Capítulo XXXII: Soledad

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- Espera ____, no es lo que estás pensando – le interrumpí.

- Ya te dije que entiendo – tomo mi mano.

- ___, dame unos segundos para explicarte – me intentaba zafar de su agarre.

- Me quiero ir, suéltame – lo empujé sin querer con mis poderes, quise acercarme para levantarlo, pero Sharon me lo impidió.

- Oye ¿qué te ocurre? ¿estás demente o qué? – me grito Sharon, sentí como mis impulsos y poderes se apropiaban de mí. Me quedé viéndola fijamente, sentí malicia en mi interior, pude sentir las ondas de su cerebro, empecé a aturdirla, ella empezó a quejarse del dolor, oía a Steve hablarme, no le hice caso, solo la veía sufrir, con un movimiento brusco Steve me obligo a verlo, vi la expresión de sus ojos, me detuve y él fue a ver a Sharon.

- Yo – logré decir después de pensar en lo que acababa de hacer – lo siento Sharon – dije llorando – no sé qué me paso, creo que es mejor que me vaya.

- Si mejor vete, ___ – dijo Steve, vi aquella expresión nuevamente, era decepción, lo que justamente no quería ocasionar – eres demasiado peligrosa, mejor no vuelvas acercarte a Sharon o a mi – aquellas palabras rompieron mi corazón en mil pedazos, su mirada solo expresaba decepción y frialdad, era la primera vez que me veía así.

- De verdad, lo siento Sharon – dije.

Salí inmediatamente y conduje hasta la torre Stark, subí por el ascensor, me quedé en el recibidor del ascensor, empecé a llamar a mi papá, no estaba él, pero si Pepper, corrió hacia mí al verme hecha un mar de lágrimas.

- _____, tranquila niña preciosa – dijo mientras me abrazaba – llamaré a Tonny – sacó su celular y le pidió a papá que venga inmediatamente, a los minutos apareció por el ascensor.

- Papá, lo perdí – logré decir mientras me abrazaba y lloraba inconsolablemente entre los brazos de Pepper y papá, pude ver el sufrimiento de mi papá al verme así, me sentía rota, había defraudado al ser más bueno que puede existir en este maldito mundo.

Los días volvieron a pasar, me había quedado en la torre Stark con papá y Pepper, Wanda y Nat me llamaban, pero no contestaba, me sentía muerta en vida, no comía ni hablaba casi nada, mi papá y Pepper estaban preocupados por mí, ya que en las noches las pesadillas no cesaban, mis poderes a veces se salían de control, mientras dormía, necesitaba ayuda pero no quería recibirla, estaba viendo el oso de peluche que Steve me había dado, pensar en él, en que una vez estuvo conmigo, era lo que a veces me hacía sentir viva.

- Bien es suficiente ___ – dijo mi papá harto en la sala – o afrontas todo esto, dejando que te ayude o te mando lejos, quiero que me digas qué mierda es lo que te sucede, eres mi hija, me destroza verte así, por favor – lo vi a los ojos y entendí que él se merecía saber todo.

- Está bien papá – dije para continuar contándole casi todo – tengo recuerdos vagos cuando experimentaron conmigo – las lágrimas empezaban a salir – yo hice cosas imperdonables, asesiné personas cuando estaba con Strocker – sentí el sabor salado de mis lágrima en mis labios – además, no quise contártelo en su momento, pero cuando estuve en ese callejón con esos hombres, ellos si me llegaron a tocar, esa sensación hizo que saliera algo de mí que hasta ahora no puedo explicar – mi papá solo escuchaba – en mi última misión con Steve, me volví a descontrolar cuando intentaron atacar a Steve desprevenido, cuando fui a buscar a Steve tuve un incidente con Sharon, sin querer mis poderes se salieron de control haciendo que empujara a Steve, ella lo vio, me gritó y no sé, sentí oscuridad en mí y la lastimé, Steve me dijo que no me volviera a acercar a ellos, que era peligrosa, soy una persona horrible ¿verdad? – dije con lágrimas en los ojos.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora