Capítulo 56.

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- Así que… - dice Calum con las manos en los bolsillos – ¿vienes seguido por aquí?

Inevitablemente reí.

- ¿Eso piensas decir siempre? – le cuestiono.

- No, pero es curioso que pasara dos veces contigo.

- Que va… aún no puedo creer esto.

- ¿Qué cosa? – Me pregunta – descubrir que tu cita de hoy es un apuesto galán – guiñe un ojo – o que sea tan pequeño este mundo.

- Lo segundo, en absoluto – bromeo y él abre la boca fingiendo indignación.

- Hubieses visto tu cara cuando me viste – me dice.

- Pues la tuya tampoco fue muy discreta – reclamo – creí que gritarías mi nombre antes de que yo lo dijera.

- Estuve a punto, pero de haberlo hecho hubiésemos tenido que explicar de dónde nos conocemos y no creo que tu padre sepa muchos detalles de su ausencia – me dice acusadoramente.

- ¿Me estás acusando de algo?

Calum ríe.

- No _____, pero dime, ¿tu papá sabe lo que ocurre con Ashton?

Ha dicho “ocurre” lo cual hasta donde mis lengua me permiten entender es referente a una acción actual por lo que sumado a la leve sonrisa de Calum puedo presentir que sabe más de lo que yo supongo por lo que seré cuidadosa.

- No, ¿los de él lo saben?

- ¿Qué deberían saber? - Me encojo de hombros.

- Si te refieres a que el deprimido antisocial de Ashton llegó a su fiesta de cumpleaños acompañado por una jovencita... no, pues hubiese pedido detalles que no teniamos ni Luke ni yo... Ahora, si te refieres a lo que pasó después de que salieron de allí... por cierto, ¿qué pasó después de qué salieron de allí? Ashton no fue a dormir a su casa.

- De acuerdo, basta Calum Hood, esto parece interrogatorio.

Calum comienza a reír como si hubiese contado un chiste y estoy seguro de no haberlo hecho.

- Si en eso eres idéntica a Ashton… nada de detalles…

- De acuerdo – le digo – explícate porque no te estoy entendiendo.

- Si _____, mira, si estoy suponiendo cosas porque ni Ashton y ahora tu se digna en contarme que paso después del sábado… todo lo que puedo decir es gracias por cuidar de Ashton.

- Bueno, en primera, no seas metiche – Calum ríe – y en segunda lo de cuidar a Ashton va por tu cuenta, que tú me lo pediste. 

- Si… pero no estabas obligada a responder a una petición que te hizo un desconocido.

- No eras un completo desconocido, eres el amigo de Ashton… y si te sigo encontrando a cada lugar al que vaya los sábados comenzaras a figurárteme muy familiar.

- Ya _____... ¡cuéntame! ¿ya puedo decirte... "cuñada"?

Una ráfaga de calor sube hasta mis mejillas y las siento arder.

- ¿Tomo tu cara como un sí? – pregunta disfrutando del momento.

- Yo… no... pero... Calum… - tartamudeo torpemente y él está que muere de risa.

- ¡_____! – interrumpen diciendo mi nombre con sorpresa pero la sorprendida soy yo.

•••

- Pamela… - saludo pero bien podría ser una expresión de espanto.

- No sabía que tú colaboraras en estos eventos.

- En realidad es mi papá – explico.

- Igual el mío, es un alma llena de bondad – dice la cara de ardilla - hoy a hecho un gran donativo, tanto que nos van a fotografiar para una nota especial en el diario de mañana.

- Que padre – digo con cierta nota de sarcasmo.

- Pero no debes sentirte mal de que tu papá no sea un gran contribuidor como el mío, todos somos importantes y muy comprensivos con las precarias situaciones económicas de algunos miembros – me dice la bruja ardilla con alto grado de superioridad y falsa humildad que me provocan unas ganas de embarrar su labial carmín por todo el piso del lugar.

- Eres tan buena gente – exclamo.

- No tienes que darme las gracias, no vayan a pensar mal de mí – dice Pamela con cierta insinuación a Calum.

- No, que va, eso jamás Pamela – le digo irónicamente pero ella parece no notarlo.

- Pamela Valderrama – dice extendiendo la mano hacia Calum e ignorándome completamente.

Empiezo a sospechar el motivo por el cual se ha dignado a saludarme aún cuando soy consciente que no supera mi reciente victoria ante ella en la clase.

- Calum Hood – se presenta él cortésmente.

- ¿Hood? – Exclama Pamela.

- ¿Conoces a mi padre? – pregunta Calum intrigado.

- No Cal, ella se refiere a tu amigo… te ha hombrado. - le explico

- ¿Amigo?... Así que eres amigo de nuestro profe de Historia… dónde le has encontrado _____.

Por qué no salimos a tomar un té y le cuento cada mínimo detalle de mi vida.

- Nuestros papás son socios – explico tajante y de mala gana.

- Vaya, como qué es mucha coincidencia – dice con cierto tono acusador en su voz.

Calum observa la escena en silencio, intento controlarme pues Pamela tiene esa facilidad de despertar la furia dentro de mí.

- ¿Estás insinuando algo? – le pregunto un poco cabreada.

- No, yo solo decía que quizá quieras conseguir unos puntos extras en historia y no te culpo, cada quien tiene sus modos... y de ser así yo te hubiese recomendado vestir otra cosa que ese soso vestido rosa que traes, como que es medio ñoño, ¿no?

Hija de…

- Yo creo que su vestido es lindo – dice Calum a la cara de ardilla – es mejor que esa cosas vulgares que usan algunas, la verdad a los hombres no nos gustan las cosas tan… fáciles.

Pamela se queda en shock ante las palabras de él, pues creo que con el pronunciado escote de su pequeño vestido dorado de lentejuelas ha sido un claro ejemplo.

Hago un esfuerzo sobre humano para contener la risa.

- No te preocupes Pamela, que no pienso conseguir ningún “puntos extra” que no me merezca. Duerme tranquila.

- Vale, bueno, tengo que ir a buscar a mis padres. Me fue bueno saludarte _____. – dice Pamela y la falsedad se puede saborear a cada palabra.

- Sí, realmente… único.

Pamela se retira de allí caminando con ese contoneo exagerado, como si estuviese en una pasarela.

- Tu amiga es… interesante – dice Calum.

- Kyag – gruño – esa no es mi amiga, ni cerca, es más, aún dudo que sea humana.

- ¿No te agrada? pero si se nota que es encantadora – dice irónico.

- Y tan comprensiva – digo imitando la voz y pose de Pamela.

Calum ríe.

- ¿Cómo es que la soportas todos los días en el colegio? – me pregunta.

- En realidad ella es lo que menos me interesa del colegio.

- Ah… entonces... – la mirada de Calum se vuelve juguetona – se puede saber ¿qué si te interesa del colegio?... quizá algún nuevo profesor por ahí.

- ¿Sabes algo o solo tienes lo que dijo Pamela?

- Sé algo – me dice – y de no hacerlo, ella me lo habría hecho saber… Quién diría que Ashton sería el Sr. Irwin.

- Calum, ¿qué sabes exactamente?

- Tengo hambre, ¿tú no?

- No me evadas – me quejo.

- Vamos por comida, no creo que esta gente tenga mucha intención de comer…

- Calum… – sentencio

- _____ - me dice – Ashton no es la clase de persona que da muchos detalles de su vida intima… y por lo que veo tú tampoco – me apunta con su dedo índice – pero eso no los hace muy discretos que digamos…

- Eso no responde mi pregunta.

Calum ríe entre respiraciones y tira su cabeza para atrás.

- Solo te diré que sus secretos estarán a salvo conmigo, ¿es suficiente?

- No – respondo rotunda.

- Pues es todo lo que tendrás – bromea.

- Pero… No piensas que está mal… que podría generarle líos a tu amigo, que eso no tiene moral o que…

- Algo que los hace sentir tan bien no puede estar mal, ¿no lo crees ____?

- Pero eso las demás personas no lo entenderán.

 -¿Y qué más da? Si quieren conseguir… algo juntos luchen por ello, las personas, ellos solo…

- Verán lo que desean ver.

- No pude haberlo dicho mejor… cuñada.

- Calum, no me llames así.

- Oh, perdón – se disculpa - ¿Ashton aún no te lo pide?

- ¿Pedirme qué?

- Una tacita de azúcar – dice irónico y yo rio nerviosamente - … qué más va a ser _____, pedirte que seas su novia.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora