Capítulo LXI: Atraco en el tiempo

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- ¿Estás bien? – le preguntó Steve a Scott, quien ya había entrado al Complejo, él estaba hablando para él mismo.

- Si ¿alguna vez han estudiado física cuántica? – preguntó, Steve solo negó con la cabeza.

- Si – dijo Nat – un poco, solo para conversar – Scott me vio.

- Como curso electivo, tres semestres – respondí.

- Bien, como les explico antes de que él, Thanos chasqueara los dedos, yo estaba en el reino cuántico, Hope, mi, bueno era, ella era mi – pobre Scott, recuerdo cuando me contó sobre ella en el aeropuerto de Berlín – ella debía sacarme, me quedé atrapado.

- Qué pena debieron ser tres largos años – dijo Nat, pensé en lo que había estudiado, no creo que hayan sido tres años.

- Ese es el punto para mi fueron solamente tres horas – no estaba equivocada, Nat y Steve se miraban confundidos.

- Las leyes del reino cuántico no son iguales a las de aquí – dije – la materia se comporta como una onda, el tiempo y el espacio funcionan diferente, ya saben por los átomos, la superconductividad.

- Exacto – dijo Scott.

- Cerebrito – dijo Nat.

- Me encanta cuando hablas así – dijo Steve, le sonreí para que me diera un beso fugaz.

- ¿Ustedes están juntos de nuevo? – preguntó Scott, asentimos – eso es genial, tengo hambre ¿me puedo comer ese sándwich?

- Adelante – dijo Nat.

- Continua con tu idea, Scott – le dije, él saboreó el sándwich.

- Lo que digo es que, si podríamos navegar en el tiempo a través del reino cuántico, salir en un punto específico, me refiero antes de Thanos.

- ¿Una máquina del tiempo? – dijo Steve.

- No, bueno si, no – dijo confundido – bueno si, sé que suena a una locura.

- Scott, recibo correos electrónicos de un mapache, nada me parece una locura – dijo Nat.

- Si es que hubiera una posibilidad de poder revertir todo esto, por más loca que suene, la apoyaría – dije.

- Estoy de acuerdo – dijo Steve.

- Entonces ¿con quién hablamos de esto? – preguntó, solo había una persona con la que se podía hablar – tu padre, Tony Stark – dijo mirándome, vi a Steve, me quedé en silencio – ¿Qué ocurre? ¿se desintegró?

- Es como si lo hubiese hecho – dije.

- Ellos no tienen comunicación hace mucho tiempo – dijo Nat, me di la vuelta para pensar en todo lo que dijo Scott, debía hablar con papá, dije que tomaría cada oportunidad de traer a todos de vuelta, Steve puso su mano en mi hombro.

- ¿Estás bien, mi amor? – colocó su mano en mi mejilla.

- Claro que sí – le sonreí – bien andando, los veo en el estacionamiento, iré por Grant.

- ¿Grant? – preguntó Scott.

- Nuestro hijo – respondió Steve sonrientemente, Scott también sonrió.

Fui por Grant, le dije que iríamos a ver al abuelo, él estaba feliz, yo estaba nerviosa por verlo nuevamente, había tenido encuentros con Pepper, aún era raro llamarla mamá, pero me estaba acostumbrando poco a poco, siempre que hablaba con ella le preguntaba cómo estaba, tomé la mano de Grant y fuimos al estacionamiento, Scott dijo que Grant se parecía mucho a Steve, a Grant le encantaba oír eso, llegamos a la casa de papá, bajamos del auto Steve y yo tomamos de la mano a Grant, vi a mi padre cargando a una niña, era Morgan la reconocí por la foto que me mostró Pepper.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora