- No me diste otra opción – dijo Wanda para lanzar un rayo hacia mí.
- No te lo tomes tan personal – lo esquivé y dirigí el rayo hacia el ejército de Mephisto – ¿Dónde están mis hijos?
- Detrás de Mephisto en una jaula – volvió a lanzar un rayo, hice el mismo movimiento, ambas nos atrajimos con nuestros poderes provocando que nuestros cuerpos chocaran.
- Debes hacerlo mejor si quieres a tus hijos, Wanda, ninguna está sacando su fuerza – dijo Mephisto, se movió a un lado y pude ver a mis hijos, Grant tenía a Sarah entre tus brazos calmándola con sus poderes, mi cuerpo empezó a arder más de furia, Wanda y yo nos miramos, ella fue más rápida que yo y me empujó hacia un portal que creo, estaba en otra dimensión, traté de no entrar en pánico y aplicar todo lo que me enseño Strange y Loki, en su momento, yo puedo salir de aquí, soy el maldito Fénix, cerré los ojos y me concentré en volver hacía los míos, los abrí y estaba de vuelta en West View.
- ¿Olvidaste quién soy? – le dije a Wanda, me sonrió.
- Tú tampoco – dijo alzando sus manos para lanzarme una gran cantidad de energía, avivé más la energía del Fénix en mí y absorbí todo lo que me arrojó Wanda, Strange en una ocasión dijo que era capaz de hacer con la energía de una galaxia entera, le devolví la energía que me arrojó haciéndola volar por los aires – lo siento, amiga, veremos lo de tus hijos, pero primero debo ir por los míos – volteé a ver a Steve, tenía varías criaturas sobre él, se las quité de encima alzándolas en el aire para luego lanzarles mi energía cósmica, me deslice por la calle para atraerlos hacía mí, hice que la mayoría me rodeara y usé una de las últimas técnicas que me había explicado Strange, Atmokinesis, aquello me permitió crear rayos cósmicos para acabar con ellos, me sentía ligeramente desgastada, me acerqué a Steve – vayamos por nuestros hijos.
- ¿Segura que puedes continuar? – me vio con preocupación, asentí.
- Veo que tienes muchos trucos, Fénix – me dijo Mephisto – pero eso no será suficiente conmigo.
- Daré lo mejor de mí – me elevé en el aire, Steve se encargaba de evadir los ataques de Agatha mientras intentaba llegar hacia donde estaban nuestros hijos, Mephisto se encargaba de lanzarme enormes llamas que las desvía hacia lo que quedaba de su ejercito para tratar de ayudar a los demás, estaba pendiente de papá, Steve y mis hijos, no pude esquivar un ataque que me lanzo por los aires, Wanda se acercó a mí, alcé mis manos.
- Espera, no haré nada, lo siento – me ayudo a pararme – ayudaré y no olvides lo que me dijiste, por favor, yo también quiero a mi familia junta de vuelta.
- Claro que no – volví a acercarme a Mephisto, Wanda empezó a pelear con Agatha, Steve aprovechó en acercarse a nuestros hijos, intentó abrir la jaula, pero Mephisto se teletransportó hasta ahí rápidamente y lo golpeó, antes de que pudiera hacerle más daño moví a Steve con mis poderes, Mephisto dirigió su golpe hacía mí, caí al suelo.
- Debes hacer un trato con el Diablo, si quieres a tus hijos – pensé en las palabras de Strange, me dijo inteligente, él nunca dice nada por nada.
- Me rindo – dije limpiando la sangre de mi boca, Agatha se deshizo por un momento de Wanda – toma la gema – le dije viéndolo – tomen lo que quieran de mí, pero primero deja ir a mis hijos – dije alzando las manos en señal de rendición, Mephisto sonrió e hizo un movimiento para abrir la jaula.
- Ahora sí, dame lo que es mío – Mephisto hizo que del suelo salieran rocas que me sujetaron, Steve quiso acercarse a ayudarme.
- Saca a nuestros hijos de aquí, estaré bien – le dije, él tomó a Grant y a Sarah entre sus brazos para sacarlos de la jaula en que habían sido colocados, mientras corría, me veía con temor, Mephisto alzó su mano y un montículo de piedras que se formaron debajo de mí me elevaron hasta ponerme a su altura, quiso arrancar el collar con la gema de mi cuello, no pudo – Strange le hizo un encantamiento, debo estar muerta primero, si la quieres.
ESTÁS LEYENDO
ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO
FanfictionLa calidez y la dulzura de sus besos me hacían sentir maravillosa, mi lugar favorito era entre sus brazos, él era mío y yo suya. En estos momentos, solo importaba él, quería cuidarlo de mi misma, de la devastación que estaba causando, pero no podía...