Durante el almuerzo Ashton y yo tuvimos una buena charla que me sirvió para conocerlo mejor, me contó que él llegó a mi ciudad por causas del destino, que en realidad sus planes eran trabajar en otro colegio cerca de donde vivía pero no se concreto nada y terminó en el mío. Me habló acerca de sus hermanos, eran dos, Lauren y Harry.
- Y ¿has leído el libro? – me preguntó.
- Sí, aunque no tanto como quisiera, he tenido exceso de tareas la última semana.
- De tu malvado profesor de historia – bromeó.
- Sí, especialmente de ese sujeto.
Ashton solo reía y su risa me hacía reír a mí.
- Aún estoy en la parte en que Sierva Maria padece la rabia y todos creen que necesita un exorcista…
- Esa parte me causa gracias, la gente suele exagerar lo que ignora… pero en fin, cuando termines de leer podremos hablar mejor de ello.
- Eso suena algo nerd – bromee con él y rió.
- A mi no me engañas _____, hay algo de nerd en ti a pesar de lo bella que eres – soltó Ashton casi sin pensarlo.
Lo bella que soy, Ashton creía que era bella, yo solo le sonreí nerviosa y agaché la mirada intentando no hacerle notar el color rosa que había subido a mis mejillas. Él pareció caer en cuenta de sus palabras e intentó fingir comer algo de su plato pero desafortunadamente para él ya no había nada.
- Cuando termine de leer el libro te avisaré – dije tratando de pasar aquel incomodo momento.
- Si… - dejé Ashton en el aire, miraba a Ashton entretenida, si uno se encontrara con un chico así en la calle juraría que es modelo, no precisamente profesor de historia, aunque su forma de ser era tan… no sé, era divertido, espontáneo pero también era inteligente y encantador. Seguro que había mil mujeres detrás suyo. Entonces no lograba comprender como es que estaba casi siempre solo. Quizá como yo, también disfrutaba ocasionalmente de su soledad, yo prefería estar sola a estar con personas falsas. Keyttlin era una de mis pocas amigas, y podría considerarla como la mejor, pues ella entendía que a veces me gustaba estar sola, además ella estuvo allí para mi cuando mi mamá me hizo falta, más que una amiga era como mi hermana. Desde Keyttlin no había encontrado a otra persona con la que me sintiera tan a gusto como lo estaba con Ashton.
- ¿Me podrás llevar a mi casa? – le pregunté rompiendo el silencio - ya son alrededor más de las 4 y si dices que tu fiesta es a las 8:30… no quisiera retrasarme y eso.
- Seguro – me dijo amablemente y pagó la cuenta – vamos.
•••
- ¿Quieres que pase por ti? – me ofreció Ashton.
- Si gustas dame la dirección y yo llego. – le respondí mientras el auto de Ashton se estacionaba al frente de mi casa.
- Dale, paso por ti a las 8. – me dijo y yo solo reí.
- Hasta las 8 – me despedí y bajé de su camioneta sin detenerme hasta llegar entrar a mi casa, volteé e hice un ademán con la mano para Ashton, quien después de ello partió en su coche mientras yo permanecí de pie hasta que lo perdí de vista.