Capítulo XVIII: Atrapada

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- ¿No puede dormir, Capitán? – pregunté apoyada en el marco de la puerta, volteó a verme, me sonrió y me acerque a él – vengo a traerte esto – le di el reporte – mañana tenemos que ir a S.H.I.E.L.D., así que no te acuestes tan tarde – me sonrió y me tomo de la cintura.

- Tengo una mejor idea, quédate conmigo hoy y así te aseguras de que no acueste tarde para que pueda ir a S.H.I.E.L.D. – me empezó a dar pequeños besos en el cuello.

- Como decirte que no – me tomo de la cintura para levantarme y hacer lo enrollé con mis piernas y me empezó a besar – estás loco – dije entre besos.

- Es hora de ir a dormir – dijo para empezar a caminar mientras yo seguía enrollada a él y besándonos, subió con cuidado las escaleras, algunos vecinos que estaban en el pasillo, nos veían y sonreían.

- Tus vecinos qué pensaran – dije riendo entre besos.

- Que estoy loco por ti, que te amo – llegamos a su piso, la enferma como de costumbre se asomó, rodó los ojos y se metió, Steve sacó las llaves de su bolsillo con un poco de torpeza, abrió la puerta y la cerró con el pie, me dejo en su cama y se sacó el polo – perdón si estoy sudado – dijo mientras se colocaba encima de mí.

- Eso no me importa, te haré sudar más – dije para comenzar a besarlo mientras él desabotonaba mi blusa, pasamos a estar completamente desnudos y con delicadeza entro en mí.

Steve me embestía con un ritmo lento pero duro, él devoraba mi cuello a besos, yo gemía y seguía su ritmo con mis caderas, jugaba con su cabello, seguimos así hasta yo me vine primero, seguidamente él, quien mientras se venía me besaba con mucha ternura.

- Buenas noches, ____ - dijo Steve mientras me abrazaba para dormir.

- Buenas noches, Steve – dije mientras acariciaba su brazo que me rodeaba la cintura hasta quedarme dormida.

Al día siguiente, como de costumbre Steve salió a correr, Nat dijo que iría por él, ya que yo estaba revisando algunas cosas para la misión de hoy, cuando llegó me comento que había hecho un nuevo amigo, Sam Wilson. Por otro lado, el tío Nick nos había ordenado ir a rescatar a unos miembros de S.H.I.E.L.D., que estaban en el Lumuerian Star, en alguna parte del Océano Indico, secuestrados por unos piratas, en esta misión iríamos el comando S.T.R.I.K.E., Nat, Steve y yo. La cabeza del comando, Rumlow, estaba intercambiando algunas palabras con Steve, hasta que llegó la hora de actuar, Steve dijo que revisaría la plataforma y buscaría a Batroc, el cabecilla de los piratas, le encargo a Nat detener los motores y esperar instrucciones de Rumlow para ayudar a extraer a los rehenes, mientras que yo iría junto al comando S.T.R.I.K.E. a controlar la popa y buscar a los rehenes para ponerlos a salvo.

- ¿Hicieron algo interesante anoche, chicos? – preguntó Nat mientras nos alistábamos para lanzarnos por paracaídas.

- No seas curiosa, Nat – dijo Steve.

- Seguro se la pasaron encerrados como siempre, deberían salir más ¿por qué no van de viaje? ¿Qué tal Tailandia? – respondió Nat.

- Quizás más adelante, ahora estamos ocupados – dijo Steve para después lanzarse del avión.

- ¿Traía paracaídas? – preguntó uno de los soldados de S.T.R.I.K.E.

- No, claro que no – respondió Rumlow.

- ¿Es normal que me sienta más atraída por Steve? – pregunté, rieron.

- Bien Srta. Stark, nos vemos abajo – dijo Rumlow, me lancé primero, seguido de mi Nat y el comando S.T.R.I.K.E., cuando estaba cerca a caer en el barco, vi que un tipo quería atacar a Steve por la espalda, le di un disparo con mi arma tranquilizadora.

- Estarías perdido sin mi – le dije y le sonreí, se acercó a mí y me desabrocho el paracaídas, estaba acercando para darme un beso.

- Lucia muy indefenso, Cap, al igual que ahora – dijo Rumlow – después continúan con lo suyo.

- ¿Qué opinan de Paris? – dijo Nat.

- Luego nos buscas destinos, ve a controlar los motores – dijo Steve.

- Soy multitareas – respondió para ir corriendo al cuarto de máquinas.

- Te veo pronto – le di un beso rápido y fui con Rumlow a buscar rehenes. Mientras nos acercábamos a la cocina que era donde los tenían, íbamos eliminando piratas, hasta que llegamos a la puerta, Rumlow electrocutó al único que estaba en la puerta – necesito una de esas – me sonrió.

- Cuando quiera se la presto, esperemos las órdenes del capitán – susurró, pasaron unos segundos – ahora – dijo abrió la puerta, inmediatamente disparamos a los piratas y empezamos a evacuar a los rehenes, pero Nat no llegaba, a pesar de que Rumlow se lo pidió varias veces – Romanoff no asistió al encuentro, el enemigo sigue activo.

- ¿Nat? – llamaba por el intercomunicador, pero no tenía respuesta – iré por ella al cuarto de máquinas, quizás necesité refuerzos – le dije a Rumlow.

- Está bien, nos vemos el punto de extracción – me respondió.

Mientras iba camino al cuarto de máquinas, me encontré con un grupo de seis piratas armados.

- Hola marinos – sonreí - ¿han visto a una pelirroja vestida de negro? – me quedaron viendo.

- No, pero estamos viendo una hermosa sirena – dijo uno de ellos para acercarse violentamente hacia mí, ágilmente respondí dándole una patada en el rostro.

- ¿Por qué siempre hacen eso? – me queje, mientras se acercaba otro y le aplique una llave para darle un golpe con el codo en la nariz.

- Idiotas, tenemos armas, úsenlas – dijo uno, inmediatamente salté y me colgué de un tubo para dispararles a dos de ellos, quedaban dos.

- Te enseñaremos a respetar, muñeca – dijo otro, le disparé a uno, pero otro sujeto me sorprendió por detrás y me tomo de los brazos, utilicé la fuerza del otro tipo para darme un volatín provocando que ambos se golpearan entre sí, uno de ellos reaccionó y se puso encima con una navaja intentando clavármela en el pecho, lo enrollé con mis piernas para dar una vuelta y quedar encima de él, vi como el escudo de Steve cayo en su cabeza.

- Estamos a mano – se acercó a mi – deberías estar con Rumlow, a salvo.

- Ya lo sé, estoy yendo por Nat – me paré – no contesta, estoy preocupada por ella.

- Está bien, ve por ella – lancé una navaja hacia un tipo que venía por detrás de Steve – yo iré por Bultroc.

- Con cuidado – dijimos al mismo tiempo, se acercó y me besó.

- Lo veo en el punto de extracción, Capitán – sonreí.

- Después de esto tendremos una cita.

- Hoy, Empire State – dije mientras me alejaba.

- Por supuesto, con cuidado.

- Siempre, mi amor – grité sin pensarlo, escuché la risa de Steve.

- Te amo – gritó mientras me daba la vuelta para correr al cuarto de máquinas.

Entre, pero vi varios hombres en el piso, obvio todo esto lo hizo Nat, pero no la veía, mientras recorría el cuarto, la llamaba sin respuesta alguna, hasta que un momento a otro se apagó la luz del lugar, sentí unas manos en mi cintura, sin dudarlo calculé un golpe dándole en la garganta, escuche que cayó al suelo, iba a hablar por el intercomunicador para pedir ayuda, pero me dieron un golpe en la oreja haciendo que cayera el objeto al piso. Me tomaron de los brazos y me pegaron contra la pared.

- Srta. Stark – susurraron en mi oído – es justo a quien estábamos esperando, ha tardado demasiado – me colocaron unas esposas en las manos y tobillos, además de amordazarme, el sujeto me cargó para sacarme de ahí. Gritaba y trataba de liberarme, pero era en vano – es hora de liberar los explosivos.

Mientras me llevaban hacía un bote pude ver a lo lejos a Steve, que trataba de evitar las explosiones, pero corría de forma desesperada, me estaba buscando, me iba alejando en aquel bote vi como todo el barco explotaba, de pronto sentí que clavaron una jeringa en mi cuello, todo se iba volviendo negro poco a poco.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora