mi profesor 》irwin.

Capítulo 136.

________.

- Al fín volvieron, ya los iba a ir a buscar - dice mi papá en cuanto llegamos.

- Lo siento sr Crowell - se disculpa Calum - Debo ir a ver Luke - me dice a mi.

- De acuerdo.

Luego de charlar un rato con mi padre, veo a Ashton acercarse a nosotros.

- Hola ______, ¿qué te ha parecido la fiesta? – me pregunta Ashton muy propio.

- Ha sido muy linda, Sr. Irwin – respondo tan solemne que seguro él hace un esfuerzo muy grande por no reventar a carcajadas.

- ¿Sabes dónde se ha metido tu amigo? – Interviene mi papá – _____ está que muere por bailar y no puede hacerlo. 

- Me temo que no podrá volver a la fiesta, en cuanto llegó con Luke, ha sido el escogido por su tío Josh para ser su pupilo y escuchar todas sus historias de su juventud mientras cuida de que ya no ingiera más whisky – dice divertido – pero si quieres bailar _____, puedo ofrecerte mi compañía… también quiero bailar, pero no quería entrar a la pista solo… claro, si tu quiers

- Errr… - gruño y estoy segura que tengo cara de estupefacción.

- Mira _____, ya tienes con quien bailar…

- No estoy segura… - digo, esperando de que Ashton entienda el mensaje subliminal, ¿acaso quiere ponerme al límite hoy?

- Venga, es el amigo de tú novio... - argumenta mi papá para convencerme, eso me hace sentir vomitivamente peor.

- Entenderé si no lo crees correcto, ______, mi intención no es incomodarte… - dice Ashton incorporándose de la mesa. Cierta decepción sutil tiñe su voz.

- _____, mira, sé que es tu profesor y eso llegue a incomodarte, pero quizá fuera del colegio pudieses comenzar a tratarlo con un poco más… no sé, de confianza.

 Jajaja.

 - No es eso, sólo no quiero bailar… - le gruño a mi papá.

- _____, yo no críe a una grosera, Ashton te ofreció bailar y tú lo rechazaste.

- Es tu culpa, tu le dijiste que quería hacerlo cuando bien sabes que yo no bailo.

- _____ Crowell… - dice un poco más severo – hablo en serio.

- Papá… - casi suplico, es como un “papá, no lo voy a resistir y me lo voy a cargar a besos en plena pista de baile” pero no creo que me quede de otra, él piensa que estoy siendo grosera y podrá soportarme cualquier cosa, menos eso – vale, iré a parecer un ciervo recién nacido intentando coordinar allá mientras intento no enterrar mi tacón en el Sr. Irwin.

 Él sonríe con satisfacción.

- Sr. Irwin – le hablo a Ashton quien se detiene en y gira sobre sus lustrosos zapatos – ¿podría bailar conmigo? ¿por favor?

 Casi puedo ver su sonrisa en esa mueca que contiene.

 - ¿Cómo? – pregunta, me hará decirlo de nuevo.

 - Que si puede bailar conmigo, sólo un par de canciones… claro, si usted…

- Seguro – dice amablemente, ver ese brillo en sus ojos me hace querer sonreírle como boba, ¿por qué disfruta de ponerme al límite con situaciones como esta?

 Me quito el abrigo y lo dejo en la silla al cuidado de mi papá. Está casi esperando a que me vuelva para sacar su móvil.

- Oh, grumpy, que le digas Sr. Irwin es un tanto raro, vamos, no están en el colegio, ¿y si intentas llamarlo por su nombre? – sugiere mi papá y yo niego con la cabeza.  

- Claro… - es lo único que le digo.

- ______ - dice Ashton caballerosamente mientras me tiende su mano y yo la tomo para dejarme guiar por él. Ya no lleva su saco, sólo la camiseta negra de mangas largas que hacen lucir a su piel más clara de lo que en realidad es, pero que le va tan bien.

 Sentía como si el corazón se me fuera a salir del pecho de un momento a otro y como el contacto de mi mano con la suya mientras caminábamos entre las personas me quemaba inyectando una sensación de adrenalina tan intensa que me hacía temer no poder controlarla. Lo veía también en sus ojos, se sentía igual que yo, con miedo de dar un paso en falso pero con la temeridad que nos daba nuestro pequeño logro, estábamos en medio de este montón de gente que nos conocía y estábamos juntos. ¿Por qué está tan obsesionado con correr riesgos como este? quizá porque esta pequeña satisfacción es un pedazo de paraíso.

 El ritmo que tocaban era lo bastante movido y tropical como para saber dos cosas: Ashton y yo mantendríamos cierta distancia corporal. Yo haría el ridículo al intentar bailar.

 Ashton con su gracia usual comenzó a moverse y yo parecía un tanto indecisa de que debería hacer con mi cuerpo. Él lo notó porque volvió a tomar mi mano y de cierta forma guiar mis pasos. Resultó, poco a poco el ritmo de las notas parecía inundar mis oídos y decirle a mis extremidades como moverse. Aunque claro, Ashton era un millón de veces más ágil.

 Era la última hora del DJ por lo que era ya un popurrí de canciones de ritmos distintos. Gradualmente comencé a sentirme muy cómoda con Ashton, bueno, mejor dicho más relajada intentando bajar la guardia tantito. Ambos éramos dos personas más bailando. Nada del otro mundo para el resto de las personas.

 La música llegó a la parte lenta y Ashton lentamente entrelazó sus dedos en mi mano y la otra la coloco en su hombro mientras rodeaba ligeramente mi cintura. A comparación de la terraza, manteníamos nuestra distancia, aún así yo podía sentir como su corazón latía fuertemente tanto como el mío. La música comenzó a guiar nuestros movimientos, suave y segura. Sus ojos me decían todo lo que sus labios no podían pronunciar, con ellos besó y abrazó mi alma, les dió refugio y calidez. Él es Ashton. Él es mi novio, a veces mentalmente desorientado, imprudente, amante de correr riesgos como ponernos juntos en una pista de baile llena de gente, el mejor cocinero del planeta, un alma victoriana amante del romance y de los buenos libros.

 Se inclinó ligeramente hacia mí, con esa apariencia de su rostro que lo dice todo, lo suficiente para que sólo yo lo escuchara.

- Te amo – susurró y yo sabía que era verdad. 

Sus palabras sinceras en ese momento tan nuestro serían una de las que se repetirian una y otra vez en mi mente rompiendome en mil pedacitos, pero en ese momento no lo supe, Simplemente era feliz.