El chico de cabello castaño se acerca a nosotras y se sienta en la mesa de mi banco.
– ¿Me extrañaste, amor? – me dice.
Wesley es nuestro amigo, es divertido, excesivamente extrovertido y por como suspiran las chicas de primer año por él puedo decir que también es muy apuesto, claro, eso hasta que lo conoces y se toma confianza, pues se torna todo un… loco. Si, como se podrán percatar me coquetea, pero nada en especial, suele hacer lo mismo con casi todas las que usemos falda en este colegio. Aunque conmigo suele ensañarse más.
- Baja tu trasero de mi mesita, feo – le enseño mi lengua mientras lo empujo de fuera de la mesa de mi banco.
- Alguien se levanto del lado incorrecto de la cama – murmura y yo lo fulmino con la mirada.
- Ay – suspira Keyttlin – el amor…
Wesley y ella ríen para después chocar manos, esto parece haberse tornado en un complot.
- Mi amor, no te enojes – me dice Wesley.
- No me digas amor.
- ¿Por qué no…. AMOR? – pregunta y sonríe cual niño haciendo una travesura.
- Porque, para empezar, eso le dices a todas…
- Pero ya sabes que tu eres la única… amor
No me queda más que reír rendida ante él, pues es como hablar con una pared, una pared muy terca.
- ¿Nunca vas a cambiar jovencito? – le dice Keyttlin.
- Así me adoran – responde y me guiña un ojo – pero ya, en serio…
- ¿Puedes hablar en serio?
- Tengo mis momentos, dulzura – acaricia mi mentón – entonces, ¿hablaban de mi?
- No seas metido Wesley – le digo.
- Tu si me vas a contar bella Key – ella me mira como pidiendo aprobación y yo le digo que no con la mirada, pero algo me dice que no me hará caso.
- _____ estuvo desaparecida todo el fin de semana y no quiere decir dónde estuvo… o con quién.
- Conmigo no… - dice él – esperen, ¡conmigo no! _____, ¡me engañas! – Dice cual actor de
telenovela – no, no, no, es inaceptable, _____, terminamos.
- ¿Disculpa? – pregunto sorprendida.
- En realidad no preciosa, nuestro amor podrá superar tu traición.
Me hecho a reír porque Wes es realmente imposible.
- ¿De qué amor hablas feo? y, además para terminar tendríamos que haber comenzado… y hasta donde sé no hay nada romántico entre nosotros.
- Sigue negándolo preciosa, así lo conservamos más… intimo.
- ¿Qué?
- Muy buenos días jóvenes, tomen asiento por favor – interrumpe una voz varonil que ahora me resulta tan familiar.
- ¡Ya llegó! – dice Key emocionada y yo asiento.
- Ay no… - se queja Wesley – ustedes también andan babeando por el sujeto ese.
- Wesley, largo – le dice Keyttlin y yo río.
- Pero tu eres solo mía _____ - me dice y llevo mi dedo índice a mi boca abierta y hago como si fuese a provocarme el vomito.
Él ríe y me tira un beso en el aire, qué más da, si así ha sido él siempre, es más, podría decir que así me agrada.
- Bien – dice Ashton mientras toma unas hojas y las lee con atención, se recarga en el escritorio. Hoy trae puesto unos vaqueros y una camiseta azul marino de mangas largas, luce bien. - ¿cómo están? – pregunta si separar los ojos de las hojas - ¿qué tal pasaron su fin de semana?
- Muy bien – responde Pamela inmediatamente como si solo le hubiese preguntado a ella – ¿y usted Señor Irwin? ¿Qué tal estuvo su fin de semana?
Ashton despega la vista de los papeles y sonríe. – Muy bien – dice – pase un muy lindo fin de semana.
- ¿Se puede saber el motivo? – insiste la ardilla.
Ashton me mira por una fracción de segundo y sonríe, yo agacho la mirada suplicando no ruborizarme, algo que me ha ocurrido con mucha frecuencia los últimos días.
- Un encuentro inesperado, a veces, lo mejor que te puede ocurrir, es algo que no esperas pero agradeces que ocurriera.
Él me dedica una última mirada rápida, como enviándonos mensajes secreto y yo solo sonrío.