Réquiem del Tiempo

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Dolía.

Todo aquello dolía mucho.

En distintas formas y maneras.

Físicamente y mentalmente Dolía. Dolía tanto que era casi irrenarable describirlo. Su cabeza dando vueltas punzaba tanto que sentia como si su propio cerebro quisiera salir fuera de su craneo. Todo era confuso. Todo era simplemente... Extraño.

¿Cuánto tiempo ya había pasado desde que se desperto? Que realmente se desperto... ¿Cuánto?

El siseo ante el dolor a cada movimiento le daba una idea. Así como las estrellas a lo lejos en el firmamento, reflejandose naturalmente en el mar. El sonido del agua chocando contra su cuerpo siendo lo único que pasaba a tranquilizarlo en aquélla odisea.

¿Qué había estado haciendo antes de estar aquí?

Recuerda fragmentos. Recuerda la sensación de cortar piel y el olor predominante de la sangre. Recuerda haber estado en una lucha sin parar y gritos demandantes. Puede recordar eso, pero no más de ahí.

La sensación de perdida y la horrible culpa que se cernia sobre él le hacían sospechar más. Sin embargo, su cansada mente no quería seguir coperando para recordar todavía los hechos. La falta de su ojo izquierdo siendo un impedimento importante para poder concentrarse totalmente. Haciendolo maldecir en su mente por aquella perdida que sabe, fue el daño colateral de algo.

¿Pero de qué? ¿Qué fue aquello por lo que lo perdió?

Una de sus manos temblorosas, con lentitud se acerco hasta aquella zona dañada. Quitando el cabello que la cubría, dejando salir un poco más de sangre, como si estuviese llorando en agonía. Un horrible hueco mostrandose después, hizo jadear a la mayoría de los espectadores. Provocando que más de uno se llevara sus manos hasta sus ojos en señal de empatía. Apenas creyendo lo que veían desde los aires.

¿Acaso todo aquello fue siempre tan devastador?

La mano de Astral entonces paso a delinear la cuenca ahora dejada. Rozando sus pestañas bañadas en sangre. Deteniendose cuando un recuerdo más llego de imprevisto. Mostrandole a un Lein con sonrisa resignada y dañada.

¿Acaso él...?

Su mano se alejo de su rostro para después ayudarse a si mismo a sentarse. Tocando la arena humeda a su alrededor, provocando un ligero jadeo desde lo más profundo de su garganta. Ahora mismo siéndo consciente de todo lo que le faltaba o estaba roto dentro de él.

¿Cómo había sobrevivido siquiera?

Movio sus piernas ligeramente, probando que más podía hacer ahora. Frustrandolo cuando no pudo colocar ni un peso sobre ellas. Seguía demasiado débil. Exageradamente. Los pedazos de piel faltantes resaltando ante la mirada dolida de Astral.

Todo estaba mal. Demasiado mal.

Sus brazos comenzaron a moverse de manera temblorosa, buscando a tientas sobre su ropa con toda la delicadeza que podía conseguir ahora. Encontrando una profunda cicatriz sobre su pecho. Su mágia concentrandose en el lugar haciendole saber algo que ignoraba: Aquello había sido una herida mortal.

Su rostro se contrajo en una mueca dudosa. ¿Qué había pasado exactamente? ¿Por qué de pronto estaba en ese lugar alejado de todo?

¿Por qué...?

Espera.

Espera un segundo.

¿Por qué siquiera estaba fuera del confinamiento que su madre le había impuesto? Lo último que recuerda es como su madre se acerco a él y después... Y después...

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora