Capítulo LXVI: Fénix

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- Quédate ahí – me dijo Steve – ya has hecho mucho – Thanos lanzó a papá, ya que intentó tomar el guantelete.

- No, Steve – dije intentando pararme, observé que Thor empezó a pelear contra Thanos.

- Lo prometiste – me detuvo – es mi turno de cuidarte – besó mi frente, él corrió hacia donde estaban Thanos y Thor para tomarlo por el cuello, pero Thanos se liberó de ellos, dejándolos mal heridos.

Thanos estaba por tomar el guantelete, Carol se lo impidió, resistió los golpes de Thanos, pero él sacó la gema del poder y la golpeó con ella, salió expedida por los aires, él estaba por colocarse el guantelete, pero papá se lo impidió, lo volvió a golpear.

- Papá – me acerqué a él – todo estará bien – le sonreí.

- No espera – me tomó del brazo – ___, me prometiste que no harías algo así, yo soy tu padre, es mi deber protegerte – dijo tratando de pararse.

- Soy la única que puede y debe hacerlo – le contesté.

- No – dijo desesperado.

- Todo saldrá bien – le empujé lo más lejos posible con mis poderes, Steve se acercó a mí.

- No vayas – me suplicó con dificultad.

- Lo siento, mi amor, pero tendré que romper nuestra promesa – le di un corto beso, también lo alejé, dejé que la Fuerza Fénix invadiera nuevamente mi cuerpo, esta vez era diferente, no sabía cómo explicarlo, era como si fuéramos una sola, ambas teníamos el control, papá y Steve me veían preocupados mientras intentaban acercarse – Thanos – le dije cuando se colocó el guantelete – esto aún no acaba.

- Yo creo que sí – me respondió lanzó el mismo rayo morado, lo desvié hacia las tropas que estaban detrás de él, volvió a lanzarme la energía multicolor como en Wakanda, pero esta vez mi cuerpo resistió, Wanda y Carol evitaban que se me acercaran los otros hijos de Thanos, alcé las manos para levantarlo en el aire y antes de que pudiera chasquear desde el centro de mi pecho salió la energía cósmica de mí, dejando a un moribundo Thanos en el piso, tomé el guantelete.

- No eres inevitable – le dije para alzar mi mano y desintegrarlo con mis poderes del Fénix, era algo que nunca había hecho antes, las fuerzas de Thanos seguían atacándonos con más furia por haber matado a su líder, una de las hijas de Thanos se acercó a mí, lancé la misma energía, destruyéndola por completo, pensé que solo había una forma de derrotar a semejante ejército, debía chasquear los dedos para eliminarlos, después de todo si habría otro juicio del Fénix, hay que quemar lo que no sirve, bueno desintegrar.

Strange me veía preocupado, como si hubiera leído mi mente, pero no podía detenerse de su labor, varios soldados de Thanos me rodearon, me coloqué el guantelete, la energía que emanó de mi combinada entre la Fuerza Fénix y las gemas del infinito quemó a los soldados que estaban rodeándome, sentí como si mi piel se abriera, pero la Fuerza Fénix hacía que se regenerara, el poder era asombroso, recorría cada parte de mi cuerpo, sabía que podía hacer lo que quisiera, me sentía invencible, observé como Steve me veía con preocupación así como papá, no dejes que el poder te corrompa, oí en mi mente, era la voz de Nat, sabía lo que significaba e hice lo que tenía que hacer, chasquee los dedos y las fuerzas de Thanos se empezaron a desintegrar, observé como se desvanecían frente a mí, la energía fue más potente, asombrosamente la resistí, Strange se me acercó.

- Ya puedes quitarte el guantelete – me dijo.

- ¿temes algo? – le pregunté sonriendo.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora