Capítulo 130.

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- Agradecemos mucho a todos ustedes por haber acompañado a mi hijo Luke en otro de sus cumpleaños. - dice su padre.

Todos los presentes aplaudimos y Calum, y Ashtone comienzan a vitorear a su amigo. Nos roban una risa, pero entonces la madre de Calum los reprende, es como si fueran pequeños una vez más.

Esperaba encontrarme con una mujer diferente a la que veo, esperaba que fuese una pequeña mujer dulce y cálida, del tipo que un comercial de sopa casera utilizaría para presentar su marca al mundo. Quizá esperaba eso por el carácter de Paul y la forma de ser de su hij. En cambio me encuentro con una mujer guapa y elegante, que sabe moverse con fina gracia ante las personas. Es encantadora, eso no podría negarlo, pero ya no es la mujer de la sopa casera, más bien podría ser la imagen de algún diseñador de joyería. Yo compraría esa joyería.

- Luke tiene algo que decirles – dice su padre cediendo la palabra a su hijo.

Él se incorpora y extiende una mano a Sophie para ayudarla a ponerse de pie. Ambos se sonríen con dulzura.

- Creo que no resta más que decir, reitero el agradecimiento por su compañía y espero podamos contar de igual manera con su presencia el día de mañana. Por el momento los invitamos a una sorpresa que planee para ustedes hoy.

Sophie le mira inquisitiva, al parecer también es una sorpresa para ella, Luke le sonríe y la guía hacia una de las puertas.

- Todos acompáñenme, por favor – nos dice y obedecemos.

Escucho la leve exclamación de los invitados que están al frente cuando las puertas se abren y las luces se prenden. Han instalado una pista de patinaje en el salón.

Sophie tiene una sonrisa radiante y abraza a novio. Comienzan a dar indicaciones, los patines están en la sección de lado. Es increíble la agilidad con la que los invitados se apañan los patines e ingresan a la pista. Los primeros en entrar fueron los novios. Música con ritmo comienza a inundar el lugar y luces de colores parpadean y baten por todos lados.

- Sí, dime, ¿qué pasa? – giro y veo a mi papá con el móvil al habla - ¿cómo? no te escucho, espera un momento… ya vuelvo – me dice y sale de allí haciendo ese tic que tiene con la mano cuando habla.

Camino adentrándome más mientras observo entretenida a los patinadores. Quizá demasiado pues no noto que había una persona delante de mí. Se impacta conmigo y da un mal paso para recuperar el equilibrio. Quiero que la tierra se abra y me trague completa cuando reconozco quién es.

- Sra, Irwin, lo lamento, perdone, no le vi. – odio que mi voz suene como la de una chiquilla torpe.

- Lo he podido notar – aunque no ha sonado como broma, quiero creer que su intención era esa. Se incorpora con elegancia y arregla su bonito cabello negro azabache. De un segundo a otro fija su total atención a mí - ¿quién eres tú, niña? – el modo en que dijo “niña” me hizo sentir intimidada, pero intente que ello no se notara. – ¿Eres familia de Sophie?

- No – es todo lo que mi boca le responde.

Eso no parece serle suficiente pues me dedica una cara inquisitiva.

- Bueno, ¿entonces?

- Oh, cierto, sí, soy _____ - me abofeteo mentalmente, estoy quedando como una tontuela frente a Denise - _____ Crowell.

La expresión de su cara cambia rápidamente.


- ¿Eres la hija de Christian? – yo asiento, ella se acerca a mí – linda, estaba deseando concerte.

Sin más me da un abrazo y un beso de mejilla contra mejilla.

- Pero que peculiar manera de hacerlo, ¿no? – ella da dos caricias a mi cabello y yo le sonrío.

- ¿Mamá? – escuchar esa voz hace que mis sentidos se vuelvan locos. Ashton se acerca a nosotras, luce muy apuesto, como siempre.

- Bebé, no me gustó que llegaras tarde a la mesa.

- Lo siento, tuve un accidente mientras me vestía.

- Sí, Calum me contó – le dice ella mientras su hijo pone una mano en sus hombros para abrazarla.

- Hola _____ - me saluda con esa sutil sonrisa oculta que tan loca me vuelve y él lo sabe.

- Hola, Sr. Irwin – respondo en mi papel de alumna saludando a su profesor.

Ella suelta una risita sutil – Pero vaya, que curioso suena eso, siento que le hablas a mi esposo.

- Mamá… - dice Ashton.

- ¿Qué? deja que disfrute ver cómo eres reconocido cual hombre bello que eres.

- ______ me llama así porque soy su profesor, mamá.

Ella alza las cejas y forma una o con su boca.

- Eres alumna de mi hijo, que tierno – dice ella palmeando una de mis mejillas – pero venga, que aquí no están en el colegio, sería bueno que lo llamaras por su nombre, un poco menos de formalidad no les vendría mal – dice ella – o ¿acaso eres un profesor enojón? – bromea con su hijo.

- Que no los diga _____ - inquiere Ashton hacia mí - ¿soy un profesor enojón?

Me limito a negar con la cabeza.

- Dice no con carita de asustada – comenta y quisiera que ella supiera que no es Ashton, si no el hecho de estar hablando con ella. – descuida, deja que entre en confianza y se cansarán de ese sentido del humor que heredó de su padre. – Ella pone los ojos en blanco.

- Pero es ese sentido del humor lo que la enamoró cuando eran tan sólo un par de universitarios – bromea Ashton y su mamá le da un golpe cariñoso en el brazo - ¿qué?, si no se cansas de contarnos de esa vez que…

- …Ashton, - interrumpe - sabes que no me gusta que cuentes esas cosas delante de extraños.

- _____ no es una extraña, puedes dejar de mirarla como tal.

- No me contestes así Ashton Fletcher – el tono entre ambos cambia radicalmente. Los segundos que he pasado aquí se están convirtiendo en los más largos de mi existencia.

- Creo que iré a buscar a mi papá – digo un tanto titubeante, sólo quiero salir de aquí.

- Ve – me dice ella mientras mira ceñuda a su hijo – y niña… - comienzo a creer que el termino niña es intencional - camina con cuidado, no vayas a lastimar a alguien.

Ha despotricado un poco de su reciente irritación conmigo, o quizá yo me lo gané al casi provocarle la caída del año. No intento siquiera volver la mirada, se me cae la cara de vergüenza con Ashton.

Camino entre la gente mientras maldigo un poco todo ese concepto idealizado de la suegra dulce que los libros venden. No dudo que ella sea una buena mujer. Pero como suegra, puede que las cosas sean diferentes para mí.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora