Había una Vez, En Gea (IV)

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Advertencia: Contenido delicado. Se recomienda discreción.

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El ambiente en en Observatorio era tranquilo. Ameno. Y ciertamente tenía un ligero toque de Magia en todo eso. Pues al entrar podias facilmente toparte con el universo entero. Pasillos y pasillos que mostraban el nombre de distintas galaxias o estrellas remotas, y que prometían maravillarte ante lo que vieses. Escaleras que subian a manera de caracol hacia la atracción principal. Su material siendo parecido al del cristal de Palacio. Con eso se podía deducir fácilmente quienes eran los autores intelectuales de aquella recien abierta atracción. Fue un bello y costosa regalo de los Reyes a su pequeño hijo Astral cuando cumplio sus primeros 5 años de edad. El pequeño había estado encantado con aquéllo.

Aquel madre tomo a su tierno hijo en brazos y seguido de la ángel subió hasta lo más alto de aquel Observatorio. Los ciudadanos que estaba cerca solo atinaban a dejarle el pase libre e inclinarse en respeto hacía ellos con una sonrisa.

Al llegar a lo más alto. Solo podia divisarse una extraña sala amplia con varios asientos flotantes y una consola de control. El Reina entonces volteo por un momento a la ángel. Y mostrandole a su hijo le pidió que lo cargará por un momento. Ema con una sonrisa asintió, feliz de tener en brazos al heredero del Reino.

Aren se acerco con elegancia a la consola y comenzo a teclear con audacia sobre el teclado. Y de un momento a otro, aquella oscura sala, paso a tener tantos colores como uno jamás podía imaginarse. Galaxias y estrellas podían observarse tan cerca que incluso estirando tu mano podrias alcanzarlas. Planetas inexplorados flotaban como canicas de ahí allá. Meteoritos y cometas pasaban lentamente maravillandote con su precencia. Agujeros negros no eran la excepción. Podias facilmente notaron como succionaban lo que hubiese alrededor. Estelas de gases nobles de distintos colores eran lo que más bellamente adornaban al basto universo.

El infante al ver aquella escena aplaudió sonoramente acompañado de una bella carcajada. Aren al ver un buen trabajo hecho, volvió a dirigirse. A su pequeño el cual ya le esperaba con sus bracitos abiertos.

La ángel cedio al pequeño a su madre. Y colocandose en la entrada de aquel maravilloso lugar, fue que comenzo con su labor, ciudar de la Família Real, además de poder disfrutar la bella vista que se le era ofrecida.

Aquella madre tomo asiento y tomando a su hijo en brazos para que se sentara cómodamente en su regazo, fue que comenzo a explicar todo lo que alcanzaba a saber del universo. El infante le escuchaba atentamente, y comenzaba a señalar distintas cosas que le llamaban su atención. Aren solo atinaba a contestar aquellas dudas que podían salir de su pequeño hijo.

Una bella escena familiar era lo que se estaba mostrando. Y el trío aue seguía flotando en la sala, lo unico que podía hacer era observar. Astral sintiendose incómodo, pues recordaba todas aquellas batallas que fue involucrado por culpa de ese ser que ahora parecía que le sostenía con tanto amor. Le era difícil asimilar la escena. Un apreton a su mano por parte de Yuma, le hizo saber que no estaba solo en todo aquello. Y mirando de soslayo a su amado, sonrió levemente. El Guerrero solo miraba en silencio, su postura denotaba culpabilidad y angustia.

-¡Mami! ¡Mami! ¡Mira esa cosa! ¡Parece el dulce que comen los niños Neran en la escuela! ¡Quiero probar uno! ¿Puedo? ¿Puedo?-Insistio aquel infante con mirada soñadora. Su madre entonces observandole con tranquilidad asintió en respuesta. Haciendo que su pequeño hijo diera un par de brinquitos de sus brazos, ocasionando que le soltara.

-Bueno, Bueno... Pero debemos salir de aquí cariño...-Informo Aren parandose de su lugar. El infante entonces con un lindo puchero le detuvo.

-Pero Mami. Yo quiero estar aquí... ¿No podemos comerlo aquí?-Aquella madre pareció pensarlo unos minutos. Y después de ver como su hijo le miraba con esperanza, suspiró dandose por vencido. Su pequeño era su adorable debilidad. Y volteando a ver a la ángel dio su siguiente orden.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora