Capítulo LXIV: Por ella

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Nos movilizamos a través del túnel cuántico, Clint llevaba la gema, durante esa fracción de segundos, no dejaba de ver en mi mente, la imagen de Nat en el suelo tirada con sangre alrededor de su cabeza, llegamos a la plataforma, vi que todos estaban tranquilos.

- ¿Las tenemos todas? – dijo Bruce viendo a todos emocionado.

- ¿Lo hicimos? ¿Realmente funcionó? – preguntó sonriendo el tío Rhoedy, Clint y yo dimos un paso adelante con el rostro totalmente desencajado.

- ¿y Nat? – dijo Bruce, al oír su nombre hundí mi cabeza en el pecho de Clint para seguir llorando.

- Ven aquí, mi amor – me dijo Steve para rodearme con sus brazos, todos entendieron lo que había pasado, estábamos destrozados por la partida de Nat, Bruce golpeó la plataforma en señal de impotencia.

Estábamos sentados en el muelle del complejo papá, Bruce, Thor, Clint, Steve y yo, estaba en el regazo de Steve, intentaba procesar la idea de que Nat no volvería.

- ¿Tenía familia? – preguntó papá.

- Sí, nosotros – respondió Steve mientras me acariciaba.

- Tony ¿Qué haces? – dijo Thor.

- ¿Qué? Solo hice una pregunta – dijo papá.

- Es que actúan como si ya no estuviera ¿por qué están actuando así? Tenemos las gemas ¿no? – dijo Thor – y si las tenemos, podemos revivirla, Cap, somos los Vengadores, contrólense – él estaba algo exaltado.

- No puede volver – dijo Clint, seguía sollozando en el pecho de Steve, besaba mi cabeza, me sentía como un enorme bebé en sus brazos.

- No entiendo ¿de qué hablas? – dijo irónicamente Thor.

- No se puede deshacer – dijo Clint viéndome, cuando apareció esa gema en vez del cuerpo de Nat, entendimos que fue como dijo Schmidt, un intercambio eterno, no podíamos hacer nada.

- Oye perdón no te ofendas, pero la verdad eres un ser muy terrestre y estamos hablando de magia espacial, un no suena muy definitivo – realmente Thor estaba muy exaltado.

- Lo sé, sé que va más allá de mi comprensión, pero no la ves aquí ¿verdad? – dijo cabizbajo Clint.

- No, ese es mi punto, puede volver.

- Ya no se puede deshacer o eso fue lo que nos dijo esa cosa roja flotante – empezó a exaltarse Clint – ¿por qué no hablas tú con él esta vez? ¿ok? Y agarras esa hacha y te vas volando y hablan – bajo la cabeza – yo debía morir, pero no me dejaron hacerlo – dijo casi llorando mientras me veía.

- Ninguno de ustedes debía hacerlo – dije parándome del regazo de Steve – ¿Por qué me detuviste, Clint? – dije en voz alta llorando, papá y Steve me veían horrorizados por lo que pude haber hecho – ustedes estaban a salvo en la cima – me acerqué a él – no debiste hacerlo – dijo golpeando su pecho levemente.

- Quien se lanzó primero fui yo – dijo tomándome suavemente de los brazos – Nat saltó detrás de mí, ella me colocó el enganche, luego tú nos subiste y te lanzaste frente a nosotros ¿Cómo podía dejarte caer? Le dije que me esperará ahí, que buscaríamos otra forma de solucionarlo, los tres juntos, pero no me hizo caso – lo vi, él estaba igual de destrozado que yo, nos abrazamos – Natasha se sacrificó por esa estúpida gema, le aposto su vida – Bruce lanzó un banco al lago, Nat también había sido muy importante para él.

ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora