Capítulo LXIII: Volmir

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Llegamos a Morag junto con Nébula y el tío Rhoedy, Nébula ya había fijado las coordenadas para Volmir con anticipación, bajamos de la nave.

- Es hora de irnos, vámonos, vámonos – dijo Nat pateando una criatura rara, creo que era como una rata espacial.

- Si, gracias que gran apoyo – dijo el tío Rhoedy riendo.

- Cuídense mucho entre ustedes – dije dándole un abrazo al tío Rhoedy, a Nébula no le gustaba mucho las demostraciones de afecto, solo le di la mano.

- Ustedes también – me respondió el tío Rhoedy mientras abrazaba a Nat – tomen la gema y vuelvan sanos y salvos.

- Así va a ser – le dijo Clint para darle un pequeño abrazo, volvimos a subir a la nave con Nat y Clint.

- Esto no es nada como Tokio – dijo Clint sonriendo mientras avanzábamos en la nave por el espacio, Nat y yo reímos.

- Claro que no – dijo Nat.

- Tendremos esa gema – dije con optimismo.

El GPS de la nave indicó que ya estábamos llegando al destino, descendió, bajamos de la nave, la achicamos y Clint la guardó en su bolsillo, era un planeta rocoso, caminamos por un momento sin saber a dónde ir hasta que se nos apareció una figura encapuchada.

- Bienvenidos – dijo, Clint sacó su espada, Nat sus armas y yo encendí mis manos – Natasha hija de Iván, Clint hijo de Edith, ____, hija de Anthony – bajamos la guardia al escuchar lo que dijo, él sabía quiénes éramos.

- Dinos quién eres – dijo Nat.

- Considérenme un guía para ti y para todo quien busque la gema del alma.

- Ah, que bien, dinos dónde está y no te molestaremos.

- Ojalá fuera tan sencillo – se acercó y era Schmidt, lo reconocí por la fotografía de una pintura en los archivos de Strocker, si intentaba hacer algo, lo freía – síganme – empezamos a caminar con desconfianza hasta llegar a la cima de una montaña – lo que ustedes buscan, yace frente a ustedes, al igual que lo que temen – Nat y yo admiramos el abismo.

- Me estás diciendo que ¿la gema está ahí abajo? – pregunté desconcertada.

- Solo para dos, para el otro no – empecé a temer por lo que estaba por suceder – si desean la gema deben perder aquello que aman, un intercambio eterno, un alma por un alma – nos empezamos a ver, esto significaba que alguien de los tres debía morir.

- Ok, necesito tiempo – dije sentándome en una roca, Nat hizo lo mismo, estuvimos unos minutos en silencio, tratando de pensar en todas los posibilidades de obtener esa gema, pero solo había una y era a la manera de que Schmidt dijo, a la par, no estaba tan segura de creerle, pero si fuera cierto, yo solo tenía un nombre para quien se sacrificara y era el mío, sé que tengo una familia, pero no podía dejar que mis amigos mueran, sobre todo verlos haciendo eso, además quizás el poder del Fénix pueda ayudarme a sobrevivir.

- ¿Todo bien? – preguntó Clint a Schmidt, él solo rio.

- No estoy segura de creerle, él es Schmidt, el fundador de H.Y.D.R.A. – me vieron sorprendidos.

- Tienes razón, debe haber otra forma, quizás está inventando esa parte, ya saben la del sacrificio – dijo Clint.

- Yo no estaría tan segura de eso – dijo Nat seria.

- ¿Por qué sabe el nombre de tu papá? – dijo Clint.

- Y yo no, además Thanos salió con la gema de aquí, pero sin su hija – respondió Nat – definitivamente, no es una coincidencia.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora