ME HACES SENTIR VIVO (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tu) EDITANDO

Capítulo XXXVIII: Acuerdos de Sokovia

- Gracias por creer en mí, realmente necesitaba oír todo eso de ti – nuestras miradas se conectaron, él se acercaba a mi – debo ir a ver a Wanda – lo detuve.

- Si, yo iré a ver a Tony – se paró.

- Entonces te veo en un momento.

- Espera – me detuve – ¿dijiste que Loki te devolvió parte de tus recuerdos?

- Sí, me devolvió los recuerdos cuando estuve ahí, entre otros como los que eran sobre nosotros – me miró sorprendido – pero ahora, no sería necesario porque recuerdo todo Steve, te recuerdo a la perfección – dije para salir a la habitación de Wanda, toqué su puerta.

- Adelante – me dijo, entré.

- ¿Cómo sigues? – me senté a su lado.

- Preocupada porque sé que llego Stark – me respondió.

- Yo te cuidaré y apoyaré.

- No te puedo pedir algo así.

- No lo hago por ti – me senté a su lado – lo hago por mí, porque eres mi amiga, además fue lo último que le prometí a Pietro, yo te cuidaré Wanda, siempre seremos las mejores amigas con Nat – solo me abrazó – vamos, todo saldrá bien – salimos juntas de la habitación para ir a ver a papá.

En la sala de conferencias, observamos que estaba papá, Steve, Nat, Visión, Sam, el tío Rhoedy y el secretario de estado, el coronel Ross, nos invitó a tomar asiento y empezó a explicarnos sobre lo que habíamos ocasionado, todos los daños ocasionados.

- Las señoritas Maximoff y Stark son peligrosas, son personas alteradas, que no pueden caminar tranquilas por la calle como unas ciudadanas comunes, ya vimos lo que paso con Maximoff en Lagos – me vio – he leído reportes que relatan sus habilidades, Srta. Stark, es una bomba andante ¿Qué tal si no se controla? ¿quemaría todo a su paso? – recordé cuando Loki hablo sobre el Juicio del Fénix, así como mis incidentes, solo me quede callada, después empezó a pasar videos de personas que se encontraban a los alrededores de los acontecimientos en New York, Washington, Sokovia y Lagos, Steve notó que todo ello nos afecto a Wanda y a mí.

- Bien suficiente ¿a dónde quiere llegar con todo esto? – dijo Steve.

- A esto – dijo el coronel, sacando un enorme libro y se lo alcanzó a Wanda, ella me lo dio, yo se lo di a Steve – son los acuerdos de Sokovia, un total de 117 países están de acuerdo, ustedes solo operarán bajo un panel formado por la ONU, deberán firmar los acuerdos.

- ¿Qué pasa si no lo hacemos? – dijo Steve.

- Pues se retiran, ya dejé la carta sobre la mesa – dijo firmemente el coronel para retirarse, en silencio todos fuimos a la sala de nuestra área.

- ¿Qué haremos Steve? – preguntó Sam – porque estoy seguro de que nos empezaran a seguir como ratones.

- No es un juego, Sam – dijo el tío Rhoedy – son 117 naciones – siguieron conversando entre ellos, Visión y Steve, para mi gran sorpresa mi papá estaba callado.

- Papá, es algo inusual que no nos honres con alguna opinión tuya – volteó a verme.

- Es porque ya decidió que hacer – dijo Steve.

- Me conoces tan bien, Cap – dijo parándose del sillón y acercándose al fregadero – quién pone restos de café en el triturador, esto no es un hotel para pandilleros – saco su celular para mostrarnos la foto de un chico – por cierto, él es Charles Spencer, un chico bueno y muy inteligente, pero antes de encadenarse a un escritorio, quiso ver el mundo, no quiso ir a Las Vegas como lo hubiera hecho, sino quiso construir casas para los pobres, adivinen en dónde, en Sokovia y nosotros le echamos un edificio encima con un estilo tan heroico, yo tomé mi decisión, firmaré, sino lo hacemos seremos igual que los malos.