mi profesor 》irwin.

Capítulo 175.

Comienza a leerme lo que hay.

 Hace unos días

Hubo un concierto de tu banda favorita

Pensé en lo bonito que sería ir juntos

Y en lo mucho que te gustaría

Pero estábamos en ciudades distintas

Y yo había roto tu corazón

 Te amo y he sido un idiota

Lo supe en el avión

Cuando rompí mis promesas

Y mis manos se sintieron vacías

Y mi corazón se sintió solo

Y yo sentí que moría,

Pero seguía vivo, y eso era aún peor.

 Te dejé.

Me dije que fue por amor,

supe que era por cobarde

‘Si amas algo, déjalo ir’

Sólo lo decimos lo cobardes.

 No te merezco

Es verdad

Porque tú eres hermosa

Y valiente

Y noble

Y sabía

Y no mereces un cobarde

Aun cuando este cobarde es un idiota que te ama

Porque solo tu piel es la más suave

Y tus besos los más dulces

Y tu compañía la única que me hace sentir vivo

Lo sabe mi corazón muerto

Que se rompió al dejarte  bajo la llovizna

El primer día de los peores de mi vida

Me odié por eso

Y pagué el precio de mi cobardía

Pues regresé a ese mundo de máscaras

Que no hacían más que recordarme tu ausencia.

 ¿He dicho ya que he sido un idiota?

Sé que rompí mis promesas

De estar a tu lado

De protegerte siempre

De no hacerte daño

Pero la de tu cumpleaños 18,

Esa la cumplí

Mira que no fue difícil

Porque yo no dejé de amarte

(Ni un segundo, ni un instante)

Sin importar cuanto necesité lo contrario.

 Así que aquí me tienes

Amándote

Como un loco desesperado

Sé que no fui el príncipe encantador

Con actos de amor extraordinario

Ni un caballero de noble armadura

Con proezas heroicas

Fui un débil humano

Imbécil

Cobarde

Pero enamorado de ti

De tu suave voz

De tus lindos ojos

De lo hermosa que era la vida a tu lado

Con tus palabras siempre sinceras

Y tu amor, que es el único que quiero.

 ________

Mi _______

Sé que me equivoqué

Dejé que mis miedos me separan de ti.

No sé cómo arreglarlo

Y quizás ya no pueda

Lo aceptaré

Más no dejaré de luchar por tu amor

Porque quiero que sepas

Que mi vida

 Nunca jamás será vida

Si me faltas tú.

 El último aliento de mi alma sale en un suspiro ahogado.  Estamos en un círculo de gente, compañeros, bueno, excompañeros del colegio. Me miran con intriga, tan atónitos como yo por lo que acaba de ocurrir.

 — Sé que un tonto poema no repara todo lo que hice, pero te amo, te amo ______. Y voy a estar todos los días luchando por ti y voy escribir mil poemas más si es necesario para recuperarte.

 — Yo no quiero mil poemas más — le digo — ponte de pie, Ashton, por favor.

Él me mira temeroso y decepcionado, bajando el ramo de flores. Los entrometidos de mí alrededor comienzan a murmurar, supongo, cosas nada agradables sobre mí.

Doy un paso hacia él de manera determinada, mi corazón se derrite por lanzarme a sus brazos, más ahora, que me ve con esos ojos tristes, pero mi razón es más fuerte y ésta me incita a nada bueno.

Por lo que lo siguiente es mi mano estrellando contra su mejilla de manera sonora, casi como el grito ahogado de los entrometidos que nos observan ya con descaro.

Ashton me mira confundido.

—Eso es por haber sido un completo idiota — le digo furiosa — por creer que alejarte de mí me iba a ser bien.

Él tiene su mano sobando donde asesté el golpe. Me acerco más.

— Y esto es porque, demonios, cuanto te amo aún.

Casi puedo verlo sonreír antes de atrapar sus labios. Creo que por el chillido de todos bien pudo ya haberles dado un paro cardiaco. No me importa en lo más mínimo esos ahora.

Ashton me toma de la cintura y acepta mi beso con desesperación. O quizá soy yo. No, creo que somos ambos. Cuelgo mis brazos en su cuello y siento su respiración acelerada, su piel tibia contra la mía. Acuno su rostro con mis manos y siento húmedas sus mejillas.

Separamos nuestros labios, pero no nuestros cuerpos y nos sonreímos, ambos tenemos lagrimas brotando por nuestros ojos, pero estas saben tan diferentes.

Ashton pasa suavemente su pulgar por mi mejilla

— No más lagrimas — me dice con ternura — bastan las que por vos tengo lloradas.