habían anhelado sin siquiera saberlo.
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Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanficAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...