mi profesor 》irwin.

Capítulo 42.

Mi corazón se hace tan pequeñito, estrujado por las palabras de Ashton… Nos vemos directamente a los ojos y mi razón, la aguafiestas de mi razón me dice que debo salir corriendo, pero aquí, en mi casa, sin que el resto del mundo importe, sé que de huir no llegaré muy lejos pues este hombre me atrae a él en tantos sentidos, soy como una pequeña aguja queriendo huir de un imán, y por primera vez puedo decir que quizá no soy la única que siente eso.

- ¿Y ella lo sabe? – pregunto a Ashton fingiendo ingenuidad, odio que mi voz suene nerviosa pero enserio hago un gran esfuerzo por contener todo este revuelco de emociones que él provoca en mi.

- Quizá, es algo cabeza dura y no te deja las cosas por la vía fácil, pero quiero creer que si…

- ¿Y por qué no se lo dices? – insisto. Ashton sonríe.

- Porque “los amorosos callan”…

¡Perfecto Ashton! ponte a citar a Jaime Sabines… más entiendo lo que está haciendo.

- “El amor es el silencio más fino” – continúo y por la reacción de Ashton parece que he respondido lo que esperaba.

- “El más tembloroso… - agrega él – el más insoportable”

-  Pero “en un beso sabrás todo lo que he callado”

- Eso no es lo que sig...

- Si – lo interrumpo – ya sé.

Una mirada soñadora ilumina a sus bellos ojos ámbar, él ha dado tímidamente el primer paso en esto por lo que siento que ahora el resto me corresponde a mi…

- Bésame – digo casi como pidiendo un deseo, deseo que no debo pedir dos veces.

Ashton me rodea de la cintura con sus brazos tan fuertemente como sí se asegurara de que no escape, más eso, obviamente, no está en mis planes, su pecho cálido contra el mío, mi corazón va tan rápido que casi puedo escuchar su latir, nos dedicamos una ultima mirada, y ya nada importa. Cierro mis ojos y cuando creí que mi corazón no podía ir más rápido se detiene al recibir los labios de Ashton que dulcemente se entregan a mí. Esa corriente eléctrica recorre mi cuerpo, erizando cada fibra de lo que soy, Ashton es suave pero parece contenerse… y no quiero que lo haga, llevo mis manos a su cuello y lo beso tal como deseo, libre de sentirlo mío, solo mío, apasionadamente como verdaderos amantes y veo que el también lo desea, entonces necesitamos respirar...

- Te quiero _____ - dice Ashton y mi corazón da un vuelco de alegria al oirlo pronunciar esas palabras, con respiración agitada, me toma del pelo y pone nuestras frentes juntas – y esto parece una locura – veo a la duda volver a inquietarlo así que lo tranquilizo a su manera.

- “los amorosos son locos, sólo locos…” – susurro en sus labios y él sonríe, y me da un pequeño besito en los labios, y me encanta, me encanta todo él. – Te quiero Ashton y si esto es una locura, no importa, no me importa estar loca siempre que puede estar a tu lado...

No puedo decir nada más, Ashton ha tomado mis labios nuevamente, me rodea con un brazo y con el otro sostiene mi cabeza, en sus labios aún siento el fresco sabor del té helado, lo beso más, con pasión, con cariño, con todo esto que me hierve dentro... y él me besa a mi, con la misma intesidad que yo lo hago, como si igual que yo lo hubiese deseado por mucho tiempo.

Después de besarnos tanto como podemos nos separamos lentamente y nos miramos a los ojos diciendonos todo con ellos. No sabemos si es correcto, pero si estamos seguros de que es lo que queremos. Ashton me rodea con brazo y con el otro me sujeta las piernas levantandome facilmente, lo sujeto del cuello sin cuestionar nada. Se sienta en el sofá y me acurruca sobre de él y yo pienso que no hay mejor lugar en donde quisiera estar. Me abraza y yo lo abrazo, nos damos un pequeño beso más.

- _____ - me dice Ashton y levanto la mirada - hasta hace unos días no creí que podría volver a ser tan feliz como me siento hoy aqui contigo en mis brazos, con tus dulces labios besandome, la idea de que esto no es correcto me atormenta... pero imaginar no tenerte es algo que me aterra asi que estoy dispuesto enfrentar al mundo entero por tenerte a mi lado, solo respondeme esto: ¿me quieres?

Coloco mis manos en su rostro para mirarlo fijamente a los ojos.

- Si... Ashton, te quiero.

- Eso es todo lo que necesitaba saber... - sonríe y me regala un beso más, de esos que provocan un papaloteo en mi estomago y aceleran mi corazón. No sé si estemos haciendo bien o mal... lo único que sé es que todo ha cambiado.

Esta noche no no hemos dicho te amo, pero, bueno, "los amorosos callan"