Capítulo LXXI: Luto

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Entré a ducharme mientras lo hacía, no dejaba de pensar en Steve, no sabía cómo empezar de nuevo, no podía, no estaba lista para esto, pero Bucky tenía razón Grant me necesitaba, creo que necesitaba aferrarme a mi niño, salí de la ducha y fui a ver a Grant.

- ¿Me perdonas? – le dije mientras estaba recargada en la puerta viéndolo dibujar.

- Mami – se acercó a mí, me agache a su altura, me abrazó.

- Perdóname, mi cielo, no te quise dejar solo, lo siento – dije llorando, seco mis lagrimas con sus manitas.

- Papi es nuestro ángel con mi hermanito, él nos cuidara – dijo para consolarme.

- ¿Cómo es posible que tú me estés consolando? Yo debo hacer eso, yo soy la mamá – sonreí.

- Porque eres mi mami y te amo – volvió a abrazarme.

- Yo también, te amo, mi hermoso niño.

Los días pasaron hasta que se cumplieron dos meses desde que Steve se fue, Wanda seguía ilocalizable, Strange iba a verme casi todos los días para saber si estaba estable mentalmente, no quería problemas, él temía que perdiera el control otra vez, pero creo que ya había pasado esa etapa, además no podía decepcionar a Steve, esté donde esté, él creyó en mí, cuando nadie más lo hizo en Latveria hasta el final, me sentía culpable por su muerte, al final Strange tuvo razón, estoy pagando las consecuencias de meterme con la muerte. Por otro lado, Nat y Bruce habían decidido vivir juntos, me alegraba mucho por ellos, era interesante verla tomada del brazo de Bruce, él era grande y ella pequeña, eran una pareja curiosa, al menos ellos pudieron encontrar su felicidad, Sam y Bucky seguían viviendo conmigo, con quien pasaba más tiempo era con Bucky porque Sam iba a ver a su hermana y sobrinos, a veces iba a quedarme a dormir con Grant a la casa de papá, trataba de no estar sola, ya que cuando lo estaba pensaba en Steve, por las noches, su recuerdo estaba presente, mi cama se sentía tan vacía sin él, yo seguía ordenando las cosas de Steve, de cierta forma no me resignaba a creer que lo había perdido.

- ¿Cómo estás hoy? – preguntó Bucky.

- Como siempre, Buck, esperando que vuelva, aunque sé que es imposible.

- Estamos iguales – sonrió de lado.

- Te quería pedir un favor.

- El que quieras.

- ¿Puedes ir con Grant a su escuela? Hoy es el día de papás e hijos, no me siento lista para eso porque a él le encantaba ir con Steve, sé que él se sentirá muy bien si vas con él, por favor – dije conteniendo mi tristeza.

- Haría cualquier cosa por ustedes.

- Gracias, es hora de ir a trabajar, los veo en la tarde – dije saliendo de la sala.

Mi día en el trabajo transcurrió como siempre, solo quería llegar a casa y estar con Grant, espero que le haya ido bien hoy con Bucky.

- Mami – sonrió – todos amaron al tío Buck.

- ¿Así? – dije – y ¿Qué fue lo que hizo para que todos lo amaran?

- Mostrar su brazo y nos dejó colgarnos de su brazo así – dijo para después colgarse del brazo de Bucky – y muchas chicas les dieron su número, hasta mi profesora de Lengua – Bucky enrojeció.

- Y usted, Capi – me detuve – jovencito ¿ya terminó de hacer su tarea? – negó – entonces ve a terminarla, si quieres una hamburguesa – él corrió a su cuarto.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora