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The Pureblood.
Chapter seventy three: Puedo solo.

⫶ ି♡ 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔 𝑻𝒐𝒎𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏 ⌇ 🍒

—L-lo intento.. —

Murmuró intentado pensar en otras cosas, pero simplemente no podía, sus dedos en su interior estaban demasiado profundos y era lo único en lo que su mente se enfocaba.

—Duele... tu aroma me encanta Zee.. —

Gimió entre sus labios tomando su cuello para profundizar el beso sintiendo el calor bajar poco a poco con sus movimientos.

—Mi-erda...—

Era la primera vez que decía groserías frente a él, sujetó sus brazos rasguñándolos con las uñas sintiendo sus piernas temblar, su otra mano subía y bajaba en su miembro, iba a fallecer allí mismo.

—¡Zee! —

Llegó al orgasmo, echó la cabeza hacía atrás, aún dolía, pero sus tratos tan pacíficos le ayudaban a sobrellevar el celo.

̊+· ͟͟͞͞➳ ℤ𝐚𝐲𝐧 𝕄𝐚𝐥𝐢𝐤 🩸༒

Se encargó de darle placer a su omega, cuando finalmente llegó a su orgasmo se apartó dejándolo que regule su respiración.

Se puso de pie lentamente y tomó una de las toallas.

—Sal del agua, amor.—

Le encantaría cargarlo hasta la cama pero simplemente no podía.

—Vamos a la cama, ¿si? debes descansar un poco.—


⫶ ି♡ 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔 𝑻𝒐𝒎𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏 ⌇ 🍒

Cerró los ojos mientras su pecho subía y bajaba, intentaba respirar después del orgasmo, pero simplemente no podía por su aroma que lograba hipnotizar al omega.

—S-si.. a la cama..—

Murmuró tomando aquella toalla para secar su cuerpo enredándola hasta llegar a la cama.

—Dolerá más, n-no te vayas..—

Se acurrucó entre las almohadas respirando del aroma tan fuerte de feromonas que su alfa soltaba, agradeció que se tratara de él, pero el omega estaba rogando por más atención.

—Mis piernas.. están húmedas.—

Sollozó.

—No soy bonito..—

Mordió su labio, estaba lleno de ojeras, el celo lo estaba poniendo sentimental.

—T-tu Omega es feo y- y- está en celo..—

Se quejó mirándolo.

—¿Soy bonito para ti?—

Aquellas palabras no lograba controlarlas, estaba cegado por el deseo.

—Entonc-es porque no me tomas.—

Reprochó.

̊+· ͟͟͞͞➳ ℤ𝐚𝐲𝐧 𝕄𝐚𝐥𝐢𝐤 🩸༒

Lo ayudó a sentarse en la cama secándolo bien, luego lo cubrió con una sábana.

—No me iré.—

Susurró recostándose a su lado haciendo una mueca de dolor, llevando su mano a la mejilla del ojiazul.

—¿Quieres que te limpie, amor?—

Preguntó pero luego frunció el ceño negando a lo que decía.

—¿Qué dices? Eres el omega más hermoso de este mundo, Lou.—

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