Epilogo.

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The Pureblood.
EPÍLOGO.

Despertó en aquella cama de hospital de paredes blancas con aquella ropa del mismo color que caracteriza su uniforme.

Las puertas se abrieron sonando una suave campana de aviso, la cual sonaba cada mañana desde que llegó allí hacía trece meses.

Salió de su habitación encontrandose con su compañero de al lado, Harry, su mejor amigo desde que llegó allí, lo único que valía la pena en ese apestoso lugar.

—¿Que hay hoy?—

Harry:  —Hoy entra alguien nuevo.—

—Carne fresca.—

Bromeo soltando una pequeña risa antes de codearlo y caminar a su lado.

Harry: —Sabes que no puedes matarlo, la última vez que lo hiciste casi te llevan a una cárcel normal.—

—Me importa una mierda.—

Justo entonces aquel chico entró junto a dos policias y un enfermero, el chico parecía perdido, casi desorientado ante tantas malditas drogas que le habían dado, los doctores eran unas bestias.

Enfermero: —Bienvenido a la sala D, de la clínica psiquiátrica "The Pureblood", joven Tomlinson.—

Lo presentó con todos, en esa sala sólo eran cuatro, ahora cinco.

—Ven, déjame ayudarte, me llamo Zayn.—

Se acercó el pelinegro para presentarse cordialmente, cada quien tenía en su uniforme su nombre con su condición.

Zayn Malik, asesino, personalidad multiple. Entró allí luego de haber asesinado a quince personas, incluyendo a sus padres.

Harry Styles, asesino, trastorno explosivo intermitente. Entró al haber asesinado a su padre y matado a golpeado brutalmente a un hombre que sólo lo insultó por haberse mal estacionado.

Aquella clínica era para los asesinos con enfermedades psiquiátricas que no les permitía relacionarse con los reos de las carceles comunitarias.

Louis Tomlinson, dependencia emocional excesiva, depresión, asesinato de su madre y mejor amigo, Daniel.

El ojiazul miró a ambos chicos, pero su mirada se perdió en Zayn.

Louis: —Un gusto, soy Louis, Louis Tomlinson.—

—Es un placer, Louis Tomlinson.—

El mayor le regaló una sonrisa ladina y ambos habían usado las mismas palabras de aquel sueño como si nada de eso hubiese pasado.

Pero una cosa no había cambiado, The Pureblood seguía vivo y estaba decidido a seguir con la tradición: asesinar a quién esté en su camino.

Ese chico de ojos azules era idéntico al de su sueño, ¿o pesadilla? Debía averiguar quien era y deshacerse de él, definitivamente no podía permitir que ese chico se entrometa en su vida.

—Es el chico de mi sueño... —

Le murmuró a Harry, quien muy extrañado llevó la vista hacia él.

Harry: —Hermano, dormiste casi un día entero con esos calmantes y creo que aún tienen efecto, es imposible que lo hayas visto antes. —

Zayn sólo asintió sutilmente, su vista estaba clavada en el castaño de ojos azules, su corazón latía con fuerza y no lograba entender la situación.

The Pureblood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora