DÍA 4

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GIANLUCA GINOBLE

Te traje algo de comer, se que no quieres nada pero necesitas comer para estar fuerte, si no todo esto va a ser más tarda...

(******** GABBANI)

CALLATE, BASTA, TU QUE VAS A SABER O TAN SIQUIERA ENTENDER, NO INTENTES SER EMPATICO CONMIGO POR REALMENTE NO LO CREO Y SOLO ESTAS PERDIENDO TU TIEMPO, DEJAME SOLA, VETE DE MI CUARTO.

Dejare la comida en la mesita por si acaso te da hambre

LARGOOOO

Sali del cuarto lentamente, sabia que estaba frustrada y enojada por todo lo que le había pasado pero no era la forma de tratarme, tal vez no le puedo decir "se por lo que esta pasando" o "yo te entiendo" por que simplemente no me puedo poner en su lugar; si yo también salí lastimado pero es mínimo comparado con lo que ella había pasado.

En cuanto el salió de mi habitación, los ojos se me llenaron de lagrimas y poco a poco se fueron deslizando por mis mejillas, eran tan calientes que me quemaban el rostro, cerré mis ojos y recordé los momentos felices que había pasado a lado de mi padre y mi madre, tenia pocos recuerdos de ellos, buenos y malos aunque los buenos de repente se evaporaban como si me los arrancaran de tajo de mis recuerdos. Recuerdo el rostro de mi padre, tenia unos ojos cafés muy grandes, cabello bastante negro, siempre tenia una sonrisa para mi y su voz era tan especial y única para mi que se que la podría reconocer entre un millón de voces de personas; a mi madre no la recuerdo pero supongo que yo me parezco a mi mamá. Me dolía más el no estar con mi familia que todos los golpes, los huesos rotos y lo demás que me hicieron; pero ese dolor yo lo tenia desde hace 18 años cuando me arrebataron de mi familia o al menos eso creo. La familia con la crecí decían que yo era huérfana, que nací en un hogar muy pobre (tal vez eso pueda que sea verdad), que me abandonaron en u basurero y que ellos me habían encontrado pero mi mente no podía estar engañado por tantos años y yo se que en alguna parte de este mundo mi padre y mi madre me siguen buscando, me siguen esperando... me siguen amando.

Entre de nuevo al cuarto pero no mencione palabra alguna, únicamente me senté en el sofá que estaba a lado de la cama y cerré mis ojos como ella.

¿Cómo es tu madre?

Abrí los ojos de golpe y gire mi cabeza lentamente hacia ella hasta mirarla directamente a los ojos; esboce una sonrisa ligera. Mi madre es de estatura media, cabello castaño claro aunque ella lo tiñe de rubio, tiene verdes un poco más obscuros que los míos y es un de tez un poco menos pálida que yo.

¿Y tú padre?

Bueno mi padre esta casi de mi estatura, tiene el cabello cano pero antes lo tenia castaño casi rubio, el también tiene ojos verdes y el tono de piel muy similar al de mi madre. ¿y tú madre?

No la puedo recordar, pero a mi padre... si...

HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO

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LOS APRECIO MUCHO A TODOS QUERIDOS LECTORES, CUIDENSE MUCHO Y LOS ESTOY LEYENDO, NOS LEEMOS MAÑANA POR LA NOCHE.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora