Capítulo 54.

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- ¡_____! ¡Mueve tu perezoso ser cariño! – Me grita mi papá – ¡no quiero llegar tarde!

- ¡No me grites! – me quejo.

- ¡No te estoy gritando!

- ¡Lo estás haciendo ahora! – contradigo mientras hago movimientos de contorsionista para intentar cerrar la cremallera de la espalda del vestido.

- ¡Pero es para que me escuches ______! – se defiende mi papá.

- ¡Ya te escuché! ¡Deja ya de gritarme! – desde que llegó mi papá y más específicamente desde que me contó sus planes me he comportado un poco como una completa bestia malcriada, no suelo ser así, bueno, no con él, pero creo que es el precio que le hago pagar a mi papá por llevarme a ese tonto evento de beneficencia que ya me pone de malas, y si como eso no fuese suficiente se las ha dado de casamentera y ha encajado al hijo de su socio.

- Solo date prisa – lo escucho decir detrás de mi puerta – y no creas que no sé lo haces.

- Es un precio justo para mí – berreo – además, desahogo mi bestia interna contigo para no hacerlo con el pretencioso hijo de papi con el que me estás liando.

- No lo conoces.

- Tu tampoco – si, allí está la cría malcriada de 5 años en un cuerpo de 17.– ya… no quiero discutir…

“¡Ay si! No quiere” ha de haber pensado mi padre.

- …no tardo, relájate.

- No sé ni porque lo intento – se lamenta pero parece como si le lo dijera a sí mismo – te espero en el auto.

Finalmente logro subir el cierre del vestido, lo cual parece ser lo único bonito de la noche, cojo mis zapatos y lleno con básicos mi cartera de mano. Mis dedos chocan con mi móvil y la pantalla brilla, noto que tengo un mensaje que como por arte de magia desaparecen mi bestia y me marca una gran sonrisa en la cara.

“Hace una semana exactamente, casi a esta misma hora, estaba en la puerta de tu casa, sin aliento, preguntándome si hacia lo correcto y tu usabas es precioso vestido negro… Fue entonces cuando comenzamos a recorrer este camino. No puedo sacar tu sonrisa de mi mente, ni dejar de pensar en tus ojos todo el tiempo, eres hermosa pero ni siquiera lo intentas. Esta noche dormiré y al despertar es muy probable que no seas lo primero que mire como hace una semana, pero te puedo asegurar que serás lo primero en lo que piense. Mi amor, eres lo más hermoso y bueno que tengo, gracias por dejarme entrar a tu vida y a tu corazón… TE QUIERO _____”

Ahogo un pequeño grito de felicidad y giro por mi habitación abrazando mi móvil contra mi pecho como si tuviese un pedacito de Ashton conmigo. Me siento tan viva, como hace tiempo no lo era. Nunca creí que sería esa clase de chica que, ustedes saben, se enamorara y de esas cosas cursis. Aunque en esta relación he de confesar que el más expresivo es Ashton e incluso cuando me encanta en algún momento tendré que responderle o más bien hacerle saber lo mucho que lo quiero de la misma manera en que él lo hace, Ashton ha sido algo nada común para mí y el hecho es que me encanta, me encanta tenerlo, saber que puedo contar con él, que alguien piensa en mí, confiar y sentirme querida…

- ¡Que conste que no te estoy gritando, pero se hace tarde! – me vuelve mi papá a la realidad y me apresuro a bajar…

- Ya estoy lista, no encontraba mi móvil – le digo tan de buen humor y gentilmente que me sorprende a mí misma.

Mi papá enarca una ceja y parece extrañarle.

- Cómo es que hace unos segundos tu… y ahora – mi papá se rasca la cabeza y ríe – adolescentes…

- Dicen que somos una bola de hormonas cambiantes e irreverentes… - bromeo.

- Luces preciosa.

- He de admitir que tienes buenos gustos… - le digo – pero ya vamos, que se hará tarde, no queremos hacer esperar a tu socio y su “encantador” hijo.

Mi papá solo ríe y salimos de casa..

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora