- Desde entonces Calum no puede subir a un taxi sin ponerse nervioso – termina Ashton de contarme su anécdota y ríe divertido recordando las maldades que le hacía a su amigo.
- Le generaste un trauma, Ashton, eres un amigo malvado – le digo.
- No, solo cumplía con mi papel de amigo.
Ashton y yo seguimos tumbados cual cama en el sofá, yo estoy acurrucada a su lado y llevamos sabrá dios cuanto tiempo charlando sin cansarnos, nos hacemos reír y nos contamos nuestros secretos y sueños. El mundo en este momento no importa, solo él y yo.
- Tengo miedo, _____ - murmura Ashton en mi oído.
- ¿A qué le temes? – pregunto y la posibilidad de que la duda o el arrepentimiento lo asalten me perturba.
- Tengo miedo de qué este momento termine y cuando abra bien los ojos me dé cuenta de qué he despertado y solo había estado soñando una vez más… de que esto no esté ocurriendo.
Giro mi cuerpo y me coloco encima de él, pecho contra pecho, empalmo mis manos y estiro mi cuello para darle un besito en la barbilla.
- Entonces no temas, porque esto es real – Ashton acaricia mi pelo y rodea mi cintura con su otro brazo.
- ¿Recuerdas lo que te dije el sábado?
- Tendrás que ser más especifico – le digo – el sábado me has dicho muchas cosas y de tantas formas.
- Si… hablando de eso, lamento haberte gritado, en la noche esa… fui un idiota.
- Estamos de acuerdo en que lo fuiste – bromeo y él ríe.
- Realmente no quería gritarte a ti, estaba furioso, confundido… pero tú eras lo único bueno que tenia… y sentí que lo había echado a perder…
- Por eso tuviste la “brillante” idea de tirarte a beber – digo sarcástica.
- Sí, no fue mi mejor idea… pero me sentía mal, culpable, quizá, en la mañana te había prometido que te protegería y fui yo el que provoco que te fueras sola por la ciudad a tales horas…
Aquella mañana del sábado vuelve a mi memoria, el hombre detestable y de mirada lasciva parado frente a mí… acechándome y yo sin poder huir. De no haber aparecido Ashton… mejor ni prefiero pensar en lo que pudo haber pasado, pero ese mal recuerdo es recompensado pues fue cuando, quebrada por el terror, los brazos de Ashton me dieron cariño, comprensión y protección deshaciendo mis esfuerzos sobrehumanos por ignorar lo que él me hacía sentir.
- Pero de no ser por eso… no habrías dormido aquí.
- Y eso hubiese sido trágico, pues esa mañana cuando abrí los ojos y lo primero que vi fue a ti plácidamente dormida en mis brazos algo ocurrió, supe que no bastaría con ignorarlo. Tenía claro que yo era tu profesor y tú mi alumna, pero aunque no parecía una idea cuerda no podía evitar sentir esto por ti. Después de eso ya no tuve retorno.
- Mira en donde estamos ahora – bromeé.
- No hay otro lugar donde quisiera estar – dice Ashton y acaricia mi hombro con su cálida mano poniendo mis sentidos de punta. – te quiero _____.
- Y yo te quiero a ti Ashton – le respondo dulcemente – pero hay que ponernos serios: debemos ser muy cuidadosos, no se puede saber de… esto. Si alguien del colegio se enterase podría sacar provecho de tal información.
- Supongo que no de buen modo – bromea Ashton pero yo no río.
- Esto es serio Ashton – le digo – te quiero, y tu a mi, pero a las personas eso poco va a interesar, solo tomarán lo que necesitan: A un profe de 23 en un amorío con una alumna de 17.
- Eso no suena muy bien, ¿verdad? –pregunta Ashton con cierto tono de incertidumbre en su voz más no era esa mi intención, yo simplemente quiero hacerle ver las dimensiones de la decisión que hemos tomado.
- No, no lo hace, pero ese sería el veredicto de ellos, de personas sin nada mejor que hacer… pero la última palabra es mía, y yo te he escogido a ti. – Le digo y Ashton me regala una sonrisa.
- Yo te elijo a ti, siempre tu.
- Por lo tanto, como aparentemente ambos hemos perdido lo que los mortales llaman “sentido común” y hemos escogido estar juntos, debemos ser cuidadosos y no permitirnos pasos en falso, Ashton, si te metieses en líos en el colegio, con la junta de profesores o incluso legales por mi culpa… yo no me lo perdonaría.
- Pero no serás mi alumna para siempre.
- Para hasta entonces es mejor ser cuidadosos –advierto.
- Entiendo, los riesgos son altos para esto, pero ya no preocupes a tu linda cabecita, seremos cuidadosos, esto será solo… nuestro – murmura.
- Nuestro – susurro sus palabras y Ashton me sonríe con esa sonrisa que me encanta, pasa una de sus manos por mi cuello y mejilla y me acerca él hasta juntar nuestros labios en un beso con el que sellamos nuestro secreto. El deseo me hierve en la piel al sentir disfrutar de mis besos tanto como yo lo hago de él.
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mi profesor 》irwin.
FanfictionUna relación un tanto peligrosa pero excitante a la vez.