Sofia -Todo era demasiado extraño, habían pasado meses de aquella visita de Fran en casa de Ermal. Muchas cosas habían cambiado desde entonces como por ejemplo la llegada de bebé de Fiorella, la relación entre Sabina y Gianluca.... y luego estábamos Ermal y yo... nuestra relación comenzó a llegar a un punto en donde discutíamos todo el tiempo por la más absurda y estúpida cosa-.
Ermal -Entre a la habitación y vi a Sofia sentada en la mecedora abrazando su enorme vientre con ambas manos, mientras miraba fijamente a la nada-. ¿Estas bien?-.
Sofia -La voz de Ermal hizo que mi corazón se sobresaltara-. Que susto me diste... si estoy bien-. Le decía mientras intentaba ponerme de pie, pero todos mis intento fueron inútiles-.
Ermal -Espera déjame ayudarte-. Tenia demasiadas ganas de reírme de Sofia ya que parecía como una cochinilla intentando darse la vuelta-.
Sofia -Ermal se acerco a mi y con gran delicadeza coloco una de sus grandes manos en la parte baja de mi espalda y la otra la extendió hacia a mi, me sujete con firmeza de su mano y dándome un pequeño empujón me puso en pie-. Gracias-.
Ermal - No es nada... Voy a ir a comprar comida, ¿quieres ir?-. Le pregunte sin esperar ninguna respuesta afirmativa de su parte, y era entendible con casi 36 semanas de embarazo lo que menos quería era salir a comprar comida-.
Sofia -Me encantaría acompañarte-. El aún sujetaba mi mano. Me miro con sus enormes ojos cafés e intento sonreírme-.
Ermal -Debo de estar alucinando, pensé, pero el apretón que le dio a mi mano me hizo entender que todo esto era real. Salimos despacio de la casa, la ayude a subir al auto y conduje a 10 k/h, me aparque justo enfrente de un McDonald, baje y ordene con rapidez dos hamburguesas con papas grandes y dos malteadas una de fresa y la otra de chocolate, regrese al auto lo más rápido que pude y conduje de regreso a casa. Yo la miraba de reojo, tenía intenciones de arreglar los problemas que teníamos pero algo en mi interior me decía que no era el momento-.
Sofia -Regresamos a casa sin dirigirnos ni una sola palabra ni una sola mirada. Ermal sirvió la comida y me ayudo a sentarme en una de las silla del comedor, sus manos le temblaban y no dejaba de morderse el labio-. La hamburguesa esta deliciosa-. Dije, intentando que el siguiera la patica pero el solamente me sonrío y siguió comiendo-.
Ermal -Coloque ambas malteadas sobre la mesa y con la palma de mis manos empuje ambas hacia ella-. Elige tu-.
Sofia -Yo estire mi brazo para alcanzar la malteada de fresa y al momento de que el estiro su mano para tomar la otra malteada yo puse mi mano fría sobre su mano tibia, lo mire a los ojos-. Podemos hablar...-.
Ermal -Suspire-. Por supuesto-.
Sofia -Se que nuestra relación no ha funcionado en los últimos meses, aunque sigo sin saber que paso... porque nos empezamos a alejar tanto uno del otro-.
Ermal -Me pregunto lo mismo...-. Dije con toda sinceridad-. Tal vez son los nervios... de ser padres-.
Sofia -Ermal tenia bastante razón en lo que había dicho-. Yo también estoy nerviosa y asustada-.
Ermal -Ella me soltó lentamente la mano y yo decidí sentarme junto a ella-. Todo saldrá bien, ya pasamos los meses críticos-. Le dije mientras discretamente pasaba mi brazo por su espalda-.
Sofia -Gire mi cabeza para poder mirarlo de frente-. Claro como tu no vas a parir al niño todo esta bien-. Mi mirada y el tono de mi voz eran muy serios pero después me solté a reír y el también-. Es broma... -.
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90 DÍAS CONTIGO
FanfictionGianluca Ginoble vive en Montepagno hasta que ayuda a una completa desconocida... Francesco Gabbani vive en la Toscana con su esposa y su hija de 3 años, llevan una vida feliz hasta que secuestran a su hija y el moviliza a toda Italia para encontrar...