La noche en el Palacio era fría. Tan fría que calaba en los huesos. Sirvientes se movían de un lado a otro en un estado automático, incrédulos de lo que había acontecido hace tan solo unas horas atras, en un simple paseo familiar. Sintiéndose realmente afectados por el Reina y el lindo niño que ahora se debatían entre la vida y la muerte. Sus cuerpos parpadeando, anunciando la caída a un paro cardíaco. Preocupando en demasía al curadero y a sus asintentes. Quienes tuvieron que sacar a Ema y a Elifas a la fuerza de la sala en donde mantenían a los recién llegados.
Miles de pocimas así como distintos aparatos fueron los necesarios para estabilizar de nueva cuenta a los dos seres dañados. Curando sus heridas tanto como podian, reemplazando la energía contaminada con suministros antes dejados por Elifas ante su paranoia. El cual veía con horror como es que su mundo caía a pedazos. Sus manos machadas aún en sangre seca, así como su armadura solo demostraba lo grave de la situación. Así como su estado de animo. El cual era de enojo, impotencia y una culpa que estaba carcamiendo su cabeza.
Ema se disculpo, y dio todo detalle de cómo fue que paso todo el altercado. Arrodillandose después en busca de perdón o un castigo. Cosa que fue ignorada por Elifas. Pues imaginaba el infierno en vida que tuvieron que pasar su adorado esposo y su bello hijo. Logrando quebrarlo al final. Un llanto desgarrador escuchandose por los pasillos. Afectando a quien lo escuchase, pudiendo sentir su pena, su culpa, su miedo, su dolor. Los sirvientes así como los soldados solo bajando su cabeza, habiendo fallado en su tarea. Así como los Guerreros que apenas llegaba a escena, siendo liderados por el Octavo, pues su armadura en blanco con adornos de plata, así como su largo cabello verde agua atado en una coleta alta, y sus ojos naturalmente sin pupila color verde esmeralda, le hacían resaltar naturalmente de sus hermanos. Los cuales descendían de sus caballos antes de adentrarse en el Palacio. Dirigiéndose directamente al ala médica, dando grandes sancadas, la preocupación notandose en sus rostros.
Los soldados, así como los demás que se toparan en su camino se detenían para darles el paso libre, su semblante siendo cabizbajo. El ambiente claramente notandose tenso. El Octavo dio un ligero ademan con su mano, deteniendo el paso de sus hermanos, topandose con la puerta que daba al ala médica, logrando escuchar un tenue sollozo. Así como la presencia de Ema. Notando gotas de sangre en el suelo. Dorado y azul oscuro mezclandose de una manera amarga. Recordando a los Guerreros lo que había acontecido, enterandose por medio de reportes hace tan solo un par de horas. Consiguiendolos sacar de sus estaciones y vigilancias.
-Esten preparados... Cualquier cosa que se nos ordene sera valido mientras no se atente contra la familia a quien protegemos... ¿Ha quedado clarlo?-Cuestiono con firmeza a sus hermanos, quienes asintieron en acuerdo. Dándose a conocer por primera vez ante los expectadores.
Aquellos Guerreros entonces abrieron las puertas. Sus únicos obstaculos para pasar a la sala. Encontrándose con el Rey, recargado en la entrada del área designada para las operaciones y sitiaciones de emergencia. Lágrimas aun bajando por sue mejillas, esta vez en silencio. Uno realmente cruel. Pues pudieron notar el estado de su Señor en apariencia, así como la angel que estaba de rodillas ante él. Cubriendo su rostro. Dejando salir ligeros sollozos. Aún sin curarse así misma.
-Elifas-sama-Llamo el Octavo. Acercándose al mencionado. Quien le miro de manera vacía, deceocionada. Angustiada- Yo...
-No digas nada por favor... No ahora-Corto de pronto el Rey. Negando con su cabeza. Retomando su postura recta. Su semblante aún notandose decaído.
-Entendido...-Fue la respuesta del Octavo, mientras se acercaba a su hermana en el suelo, curandola al instante gracias a un chasquido. Abrazandola al poco tiempo. Sintiendo parte de su ropa mojarse por las lágrimas de la fémina.
ESTÁS LEYENDO
Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanfictionAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...