Ashton.
Sé que puse esa sonrisita estú-pida que sólo ella consigue conmigo pero no me importó. Me envió una foto de ella rodeada de niños y otras personas del hospital con quienes decidió compartir su víspera de navidad, los envidio tanto por tenerla a ella. El mensaje de la imagen decía:
“boa me na me mmoa wo. Hoy pasé el día con estas personas en el hospital, ayudarlos mientras ellos me salvaban de otra patética navidad ha sido la mejor forma de pasar este día. Mi papá y yo iremos a casa a comer pizza y helado mientras vemos películas. Todo sería perfecto si no me faltaras tú. Te amo, los días sin verte se me hacen eternos, feliz navidad.
Eso es lo que me encanta de esta chica, me siento un charlatán a su lado, _____ si cree en algo va por ello. Acaricio sobre la tela del traje que llevo puesto el área donde está el tatuaje, yo soy el tatuado y ella quién ha hecho algo al respecto. Ahora me siento patético sentado en la mesa lujosamente decorada, luchando por no olvidar para que es cada cuchara y pretendiendo que los invitados me agradan. Es como si mi mundo de siempre ya no fuera suficiente y el mundo que quiero se encuentra al lado de la chica que ha pasado todo el día ayudando a las personas en el hospital haciendo de la navidad algo más que un día de pretensiones y de quién compra el vestido más costoso.
Ni siquiera sé porque mamá invitó a mi tía Rose, a ella no le agrada su prima, casi siempre terminan discutiendo, sus caracteres son tan iguales que las vuelve bomba de tiempo, el tío Martín es muy agradable igual que el primo Carlo, sin embargo Toni suele ser un dolor de muelas.
Pero mis abuelos están aquí, eso me hace sentir mejor, sé que ellos al igual que yo no están viendo que tan caro será el vino que beberemos, simplemente están felices porque estamos con ellos. Me aferro a esa idea. Le respondo a ______.
“Tú, amor mío, eres asombrosa. Recuérdame, ¿cómo es que soy el afortunado que robó tu corazón? ya te imaginé diciendo “que cursi” y ya me imaginé respondiéndote “es tu culpa por enamorarme”. No sé cómo haré, pero estaré allí el 27 para tu cumpleaños o me dejo de llamar Ashton Fletcher Irwin. Además debo de entregarte tu regalo de cumpleaños y de navidad. Te amo."
Su respuesta es casi inmediata.
“¡¿Hablas en serio Ashton?! ¿Dejarás tu casa y vendrás a la ciudad? no es que me moleste, pero no me gustaría que tuvieses líos por mi culpa. Pd: no es necesario que me compres nada, si vienes, será mi mejor regalo.”
Me la imagino sonriendo y entusiasmada por la idea de verme que no puedo evitar volver a sonreír, sé que es pretensioso, pero me gusta saber que ella me extraña… aunque claro, yo siento que mi vida es la misma mi.er.da de siempre si no estoy a su lado y eso sí que es enfermo.
“Hablo en serio como Gorbachov y la perestroika. No dejaré mi casa, ______, voy a volver a ella, voy a volver contigo. Pd. Yo soy un bono extra, tu regalo no está a discusión. Pd2. ¿Te he dicho lo mucho que te amo y necesito? Pd3. Te amo y te necesito.”
Sé que estoy siendo un jodido cursi de mi.er.da pero no me importa pues quiero hacerle saber lo mucho que la amo y lo mucho que ella significa para mi.
- Bueno, Ashton, cielo, deja ese aparato de una vez, pareces más interesado en él que en tu propia familia…
- Cielo… - le dice mi padre.
- Es que míralo – le reprende ella - ¿quién es más importante que tu propia familia?
- Ya no tiene 5 años – contesta mi padre.
- Tú eres otro, siempre con el móvil, es un milagro que no estés llamando a no sé quién ahora.
- Lo lamento mamá – digo yo en un intento por relajar las cosas – ya lo apagaré.
Lo deposito en el bolsillo interno de mi saco. Pero ella no cambia su postura o expresión.
- Vaya, no deberías exagerar tanto – comenta mi tía Rose y todos nos ponemos tensos, sabemos lo que sigue, lo hemos estado esperando desde que sabíamos que nos juntaríamos.
- No te metas en esto Rose.
-…Ya, tranquilas, es noche buena – interviene mi abuela – estamos juntos nosotros y eso es lo que debería importarnos...
- Ay mamá… – se intenta quejar mi madre.
- Sin protestas, quizá a ti no te importe desperdiciar en enojos una noche como está pero a tu padre y a mí sí, no sabemos cuántas más noche buena nos permitirá la vida y no pienso desaprovechar ninguna.
Nadie dice nada. Ni nosotros, ni la tía Rose, ni mamá que siempre tiene algo que decir.
- Entonces… ¿ya podemos comer? – pregunta mi hermano Harry y todos reímos liberando finalmente la tensión que había en el aire.
