Ashton.
- Bueno – me interrumpe, sus ojos marrones me miran fijamente – un “para siempre” a tu lado suena bien.
Casi puedo sentir como el corazón sale explotando de mi pecho. No puedo creer que ella haya dicho eso. Le estoy sonriendo como un idiota enamorado, lo sé, pero no intento siquiera controlarme, quiero salir corriendo por la avenida y gritar lo feliz que ella me hace, estoy feliz, carajo, lo soy.
Ella se acerca a mí. Yo cierro los ojos al sentir sus manos en mi cuello. Coloco mis manos en sus caderas, ella se estira para besarme, entonces reacciono y me inclino para recibir sus labios suaves. La beso delicadamente, siempre tengo el miedo de ser demasiado intenso pues regularmente sus besos me nublan la mente y me hacen perder el control, no quiero cruzar sus límites o hacerla sentir que no la respeto. La primera vez que ocurrió fue cuando comenzábamos a salir, me sentí un gran idiota.
_____ aprieta sus caderas junto a mí. Jesús, debe dejar de hacer eso. Cada movimiento de sus labios contra los míos se vuelve más intenso. Sé que estoy quedándome atrás, pero no puedo seguirle el paso porque soy consciente de que no podré parar. Ella tira de mi camiseta y la saca de mis pantalones. No puedo.
- Ash…
Escucharla susurrar mi nombre baja toda mi guardia.
- Te quiero – me murmura al oído con la respiración entrecortada y sé a qué se refiere.
Quiero hacer lo correcto con ella pero el hecho de que su cuerpo está contra el mío y sus manos enredadas en mi cabello lo hace todo tan difícil.
- Amor – le digo y escucho mi respiración agitada – no te he traído aquí para eso, no tiene que ser hoy… podemos esperar…
Siento rápidamente como _____ decae.
- Sí… lo entiendo… – sus mejillas están intensamente sonrosadas – yo no… perdón - tira de ese sexy vestido blanco que casi me provoca un infarto cuando la vi hace unas horas. Intenta sonreírme pero sé que algo va mal. Luce avergonzada.
Oh. No. ¿Ella piensa que la rechacé?
- ______...
- Descuida – dice fingiendo una sonrisa – Pizza – me esquiva para llegar al escritorio donde está la pizza pero la atrapo por la cintura.
- ______... – le digo con sus ojos clavados en mi - no te imaginas cuantas duchas frías he tenido que tomar por tu culpa, no pienses que no te quiero de esa forma, es solo que tampoco me gustaría sentir que yo te forcé a algo para que quizá tu no querías.
Siento la tensión volver a mi cuando ella junta su cuerpo contra mío mientras posa sus labios en mi cuello subiendo hasta mi boca, pero allí se detiene. Me inclino para besarla pero ella se aleja.
No ahora.
- ¿En serio te parece que yo no quiero esto tanto como tú?
Ella aprieta sus caderas contra las mías y enreda una de sus piernas. Ella sabe lo que está provocando en mí, lo veo en esa ardiente sonrisa en su rostro y en sus dedos que me vuelven loco con su suave toque.
- Pero bueno, puede que sea lo mejor… – se separa de mí y gruño.
- ¡Oh no! – la vuelvo a tirar contra mí y sello sus labios contra los míos. Siento la sonrisa en su rostro.
Las manos de _______ vuelven a tirar de mi camiseta. Siento sus dedos temblorosos deshacerse de los botones. Damos pasos torpes hasta que ella choca contra el escritorio, tomo una de sus piernas y la siento sobre él. _____ tira de mí contra ella aprensándome con sus piernas y se deshace de mi camiseta. Yo saboreo sus besos, acaricio sus labios con la punta de mi lengua y ella me deja explorarla. Siento como mi cuerpo comienza a irradiar calor. ______ acaricia mi espalda con las yemas de sus dedos, tengo la mente completamente nublada, no lo pienso, lo hago, acaricio su pierna por debajo de la tela de su vestido y la escucho soltar un gemido, que despierta un instinto de querer escuchar más ese sonido.
Beso su cuello hasta su clavícula deleitándome con el ritmo su respiración entre cortada. Hundo mis dedos entre su piel y el tirante de su vestido bajándolo lentamente por su hombro mientras pruebo con mis labios la suavidad de su piel.
- Ash… espera…
Me he pasado, no, no, no… tendremos que parar, carajo, no ahora.
- Lo siento… - digo levantando la mirada hacia ella. Intento erguirme pero ella me presiona más fuerte con sus piernas.
- Necesitamos más espacio – murmura suave en mi oído.
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mi profesor 》irwin.
Fiksi PenggemarUna relación un tanto peligrosa pero excitante a la vez.