Capítulo 62.

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Sola y tonta. Así es como me siento y eso en ninguna forma podría ser bueno. ¿Lo peor? Es que creo merecerlo. No veo a Ashton desde el miércoles cuando en el calor de la pelea deje el aula, los jueves no tengo clases con él por lo que solo lo vi cuando dejaba la sala de profesores, al parecer ha aceptado la oferta de la Lic. Noelia en unirse al resto de los profes… donde no hay interrupciones, más cuando esas interrupciones tenemos el nombre de _____.

Ninguno de los dos da señales de querer arreglar las cosas que para empezar ni siquiera tengo muy claro cuando se volvieron tan caóticas, en fin, me encuentro sentada en mi esquina, en la última fila, sin Keyttlin, a solas con mi estúpido orgullo.

Me siento triste, ese es el problema con haberme permitido ser feliz, pues esa sensación no es perpetua y yo lo sabía, pero no me importo, me dejé llevar y ahora eso vuelve mi tristeza aún más miserable e intensa.

La clase comienza y Ashton no me trata como si estuviera molesto, ni siquiera me ignora… ahora es mucho peor, me trata normal, como a cualquiera de mis compañeras, como una de sus alumnas más. Da su clase, comenta, argumenta y nos hace tomar notas… todo tan normal que me enferma. ¿Lo más estúpido de todo esto? Que yo podría hacer algo para cambiar las cosas y no lo hago.

- Recapitulando de manera general – dice Ashton, está sentado en el escritorio como ya le viene haciendo costumbre - el evento detonante de la primera mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 lo que precipitó la declaración de guerra de Austria contra Serbia… ¿qué más me pueden decir de esto?

- Que debido a la tensión que ya existía entre los países podría considerarse la muerte del archiduque como el pretexto perfecto para que iniciara la guerra – respondo sin siquiera solicitar permiso de hablar pero recibo la atención de Ashton.

- ¿Estás diciendo que solo querían un pretexto para hundirse en guerra? – me cuestiona.

- Quizá, hay cosas que no se pueden cambiar y están en el enfoque incorrecto desde un inicio y cualquier tontería las hace explotar – suelto a replica.

- Bueno, todo pudo haber sido diferente y haber funcionado mejor si Austria no hubiese exagerado tanto las cosas hasta el punto de declarar la guerra a Serbia.

- ¿Qué me dice entonces de Serbia? Tampoco es muy inocente que digamos – argumento, este pequeño debate poco a poco se torna menos pertinente a la primera guerra mundial – mire que ir corriendo a los brazos de Rusia solo porque tuvo problemas con Austria no le quita culpa, quizá solo agravó las cosas.

- Serbia no salió corriendo, solo solicitó apoyo a Rusia con los problemas que tenia con Austria, además solo era una situación protocolaria que Austria malinterpretó y exageró todo nuevamente metiendo al ruedo también a Alemania.

- Serbia fue el culpable, sabía que las cosas necesitaban arreglo y ¿qué hacen? Mandan a matar al Archiduque de Austria.

- Eso no fue culpa de Serbia, fueron especulaciones hechas por Austria que quiso ver lo que quiso ver y nada más, declaró la guerra y quiso someter a Serbia a sus caprichos sin siquiera considerar el dialogo.

- ¡Lo hizo! Serbia no quiso escuchar – exclamo y para ese punto tenemos a todos en el hilo del pequeño debate. Consuelo levanta la mano y todos giramos la vista a ella.

- Quizá el problema no haya sido Serbia “o” Austria - dice ella - si no Serbia “y” Austria, si ambos hubiesen arreglado sus diferencias sin intentar someterse un país con otro y simplemente coexistir como países cercanos que eran no hubiese existido necesidad de ir a guerra. Para mí que ambos países actuaron incorrectamente, pero su verdadero error fue no reconocer que se equivocaron.

Toda la clase está tan metida al lote que empiezo a recapacitar sobre que tan prudente fue este debate que a pesar de ser sobre la primera guerra mundial lo sentí muy lejano respecto a ello. Pero el último comentario de Consuelo ha valido para cerrarnos el pico a mí y a Ashton. Ella parece estar hablando puramente del tema sin especular los alcances que tomo para mí y para Ashton.

- Vaya, que intenso, como que empieza a gustarme la historia – bromea Wesley rompiendo el silencio y una risita se les escapa a la mayoría. 

Ashton baja de su escritorio y toma asiento en el lugar natural para sentarse: la silla. No dice nada, pero creo saber cómo se siente, pues un sentimiento parecido a nacido en mi.

- Buenos días Jóvenes – saluda el prefecto Guillermo ingresando y recibe un “buenos días” coral a respuesta

- ¿Qué pasa Guillermo? – pregunta Ashton.

- Vine por alguien, Irwin – le responde - _____ Crowell, la buscan en control escolar, ¿puede salir de tu clase?

Ashton se limita a asentir con la cabeza.

- _____, lleva tus cosas, parece que te retiras – me dice el prefecto y me intriga pero obedezco, guardo mi libro en la mochila, tomo las hojas de mi tarea y las dejo en el escritorio de Ashton antes de salir con el prefecto Guillermo. Él solo mira a un punto ciego de la habitación como inmerso en sus pensamientos.

Al llegar a las oficinas de control escolar me sorprende ver a mi papá allí.

- ¿Qué haces aquí papá? – le pregunto sin intentar ocultar mi intriga

- Hola corazón, buenos días, me encuentro bien, nada nuevo… - bromea haciéndose el digno.

- Te dejé de ver hace un par de horas cuando dejamos la casa, no seas exagerado – le regaño y mi papá ríe.

- Bueno, ya, grumpy, deberías estar contenta porque te saqué de clase – Era la clase con Ashton, y aún cuando las cosas andan tensas no me alegra de ninguna forma salir de su clase.

- Eso no funciona conmigo, a mi me gustan mis clases.

- ¿Desde cuándo acá?

- Aún no me contestas para qué has venido.

- Vine por ti, nos vamos a Monterrey el fin de semana.

- ¿Qué? – exclamo – ¿y eso cuando lo decidimos? – digo irónica puesto que yo no estaba enterada.

- Llegué a la empresa y tuvimos una junta “flash” sobre lo del nuevo proyecto que comenzamos con la compañía de Paul, necesitamos un tercer inversionista y nuestra mejor oferta se encuentra allá. Por eso necesito viajar el fin de semana, fue algo de último minuto.

- ¿Y qué tengo que ver yo con todo eso? me debo enganchar al hijo de alguien o… - suelto ácidamente.

- Ya me lo estás tirando en cara _____ - se queja mi papá – pero bien que vi lo poco que te desagrado el hijo de Paul.

- ¿De qué hablas? tu y él Sr. Paul parecían drama-queens, ya casi los vi planeando la boda y consiguiendo las argollas. Conozco al mejor amigo del hijo de Paul,  podría decir que Paul lo quiere como a un hijo.

- ¿Quién es?

- Mi profe de historia, Ashton.

- Vaya, veo que estás bien informada – bromea.

- Ignoraré eso – le digo – el punto es que si lo llevé bien con Calum es porque tuvimos algo en común con lo cual iniciar una charla.

- Bueno, no sé a qué viene todo esto, pero en fin, _____ “cabeza dura” Crowell, no te quiero llevar conmigo por nada de eso que tu cabecita loca está generando. Quiero que vayas conmigo porque no quiero dejarte sola.

- Pero me he quedado sola antes – argumento.

- Ese no es el problema, _____, no puedo dejarte tanto tiempo sola, créeme, no tenía planeado volver a salir tan pronto pero todo esto se ha vuelto muy exigente…

- Papá, yo no tengo problemas con quedarme sola en casa, además, tu vas por cosas de trabajo, lo cual es sinónimo de que yo voy a pasar el día entero encerrada en un cuarto de hotel.

- Pero si pasas el día entero encerrada en tu habitación – argumenta mi papá.

- Esa es mi habitación, con mis cosas, en la tranquilidad de mi casa, sin necesidad de equipajes y maletas… papá, a lo que voy es que no debes de preocuparte por mí, sé que debes cumplir con tus responsabilidades, y yo tengo las mías acá, ya habrá tiempo para pasar juntos

- ¿Entonces no irás conmigo?

Inclino mi cabeza a un lado y le sonrió.

- Tomaré eso como un no – me dice rendido – me asusta lo persuasiva que puedes ser.

- No te creas, no con todos funciona… - digo casi para mí misma.

- De acuerdo, ganas, pero ya sabes, cuídate mucho, no abras la puerta de la casa después de las 8:00 pm, si no quieres lavar la ropa envíala a la lavandería y que lo anoten a mi cuenta, _____, come, si no quieres prepararte algo entonces cómprala, te dejo dinero suficiente en la cajita de mi cuarto, te dejo el coche, úsalo con cuidado, pero úsalo, no me gusta que luego camines sola…

Después de un millón de las instrucciones de mi padre, las mismas que siempre da antes de salir, nos despedimos.

- ¿Quieres que te regrese a tu clase?

- No creo que sea necesario, ya están a punto de timbrar para el receso, mejor voy directo a la cafetería.

- Perdón por haberte sacado, no me gustaría que el amigo del hijo de Paul pensara que soy uno de “esos padres”.

Asiento gentilmente, pues no sé a qué se refiere.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora