Capítulo 117.

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____.

Al llegar a mi casa me puse un poco nerviosa y Ashton lo notó. Eran casi las 10 de la noche y mi padre seguía sin saber de mí, odiaba darle problemas, pero no paraba de hacerlo.  Cuando Ashton aparcó al frente vi como la puerta se abrió y la cara de mi padre brillo ante ver que se trataba de él.

 - Ashton – le dijo – ¿la has encontrado? quise conducir tras de ti, pero desapareciste muy rápido y no cogías el teléfono.

- Disculpe, Christian – le dice el mientras baja de su lado del coche y da la vuelta por el frente. - Pero es que si mi idea no era cierta no quería que dejará la casa sola, por si ____ volvía.

- Entonces… - mi papá se ve interrumpido cuando Ashton abre la puerta del copiloto y me ayuda a bajar.

 Creí que me gritaría, lo merecía por ser tan cabezota, me hubiese sido mejor que lo que hizo pues no ayudo con la culpa.

 Mi papá se dirigió a mí y yo me lancé contra él. Me abrazo fuertemente. Entonces lo escuché llorar, por primera vez en años lo hacía frente a mí. No sabía cómo reaccionar en un inicio pues siempre que le escuchaba llorar fingía que no lo había hecho. Pero ahora él estaba allí conmigo, llorando, un hombre maduro como él, fuerte, doblegado ante mi pequeña apariencia… ante mi gran culpa.

- Oh, gracias al cielo, mi niña – murmuro - ¿estás bien?¿dónde te habías metido?

- Estoy bien – respondí – quería estar a solas.

- No tienes idea cuanto miedo sentí cuando me dijeron que no te encontraban – dice él, su voz suena aterrada por el recuerdo - todo esto ha sido culpa mía.

¿Qué? mi padre se siente culpable de que su inmadura hija sea una cobarde. De ninguna manera.

- No, nada de eso – le digo – tú no has hecho nada, he sido yo la que ha salido de una manera muy estúpida y egoísta a andar por ahí, sin preocuparme de como eso te haría sentir, papá, yo no quiero causarte más problemas…

- Tú no eres ningún problema para mí, _____. Entiéndelo, tú eres todo lo que tengo, eres mi hija, mi más grande orgullo – algunas lágrimas siguen escurriendo por las mejillas de mi padre y yo también he comenzado a llorar - perdóname si no he sabido ser un buen padre para ti, por dejarte tanto tiempo sola… por no decirte lo mucho que te amo, y lo feliz que me haces mi preciosa grumpy.

- Yo también te amo mucho papá, perdón por excluirte tanto de mi vida, tú no eres un mal papá, no tienes idea de lo feliz que soy contigo, en nuestra pequeña familia.

Mi papá me mira, y aunque sus ojos están húmedos puedo verlo sonreír.

- A veces me duele tanto mirarte, cada día que pasa luces más como ella – el recuerdo parece haber golpeado a mi padre – pero otras tantas me hace feliz y mucho, pues eres la prueba más verídica que tengo de que ella no se ha ido del todo.

- ¿La extrañas?     

- Ella era el amor de mi vida, ______. Cuando amas a alguien de tal manera no importa que pase, ese sentimiento nunca se va. Incluso cuando la otra persona ya no esté presente.

Esas palabras de mi padre parecían estar grabándose en mi mente… ese sentimiento nunca se va.

- Aún eres muy joven – continúa él – así que es probable que no comprendas muy bien esa basura que digo.

- No es basura, papá, tienes mucha razón. Yo también la extraño, yo todavía la amo y estoy segura de que jamás dejaré de hacerlo…

- Ni yo – dice él – pero estuve pensando, y hablando con una de tus profesoras y creo que ella tiene razón, es momento de que dejemos de hacernos los fuertes y buscar ayuda.

- ¿Una de mis profesoras?

- Noelia vino a ver si ya habías aparecido hace unas horas – me explica Ashton – ella también estaba interesada en que tu aparecieras.

El estómago se me revolvió,  imaginar a la Lic. Noelia lavándole el cerebro a mi padre.

- oh, ya veo… - dije intentando no darle mucha importancia.

- Me ha dejado su tarjeta, quizá podríamos arreglar una cita con ella…

- Vale papá, estoy de acuerdo en lo de que necesitamos ayuda, y creo que es el momento indicado para intentarlo… si mamá nos viera padeciendo así por ella…

- Ya nos hubiese dejado con cenas congeladas por un mes.

- Lo odiaría, ¿no? en eso estuve pensando toda la tarde…

- Es que no ha de ser muy difícil para ti, eres igual de adorablemente testaruda que ella.

Escucho a Ashton contener una risita, casi puedo oírlo decir “dígamelo a mí”

- No quisiera que tomáramos la terapia con la Lic. Noelia, ella trabaja en el colegio y de cierta forma no me sentiría muy a gusto, ¿podemos buscar otras opciones?

- Mira, luego lo hablamos con más calma, entiendo que quieras mantener tu vida privada alejada de los límites de tus profesores y el colegio, pero hace frío aquí, necesito que comas algo y te acuestes. No puedes malpasarte así ______ - había llegado ya el regaño – sabes muy bien que una descompensación no es buena para ti… anda, vamos dentro. Ashton, ¿entras?

- Me va disculpar Christian, pero es tarde y debo ir a casa, además creo que usted y ____ tienen muchas cosas de que hablar y no sería nada cómodo que yo estuviera allí.

- Bueno, lo entiendo, ojalá y puedas salvar tu noche, hijo. –bromea mi papá. Creo que ha de pensar que Ashton solo cumplía con su otra parte del trabajo.

 Si él supiera. Mi broma privada no me hace sentir mejor.

- No se preocupe por eso – le dice Ashton – me alegra mucho haber sido de ayuda y que _____ haya aparecido en perfectas condiciones, pero debo irme ya.

- Muchas gracias por todo – mi papá se acerca a él y le da un apretón de manos - _____, devuelve su abrigo a tu profesor y dale las gracias.

 Había olvidado que llevaba puesta la chaqueta de Ash. Ojalá pudiera quedarme con ella. Sería una miserable manera de hacerme feliz al dormir, oliendo su aroma en compensación a su ausencia. Él tenía razón, después de dormir y despertar juntos, lo días posteriores eran algo nostálgicos al sentir la ausencia del otro.

 Ashton pareció notar mi recelo al quitarme su chaqueta.

- No, déjalo _____ - me dijo – no es bueno que te desabrigues de la nada, podría hacerte daño, mejor llévala el lunes al colegio.

 Quería sonreírle de oreja a oreja pero no podía así que solo gesticule una sonrisa un poco retorcida con los labios apretados.

- Gracias por todo, Sr. Irwin.

Él imito mi gesto de sonrisa comprimida y se despidió de mí y mi papá mientras subía a su camioneta.

- Es un muy buen profesor – murmuro mi padre

- Es un buen ser humano – respondí mientras veía a Ashton dejar mi calle para tomar la avenida. Inspiré hondo y su perfume me embriago de una dulce manera.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora