La Turbulencia, Encontrando la Calma

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La tensión estaba presente en ambos jinetes. Los cuales se dirigían sin descanso al campamento a lo lejos, el cual se mostraba orgulloso en medio de aquel campo en silencio. Envuelto en colinas, piedras y maleza. El silencio siendo su acompañante. Algo que para Yuma era extraño, pues ¿Por qué Astral que tantas molestias se tomo, los exponía así? ¿Por qué se mostraba tan confiado en una situación como esta? ¿Por qué parecía correr a la misma boca del lobo?

El menor tomo con un poco más de fuerza la tela de la capa que le cubría, mientras sus dientes pasaban a apretarse en respuesta al leve miedo que le invadio. Pues sus pensamientos estaban llevandolo a caminos erróneos. Astral noto fácilmente la preocupación del más bajo, así que sin parar de cabalgar al campamento fue que hablo, acercándose un poco más a él. Como si quisiera que la conversación no fuese escuchada por terceros a pesar de que eso era imposible por la situación actual.

-Yuma...-Llamo con ligera autoridad, sin perder la nobleza en su voz- Todo estará bien. Confia en mí...

-...¿Qué esta pasando Astral? ¿Por qué de pronto vamos al lugar que tu dijiste era malo?...-Menciono el infante, con un ligero temblor en el cuerpo. Esto delatando su ansiedad y nerviosismo.

-No te preocupes. No pasará nada, no hay soldados en el campamento...

-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?-Cuestiono Yuma, sorprendiendose, apenas volteando ligeramente a ver a su protector.

-...-Astral sonrió antes de contestar-¿Ves la bandera blanca?- El menor solo asintió- Eso significa que han salido de misión, dejando atras la base. Quizá haya un par de Guardias... Pero supongo podemos pasarlos fácilmente, y si tenemos suerte, puede que no nos los topemos...

-...-Yuma se vio dudoso, más apegandose al mayor, fue que trato de relajarse. Creyendo las palabras que se le fueron dichas- En-Entiendo...

-Preparate... Tengo una idea...-Anuncio el peliblanco, tomando con un poco más de fuerza las cuerdas que ataban al caballo. Dando con ellas un ligero golpe al animal, incitandolo a avanzar con un poco más de rápidez. Ya comenzando a ver el campamento mucho más cerca.

-.-.-.-

Los cascos del caballo parecían hacer eco en el lugar, el cual ahora parecía desolado. Astral al llegar a un cierto punto, fue que detuvo al animal. Bajando en silencio de el, cubriendose con su propia capa, arrugando un poco la tela con sus dedos en un intento de calamarse así mismo, tratando de mostrar seguridad para que el menor no terminara por caer en el pánico. Así que dando un par de respiraciones, fue que tomo de nueva cuenta las cuerdas del caballo, iniciando a guiarlo hacía el centro del campamento. Comenzando a cruzarlo, mientras Yuma se apegaba a el. Recostandose levemente. Tapandose cuanto podía, cerrando sus ojos y cubriendo su boca con sus manos.

El ambiente era tranquilo. Silencioso. Esto comenzando a alertar al peliblanco, quien agudizó sus sentidos para poder estar preparado ante cualquier eventualidad. El campamento que se levantaba en campañas blancas, bien parecía que le juzgaban en silencio. Más alejando sus propias paranoias, fue que avanzo en pasos seguros. Mirando a los lados, y a casi todas direcciones. Encontrandose con armas o diversos pergaminos en el suelo, señal de que los soldados habían salido casi tan rápido como llegaron.

Quizá habían sido llamados de inmediato para alguna misión, o para la misión actual. ¿Tal vez el comandante Leys les mando de antemano? ¿O a caso habrá sido Elifas? Mmm. Pensar solo en ese nombre ahora solo causaba un escalofrío y una horrible tensión en los hombros. Mas negando levemente con su cabeza, fue que se dispuso a seguir deduciendo lo que sucedió con los hombres del campamento, al menos hasta que el suave sonido del metal comenzó a escucharse. Reconociendolo inmediatamente. Ese era el sonido de una armadura.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora