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The Pureblood.
Chapter sixty five: Atrapados.

̊+· ͟͟͞͞➳ ℤ𝐚𝐲𝐧 𝕄𝐚𝐥𝐢𝐤 🩸༒

Despertó con un fuerte dolor de cabeza, la habitación estaba a oscuras a excepción de una luz que le daba directamente en la cara.

Escuchó un quejido a su espalda junto a un aroma muy conocido.

Louis.

Estaba atado a una silla, intentó voltear y vio de reojo a su bonito omega atado a sus espaldas.

—Louis, Louis, despierta, Lou.—

Podía saber que estaba vivo pero no sabía si estaba herido o no.

La puerta se abrió dejando ver al Enmascarado entrar junto a una pequeña bandeja con distintas armas.

Enmascarado: —Al fin despiertas, Malik.—

Zayn forcejeó intentando soltarse.

—Suéltame, hijo de puta, voy a matarte.—

Aseguró completamente furioso, recibiendo un fuerte puñetazo en su boca.

Escupió sangre y alzó la vista hacia él.

—Muestra tu rostro, si tan valiente eres.—

Enmascarado: —Lo dejaremos para después, ahora vas a decirme dónde tienes tus...colecciones.—

Su cuerpo se tensó, un pequeño alivió había en su pecho al notar que Louis seguía inconsistente.

—No los tengo.—

Mintió descaradamente recibiendo un nuevo y fuerte golpe en su vientre.

Enmascarado: —Preguntaré de nuevo, ¿Dónde están?—

Tomó un cuchillo y lo colocó en su pierna, hundiéndolo poco a poco, Zayn hacía muecas de dolor pero seguía lo más quieto posible.

Voy a disfrutar tanto matarte.

Enmascarado: —¡Dime!—

Exigió en un grito.

—Suéltame y te lo diré.—

El tipo dejo el cuchillo empujándolo más.

Enmascarado: —¿Crees que soy idiota?—

Si.

—Al menos lo intenté.—

sonrió cínicamente mientras soltaba una risa.

Enmascarado: —maldito loco arrogante, ni siquiera dejas tu show cuando te están torturando, estas malditamente demente.—

Quizá.

Giró el cuchillo robándole un pequeño quejido.

—Verás que tan demente estoy cuando me libere de esta silla.—

Recibió otro golpe en su rostro.

Enmascarado: —Regresaré en un momento, espero no te desangres mientras tanto.—

—Lo veremos, adiosito.—

En cuanto lo vio desaparecer siguió forcejeando sus manos para zafarse, soltando quejidos ante cada movimiento por el afilado objeto en su pierna.

—Despierta, Louis, despierta.—

Pedía mientras intentaba llegar con su boca al cuchillo y tomarlo entre sus dientes pero el maldito enmascarado lo había atado desde el pecho también.

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