Río. Ambas lo hacemos.
- Pero bueno, ¿por qué tanta insistencia? ¿Otra vez inseguridades, ______?
- No, creo que él y yo nunca habíamos estado tan bien – digo abrazando mis rodillas – pero tengo miedo de ir demasiado… rápido.
- ¿Rápido? – pregunta ella tomando mi misma postura.
- Si… - intento no encenderme de colores – recuerdas lo que ocurrió el año pasado en la escuela, con esta chica, Wendy.
- ¿Wendy?
- Sí, Slavina.
- Ah, la chica mal peróxido… - dice haciendo un mohín.
- Su rubio era natural, Key.
Ella se encoge de hombros.
– Igual era una zorra.
- Si… - ya no sé qué tan buena idea sea quizá hablar de esto.
- ¿Por qué te has acordado de esa? – pasa su cabello detrás de sus orejas y me sonríe pensativa - ¿crees que ya habrá nacido su bebé?
Intento sonreír pero me sale una sonrisa incomoda
- Espera… en serio, ¿por qué has mencionado a Wendy Zorra Slavina?
- No, ya por nada.
- ______...
- Bueno, recuerdas cuando se supo que estaba embarazada – Keyttlin asiente – y todo lo que se dijo de ella, lo que yo dije de ella.
- ¿Tú? Pero si eras de todo el colegio quien menos hablo al respecto, solo esa vez que dijiste…
- “pobre chica tonta”.
- Los ves, aunque si tienes remordimiento por ello, descuida, escuché de Hannah y Lole cosas mil veces peores a tu comentario.
- No, a lo que me refiero es que cuando dije eso realmente lo creía, me sentía superior a ella, la consideraba una tonta por haber terminado como terminó… que eso era algo que solo con un poco de ceso podías evitar y… ahora yo…
- Oh, no… _______... – dice Keyttlin tornándose pálida – no me digas que tú…
- Sí, Ashton y yo…
- ¿Él lo sabe? – me pregunta y apoya su mano en mi rodilla – estoy segura de que no te dejara sola con esto, él te ama.
- ¿Dejarme sola qué?
- Con el bebé.
Tiro de un mechón de su cabello y ella suelta un quejido.
- No estoy embarazada – le gruño – cómo crees… ¡Keyttlin!
Ella comienza a reír.
- ¡Me asustaste! Es que tu cara de espanto… realmente creí que tú y el Sr. Irwin le habían dado duro contra el muro y sin protección.
- No… o bueno – siento como no soy capaz de controlar los colores de mi rostro y Key lo nota pues sonríe acusadora.
- ¿Si usaron protección? – dice entre risas.
Yo asiento y ella me toma de un hombro agitándome llena de emoción.
- ¡Ah! ¡______! – chilla – no lo creo, no lo creo, no lo creo. ¡Quiero los detalles!
- ¿Qué? ¿Estás loca?
- Por saber, sí. Sabía que ya habían tardado mucho, no lo tomes a mal pero aunque sea tu novio debo de admitir que está bueno. Con un tipo así cualquiera le hubiese dado duro toda la noche desde la primera cita.