Ermal -No tardaron más de media hora en salir de la oficialía. Yo empecé a buscar como loco mis lentes obscuros que estaba seguro los había olvidado aquí, afortunadamente los encontré debajo del asiento del copiloto; con las manos temblorosas saque los lentes y me los puse a toda velocidad antes de que ellos dos subieran a la camioneta-.
Francesco -Estoy muriendo de hambre, ¿ustedes no?-. Vi que Ermal traía puestos sus lentes obscuros "quizá le lastime el poco sol que hay, ya que casi no tiene pestañas"-.
Sofía -al subirme a la camioneta lo primero que hice fue mirar el retrovisor, buscar sus ojos para que volvieran a mirar a los míos pero, en vez de eso me encontré con unas gafas obscuras que no me permitían mirar a través de ellas-. Un poco-. Cruce los brazos en señal de molestia-.
Ermal -Tu indícame a donde y yo manejo-. Las gafas funcionaban de maravilla, aunque yo podía ver su mirada el solo hecho de saber que ella no podía mirar mis ojos me tranquilizaba bastante. Francesco decidió que quería desayunar hamburguesas "raro para ser italiano"; el lugar quedaba a poco más de una hora de la oficialía, por fortuna no encontré trafico y llegamos antes de lo esperado. El lugar era hermoso demasiado hermoso para ser un lugar en donde solo vendían hamburguesas y hot dogs-.
Francesco -Porque no buscan una mesa en lo que yo voy por las cartas-.
Sofía -No nos dio tiempo de contestarle nada en absoluto porque cuando nos dimos cuenta ya estábamos solos-.
Ermal -Caminamos juntos a paso lento, buscando el lugar perfecto para comer; había un silencio sepulcral entre los dos-.
Sofía -Caminábamos juntos pero no tan juntos, la brisa que había en el lugar calmaba los nervios que podían surgir, di un paso más para quedar ahora si junto a el y todo iba bien hasta que mi mano rozo su mano por error-.
Ermal -Cuando sentí el contacto de su piel con la mía, mis piernas comenzaron a temblar y al dar el paso para seguir caminando, tropecé, ya en el pasto escuche la voz de Francesco, me levante inmediatamente y antes de que el llegara dije en voz alta-. PORQUE NO NOS SENTAMOS AQUI-.
Francesco -Si, por mi no hay problema, cualquier lugar esta bien... Ermal... tienes un poco de pasto en el cabello-.
Ermal -Mierda, me lo intente quitar pero mi cabello no me ayudaba-.
Sofía -Espera, deja que yo te ayude-. El dejo de luchar con su cabello, tenia el cabello de un color negro intenso, bastante rizado, brilloso y muy suave, me acerque con lentitud y el bajo sus manos, retire a la perfección el pasto y regrese a mi asiento-.
Francesco -Revisen la carta y me dicen que van a pedir y yo v...-.
Ermal -Yo voy a pedirlas-. Lo que no quería era quedarme con Sofía a solas-.
Francesco -Bueno que les pasa a los dos, están muy raros, Ermal tu te caes cada dos metros y a ti Sofía... bueno... no he visto que te pase pero también estas rara-.
Ermal -Yo en vez de decir algo que justificara mis caídas, me atragante con mi propia saliva-.
Francesco -En definitiva iré yo por la comida, no quiero que te vayas a caer cuando la traigas-.
Sofía -Francesco no ayudaba en lo más mínimo. Ermal y yo pedimos lo primero que vimos en la carta y Francesco se fue a pedir la comida-. ¿Estas bien?-.
Ermal -Si, estoy bien-. Tenia la cabeza agachada y mis mejillas sonrojadas-.
Sofía -Lamento mucho lo que paso con tu padre y tu hermano-.
Ermal -Sus palabras me hicieron alzar mi cabeza y quitarme las gafas-. No te preocupes ya tiene bastante tiempo que sucedió eso, pero muchas gracias... yo igual... lamento lo que te paso a ti-.
Sofía -Le sonreí tímidamente-. Gracias-.
Ermal -Me arme de valor y extendí mi mano hacia ella, Sofía puso lentamente su mano sobre la mía y yo la apreté con fuerza-. Lo que realmente importa es que ya estamos a salvo-.
Sofía -El contacto con su mano helado provoco que mi piel se enchinara pero al escuchar su voz tan cálida pronunciar esas palabras, me hizo sentir aún más en casa-.
Francesco -Al llegar a la mesa lo primero que vi fue que Ermal apretaba con fuerza su mano y las mejillas de los dos estaban tan rojas como un jitomate-. YA ESTA LA COMIDA-. Estaban ensimismados que ambos pegaron un brinco al escuchar mi voz-.
Ermal -Coño, que susto-. Gracias, Fran-. Comimos con mucha tranquilidad, escuchando el agua del lago, con la brisa fresca en nuestros rostros, ambos nos sentíamos seguros al tener a Francesco a nuestro lado; estuvimos hablando de Sanremo porque intentar hablar de otra cosa al menos para Francesco y para mi nos era complicado porque estábamos conscientes de que ella no conocía muchas cosas... buenas o felices-. Yo invito la comida-.
Francesco -Por supuesto que no, ya hiciste demasiado con traernos y créeme que eso para mi vale demasiado-. Una vez que pague la comida, caminamos los tres en dirección a la camioneta-. Ermal... dame las llaves, yo conduzco de regreso-.
Ermal -Pero...-.
Francesco -Y súbete atrás para que te duermas un rato-.
Ermal -Pero...-.
Francesco -Sin peros, haz lo que te estoy diciendo-.
Ermal -Saque las llaves de mi pantalón y se las entregue, me subí atrás junto con Sofía. No paso demasiado tiempo para sentir que mis ojos se empezaban a cerrar, sentía mis parpados pesados y de un momento a otro todo se hizo obscuro-.
***
Fiorella -¿Crees que tarden mucho en llegar?-.
Gianluca -Pues ya casi son las 7 de la noche, no creo que tarden mucho-. Estaba terminando de decir eso cuando vi que la camioneta entrando-.
Fiorella -Lo bueno es que la comida que pedimos llego un poco antes-.
***
Francesco -Mire por el retrovisor, los dos estaban profundamente dormidos, Sofía dormía sobre el hombro de Ermal y Ermal tenia recargada su cabeza en la cabeza de Sofía. Sus manos estaban entrelazadas. Me fue imposible despertarlos porque me provocaron mucha ternura, así que baje de la camioneta sin hacer ruido-.
Gianluca -¿Y Sofía y Ermal?-. Le pregunte cuando lo vi entrar solo a la casa-.
Francesco -Están bien dormidos, me dio pena despertarlos-.
Fiorella -Tome una frazada que estaba en el sofá y me dirigí a la camioneta; me asome por la ventana y entendí lo que sentido Fran. Estaban tan dormidos y tan "abrazados" que despertarlos seria una grosería a la humanidad. Abrí la puerta con cuidado de no hacer ningún ruido, los cubrí con la cobija y Ermal sin abrir sus ojos acomodo a Sofía de tal forma que su cabeza quedo justo sobre su corazón y vi que ella sonreía de tranquilidad-.
Gianluca -Que no es mejor despertarlos y que se acuesten cada quien en su ca...-.
Fiorella -Cállate Gianluca, los vas a despertar, vamos a cenar en lo que ellos están durmiendo-.
Gianluca -Me asome por la ventana, y sentí como una punzada atravesaba mi corazón, quizá no estoy destinado a tener una historia de amor con Sofía.. pero Ermal... quizás si. Me aleje arrastrando los pies y entre a la casa, sin ánimos de cenar sin ánimos de nada-.
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90 DÍAS CONTIGO
FanfictionGianluca Ginoble vive en Montepagno hasta que ayuda a una completa desconocida... Francesco Gabbani vive en la Toscana con su esposa y su hija de 3 años, llevan una vida feliz hasta que secuestran a su hija y el moviliza a toda Italia para encontrar...