The Pureblood.

63

The Pureblood.
Chapter sixty three: ¿Confías en mi?

̊+· ͟͟͞͞➳ ℤ𝐚𝐲𝐧 𝕄𝐚𝐥𝐢𝐤 🩸༒

Su corazón latía desesperado queriendo salirse de su pecho y salir corriendo.

—Lo siento.—

Se disculpó completamente abochornado y avergonzado ante aquella demostración de debilidad.

Se supone que él debe ser fuerte para su omega.

Al ver a su pequeño ponerse frente a la mesa colocando los papeles lo abrazó por detrás apoyando la barbilla en su hombro.

—No sé de quien es pero podría averiguarlo, iré allí está noche.—

No debería decirle aquello pero de todas formas lo hizo.

—Gracias por decirme, podría haber sido muy peligroso que andes tan tarde sólo y sin saber con quien te encontrarías.—

Besó su mejilla haciéndolo girar el rostro un poco para mirarlo.

—Te amo y siempre cuidaré de ti, no me importa lo que digan las personas de mi.—

No importa que sepan la verdad.

Acarició su cintura suavemente.

—Sin importar lo que haya pasado antes en mi vida, yo de verdad te amo y nunca haría nada para dañarte.—

Debía decirlo, necesitaba sacarse de encima aquello que lo atormentaba.

—Te diré todo, lo prometo, pero no puedo hacerlo ahora, no...no me siento bien haciéndolo, ¿si?—

Esperaba que lo entienda, de todas formas no se lo diría.

—¿Quieres helado de galleta?—

Hazlo, escapa de tus problemas como siempre, cobarde.

⫶ ି♡ 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔 𝑻𝒐𝒎𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏 ⌇ 🍒

—No, no te disculpes, Zee, me gusta cuando eres pequeño, mi alfa es tan puro.—

Murmuró dejando un último beso en su naricita sacando todos los restos de la carta armándola en la mesa.

—Y-yo.. pensé ir... pero...—

Mordió su labio viéndolo con atención cuando ladeó su rostro.

—Pero confío en ti, Zayn, sé que no eres malo, has hecho todo para protegerme..—

Sonrió jugando con su cabello.

—Te escucharé cuando estés listo, mi amor..—

Dejó su dedo índice picando su mejilla donde sus hoyuelos se marcaban riendo por lo bajo.

—Si, mi favorito, ha sido un día pesado, solo quiero comer helado con mi lindo alfa en la cama, ¿podemos?—

Arrugó su naricita y Zayn asintió tomando sus piernas para llegar a la cocina, tomó el bote de helado para después subir a la habitación principal.

Cuando abrió la puerta su corazón se rompió.

Alguien había estado ahí, la rosa, no, no, no, la había cuidado mucho.

Sus ojitos se humedecieron y bajó de sus piernas corriendo descalzo por el piso de madera.

—Y-yo... yo no fui, Zee, no...—

Las lágrimas se acumularon en sus ojos viendo la rosa pisada en el suelo.

¿Quién había sido?