La calidez y la dulzura de sus besos me hacían sentir maravillosa, mi lugar favorito era entre sus brazos, él era mío y yo suya.
En estos momentos, solo importaba él, quería cuidarlo de mi misma, de la devastación que estaba causando, pero no podía...
Regresé a la torre y me puse a pensar en todo lo que me dijo Loki, quizás esa cosa del Fénix ha influenciado mucho en mis emociones, debo estar loca para confiar en él, pero a tiempos desesperados, medidas desesperadas.
Al día siguiente, por la noche, le dije a papá que saldría un momento, use un pantalón deportivo negro a la cintura, una polera rosada y un par de zapatillas negras, llegué a la hora que acordé con Loki, estuve esperándolo unos minutos hasta que llegó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Tardaste en llegar – le recriminé.
- Te dije que odiaba que me hagan esperar, no hacer esperar – rodé los ojos – bien empecemos, muéstrame lo que sabes hacer – quise darle un golpe en la cara, detuvo mi mano, él rio – soy mucho más fuerte que tú, en tu estado natural, pero me parece adorable que lo intentarás, apliqué la misma llave a sus pies que usé con Steve, haciéndolo caer, reí al verlo en el piso – con que te gusta jugar.
- Un poco – respondí, mientras él se paraba.
- A mí también, me gusta jugar – me sonrió.
Estuve bajo el entrenamiento de Loki durante algunos días, nos veíamos todas las noches a la misma hora, mi papá creía que iba a mi departamento de Manhattan a tocar el piano para relajarme, había aprendido mucho sobre el control de mis poderes a su lado y nuevas cosas, siempre decía que había mucho más, que poco a poco lo iremos descubriendo juntos, hoy estábamos practicando un poco de combate cuerpo a cuerpo combinado con mis habilidades telequinéticas, para cuestiones de seguridad, habían portales bordeándonos.
- Atácame – me ordenó, quise moverlo con mis poderes, pero él lanzó unos de sus cuchillos, lo detuve y se lo regresé, aproveche su distracción para atraerlo hacia mí, nuestros cuerpos chocaron, quiso hacer la misma llave que le hice anteriormente, pero estaba concentrada así que ambos terminamos en el piso, él dio un giro para quedar encima mío, sacó otra de sus cuchillo e hizo como si me lo fuera a clavar, lo aturdí mentalmente, cayó a mi lado, tomé su cuchillo, me coloqué encima de él y se lo puse cerca de su cuello.
- Te gané – dije sonriendo.
- Quise ser bueno contigo.
- Si, claro – quise pararme, pero me jaló de la cintura y dio una vuelta quedando nuevamente encima de mi con el cuchillo en su mano cerca a mi cuello, pegó su rostro al mío.
- Te dije que quise ser bueno – sonrió, me quedo observando, no me resultaba incómodo tenerlo tan cerca de mí – creo que fue todo por hoy – se paró – nos vemos mañana la misma hora, no es necesario que vengas en ropa deportiva, te daré una charla.
A la noche siguiente, como de costumbre estaba con Loki dando una pequeña vuelta alrededor de la cima del Empire State, en esta ocasión llevaba un atuendo muy terrano, un estilo inglés, yo llevaba un vestido amarillo floreado, un suéter de hilo blanco con unas alpargatas blancas con taco cuña, estaba corriendo un poco de viento, me ofreció su chaqueta, me la colocó encima de mi cuerpo, durante todo este tiempo, pude conocer un lado más amable de Loki, empezó a hablarme sobre las gemas del infinito y sobre el Fénix, y demás cosas que había en el universo, lo explicaba de una manera fascinante, no podía dejar de verlo mientras hablaba, para que tuviera una idea de lo que hablaba proyectaba las imágenes en mi mente con sus poderes.
