Primer paso...

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Astral y Yuma bajaban satisfechos de aquel lugar escondido en el Palacio. Ya sabían que debían hacer y por donde iniciar. El plan necesitaba ser detallado, más eso era cuestion del tiempo y los recuerdos por descubrir. Yuma abrazaba a su amado por el cuello mientras sonreía. Confiado. Nervioso. Y un poco entusiasmado. Aquel plan debía ser el mejor de entre todos aquellos que alguna vez realizaron. Debía ser innovador y lleno de estrategias que se amoldaran a las circunstancias. Pues Astral mismo lo dijo, el mejor plan es aquel que no es perfecto. Si no más bien práctico y moldeable. Listo para ser aplicado en cualquier lugar y situación.

Yuma era conciente de esto. Por eso se le fue entregado aquello. Por eso es que acepto ser parte de él en lo que duraba todo ese proceso caótico de luchas entre mundos. Entre guerras pasadas que de alguna manera terminaban por repercutir en el futuro. Ellos iban a darle fin desde raíz, no solo por la paz de ellos o de su Mundo. Sino también para entregar un Reino digno de ser elogiado por su tranquilidad y armonía. Reino que debía ser digno de su hijo.

Astral tomo con firmeza al menor. Y saliendo de aquellas escaleras, fue que volvieron a encontrarse con aquellos pasillos que parecían infinitos. Unas miradas a los lados le hizo saber que seguían estando solos. Sonriendo, deposito al menor en el suelo. El cual de inmediato retomo su postura elegante y de cierta manera orgullosa.

-Debemos avanzar...-Menciono Yuma. Mientras tomaba del brazo a su amado. Aferrandose a él. Astral asintió en acuerdo. Y comenzando su regreso a la superficie del lugar. Fue que ambos sonrieron. Como fingiendo no saber absolutamente nada en cuestión de lo que paso en aquella habitación que daba la misma apariencia del Edén. Eso era secreto. Su secreto que tendrían que llevar hasta que toda esa situación fuese solucionada. Los labios de ambos jóvenes se sellaron. Y con una mirada cómplice fue que el plan comenzó.

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Ambos Mundos jamás se habían sentido tan más ocupados como ahora. Pues se sentía mas movimiento de lo normal. Demaciado para el gusto de ambos Reyes agenos a sus propias actividades.

Astral había dado por inicio su semana de frustración y estres. Mientras Yuma con gesto amable, trataba de hacer disminuir el trabajo mostrado en esas montañas de papeles. Ryo era uno de los que más contribuyeron a la causa, siendo el encargado mayormente de reducir informes de cientos de hojas a tan solo unas cuantas. El Escrivá de Yuma era quien se ocupo de todo momento y antojo, del menor. Pues aunque el menor no trabajaba mucho, aun así movía de aquí allá cosas que él creía necesarias.

Ambos Monarcas estaban trabajando duramente. Y hasta más de la cuenta. Los sirvientes elogiaban a tan buenos Reyes, mientras Elifas y Ena solo pasaban de vez en vez para ayudar a esclarecer dudas o algun inconveniente encargo. Ambos agenos al Mundo Vecino.

Pues Ryoga después de aquella reunión con sus Emperadores fue que comenzo su martirio. Siendo ayudado por su asistente y hermana, la cual se encargaba de algunos encargos de último momento. Aquel Rey trabajaba casi sin descanso. Pues sabía todo aquel papeleo era necesario. Cada movimiento. Cada estrategia. Todo era con el fin de ayudar a su gente y así mismo. Algunos de sus Emperadores ayudaron a la causa. Siendo ahora los representantes de algunas ciudades y pueblos lejanos que más requerían de su ayuda y supervisión. Entregando informes detallados a su lider.  Incluso Vector se vio involucrado. Aunque de mala gana, pues él esperaba volver a la Tierra. ¿A qué? Jamás lo menciono. Pero cada uno de ellos le veía mirar por las ventanas y suspirar con decepción. Cosas de él, suponía Shark. Así que dejando ese asunto de lado, se concentro en su trabajo. Enclaustradose en aquella oficina.

Ambos Reinos se preparaban. Ambos Reinos comenzaban a hacer sus movimientos. Esto es bastante parecido a un ajedrez. No siendo usado para una conquista. Sino más bien para que en algun punto, los Reyes se encontrarán de frente con sus súbditos detras. Presenciando aquello que hace millones de años era un tabú. Sí. Las piezas se movian. Y el destino también.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora