Capítulo 119.

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- Hola – cojo mi móvil aún algo somnolienta, hecho un vistazo al reloj de mi izquierda, es cerca de medio día y yo sigo tumbada en la cama.

- Oh, Crowell…  ¿aún dormías? – dice Calum burlón al otro lado de la línea.

- Sí, buenos días, amanecí bien, que gusto que preguntes… - digo sardónica.

- Ya, vale, no seas tan dramática…

- Supongo que llamas porque te has enterado de la nueva…

- ¿Qué mi mejor amigo y tú celebraron su aniversario en el cementerio,  venga, algún día quisiera ser tan romántico como ustedes.

- Nada como una buena ración de sarcasmo por la mañana – digo con falsa alegría.

Calum ríe.

- Me refería a la nueva, que lo “nuestro” sube de nivel.

- Oh, sí, de eso también ya me enteré, ayer por la noche, al parecer tu novio a diferencia de mí no puede esperar hasta la mañana para telefonear a alguien.

- Igual, tú me despertaste – suelto un sutil reclamo.

- Sí, pero los humanos normales no duermen hasta el mediodía.

- Los domingos si…  - me acurruco de lado sobre mi almohada, realmente aún tengo sueño.

- Bueno, floja, aun así necesitaba hablar contigo y es mejor que me dé prisa, no tarda en salir de la ducha…

-¿Quién?

- Ashton, tu novio, mi amigo, el chico que te da besos con lengua, sabés que tengo razón.

- En lo de novio si, en lo de besos con lengua no.

- ¿Besos con lengua? – todo el color que obtuve por el comentario de Calum desapareció cuando escuche la voz de mi papá y lo vi en mi puerta con una ceja arqueada.

- Paph..ph.. papá – tartamudee y él comenzó a reír.

- Pero si te has quedado pálida.

No sabía que decir, escuchaba a Calum llamarme desde el otro lado de la línea.

- No, yo no… - intenté explicar, pero no sabía que explicar.

- No creas que te espió, vine porque escuché tu risa y quería saber que te había despertado de tan buen humor… - mi papá ahoga una risa – sólo que no esperaba esos de los besos y las lenguas.

¿Qué se le dice a tu papá en un caso como este? ¿por qué no se abre la tierra y me traga por lo que resta del día?

- ¿Con quién hablas?

- Con Calum… - mi papá hace una mueca, de broma o en serio, estoy muy desorientada para definirla.

- Ahora lo entiendo – ríe una vez más – vale, te dejo seguir con tu llamada, cuando termines baja a desayunar – mi papá vuelve a la puerta y antes de cerrarla asoma su cabeza – oh, y _____...

- ¿Si?

- Nada de besos y lenguas juntas, ¿vale? – dice lo suficientemente alto como con intención de que su voz se escuchara a lo alto del otro lado de mi llamada.

Me limito a asentir exageradamente intentando recuperar la expresión natural de mi cara, pero ésta sigue contraída por la vergüenza. Escucho la risa de Calum cuando pego mi oído nuevamente.

- Ya escuchaste a papá – sentencia – nada de besos y lenguas juntas

- ¡Eres un tonto! – le digo con notable irritación.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora