Habían pasado por tanto. Sus luchas constantes, así como sus esfuerzos parecían haber sido recompensados como se debía, y quizá un poco más. Si alguien le hubiese dicho a Astral que estaba en plena dicha, él habría asentido con una sonrisa blanca y llena de cariño. La mirada en sus ojos dulcificándose mientras sostenía a su querido niño de ya al menos tres años de edad, el cual parecía esconderse en el pecho de su padre por la pena y le miedo que alguien ajeno al Palacio hiciese contacto con él. Astral simplemente sonreiría con cierta diversión y de ahí hubiese salido del lugar hasta donde estuviese su amado esposo.
Y técnicamente así había sido la mayoría del tiempo en el cual la última Guerra sucedió. Astral decía que aquello no había sido una Guerra, pero muchos atribuyeron el nombre por la tragedia, el mayor no podía refutar aquello, así que no le quedo más que aceptarlo. Yuma estaba de acuerdo con el pueblo, así que solo por esa vez le dejo solo en la agonía del nombre mientras Hoshiyomi jugaba en el suelo con diversos muñecos y sonajas que parecían brillar tenuemente ante él, flotando cada cierto tiempo a su alrededor para después sonar, trayendo como consecuencia una carcajada abierta que encantaba a sus padres. Los cuales detenían su charla solo por un momento para mirarle. Sus sonrisas ampliándose ante la bella visión que obtenían, sabiendo que su más valioso tesoro estaba a salvo y tendría un maravilloso futuro esperándole. El peso en sus hombros disminuyendo hasta hacerlos suspirar aliviados. Ambos mirándose después para otorgarse un casto beso que les alegraba su día.
Habiendo festejando abiertamente como es que el Reino era restaurado luego de al menos un año de trabajo duro y arduo, y de ahí lleno de documentos que ambos apenas se daban abasto, su Escrivá como su asistente manteniéndose cerca para ayudarles en lo que podían hasta que el Reino mismo encontró una buena estabilidad tanto, económica como social, pasando a equilibrarse ante cada líder que entregaba resultados y buenos avances, llevándolos entonces hasta tiempo después a anunciar que lo prometido había sido cumplido, y que más amenazas al Mundo Astral debían haber acabado para siempre, o al menos hasta dentro de siglos.
Los sirvientes fueron los que más entusiasmados y agradecidos se notaron, los ciudadanos lloraron sus pérdidas, pero se alegraron de la ganancia. Los Guardias fueron promovidos y otros ascendidos, más jóvenes y mujeres se emocionaron ante la idea de formar parte de ella en busca de que todo se mantenga estable, además por supuesto de conocer a sus Majestades de cerca. Siendo Astral quien entrenaba a las nuevas generaciones con paciencia y esfuerzo. Sus elogios pareciendo subir hasta límites insospechados, casi transformándolo en una celebridad junto a su esposo, el cual brindo sus conocimientos aquellas Damas y jóvenes que deseaban aprender más sobre su Mundo, y sobre el Mundo Astral. Cosas como cultura, historia, geografía, Ética, Filosofía, Matemáticas y otras materias excelsas fueron traídas a la mesa. Los modales siguieron al final, la etiqueta también. Las Doncellas que siempre acompañaban a Yuma le ayudaron mucho a esa tarea.
Y entonces una nueva tradición nacido. Siendo los padres de jóvenes y jovencitas que les enviaban con el Reina para que aprendieran más sobre el Mundo y su funcionamiento. El Mundo Varian apenas siendo mencionado como un proyecto a futuro. Yuma pasando a acaparar la atención mientras Astral se mantenía al tanto de los entrenamientos y otras enseñanzas que eran solicitadas. No faltaba decir que a Yuma le fue de maravilla, mientras Astral le apoyaba de cerca, instaurando escuelas y diversas modalidades para que más y más nuevas generaciones alcanzarán tal oportunidad.
Los ciudadanos apenas y se quejaron, no era como que no les agradara. Los científicos condecorados hicieron acto de presencia y se aprovecharon de ello para traer más gente y nuevas ideas. Las puertas abriéndose para los más atrevidos y entusiastas. Otros se quedaron cerca de otras responsabilidades, lideres siendo los que mantenían cerca a los nuevos miembros en cuanto a su territorio. La prosperidad bien podía verse una vez más ante lo que había ocurrido. Demostrándose los unos a los otros que podían seguir adelante, aun si eran derrumbados cientos de veces. Astral no podía estar más que satisfecho. Yuma le sonreía contento diciendo un bajo, "Te lo dije". Una sonrisa orgullosa viéndose en su rostro mientras su hijo jugaba con sus decoraciones o su corona. Llamando su atención con pequeñas palabras. Balbuceando otras.
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Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanfictionAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...