¡Celébralo, es una Bendición!

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La reacción de Vector fue la mejor que III pudo pedir una vez los resultados de Ana se dieron a conocer. El rostro lloroso y cambiante de su amado siendo lo único que necesitaba para sentirse seguro y conforme a la nueva etapa a venir. Las lágrimas traicioneras y los hipidos escapando de los labios del mayor convirtiéndose en un dulce por venir para él, y ahora sabia, su futuro hijo o hija también. Su propio rostro era otro delator que fue menguado con el de su esposo. La felicidad comenzando a colarse por su cuerpo y corazón, casi sintiéndolo en cada poro y en cada respiración. Un mundo maravilloso de pronto abriéndose sin notarlo, alcanzando una euforia que no sabía cómo representar al menos hasta que recibió el abrazo conciliador de los demás una vez su amado le soltó a regañadientes, ayudándole después a quitarse toda poción o material extra que Ana llego a necesitar.

Sus ropas siendo apenas levemente cambiadas, a unas que, el mismo Yuma pidió, haciendo alusión a su estado, haciendo reír a Astral, quien solo negó antes de acercarse a felicitarles con sinceridad, mostrando un apoyo único que hizo calmar su propio miedo y mente ansiosa. Byron pasando a ser el último que le abrazo y le otorgo palabras que no sabía podía necesitar. El orgullo siendo algo que le dio a entender con sus parloteos que vinieron después, a lo que en realidad él casi no presto atención, entonces apenas notando la leve pelea que tuvo su padre con su esposo, alegando en donde sería mejor criar al niño, a que escuela debería ir, a que edad era perfecta para enseñar autodefensa, y otros temas poco relevantes que sinceramente por ahora no quería pensar. Apenas dándoles un asentimiento o una negación antes de acunar su vientre con una devoción digna de una madre, esto siendo contemplado por Yuma, quien no dudo en sentarse a su lado. Dando ligeras palmaditas en su espalda y hombro, a manera de apoyo.

-Será un poco difícil...-Comenzó el pelinergro, sonriendo en emoción y comprensión.- Pero será lo mejor que te haya pasado en la vida, a cada segundo querrás ya tenerlo en brazos, cargarlo y protegerlo, pero, por el otro, anhelaras que se quede en donde este, en donde no siente hambre o frio y solo esta resguardado sin ningún daño... -III miro a su amigo con una sonrisa un poco confusa- Es algo que experimentaras en el futuro...

-Creo que entiendo, aunque apenas, es algo nuevo para mi...-Obvió, a lo que Yuma solo asintió. Notando de soslayo la conversación que mantenían Vector y Astral. Apenas poniendo atención al pánico que su peliblanco le estaba imbuyendo al pelinaranja, quien discretamente había comenzado a apuntar en una libretita que saco de quien sabe dónde. Quien sabe que tanto es lo que Astral y su paranoia estaban haciendo esta vez, suponía era algo bueno, pues su prometido solo reía y levantaba sus dedos como si hiciera una cuenta imaginaria. Haciendo ademanes poco después.

-Puede que esto sea mejor de lo que crees...-Menciono Yuma esta vez en un tono bajo, como si compartiera el mejor secreto del mundo, intrigando a III- Podrás tener a tu esposo comiendo de la palma de tu mano...

-¿Mm? ¿No eso ya lo tenemos? -Cuestiono el pelirosa, haciendo negar a Yuma.

-No me refiero a eso, sino más bien. Podrás tener lo que quieras cuando quieras en el momento que quieras. Por ejemplo- Yuma levanto uno de sus dedos comenzando a enumerar las cosas buenas que este estado bien podría traerle a su amigo- Si es algún gusto como la comida, estoy seguro que Vector podrá tenerlo en menos de lo que te imaginas, aun si es demasiado raro. Dos, si quieres descansar plenamente a la luz del día en baños de sol, se asegurará de que nunca pases sed, calor o algo parecido. Astral incluso cambio el clima por mi...- Aseguro, haciendo que III mirara como es que el peliblanco señalaba algo a su amado antes de apuntarle a su libreta para que siguiera apuntando quien sabe qué. Provocando que pasara saliva de manera sonora.

-¿E-En serio? ¿No es eso demasiado?

-Para nada, para ellos como padres no conocen limites por sus hijos o pobres madres de sus hijos en tal difícil situación... -La mano de Yuma moviéndose en un gesto despreocupado, pasando a enumerar más cosas. Casi haciendo palidecer a III, quien después de pensarlo y escuchar a su amigo en tal avanzado estado, pudo entonces entender el poder que ahora tenía en manos. Una sonrisa casi diabólica comenzando a surcar sus labios momentos después.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora