DÍA 18

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-Hay que buscar un hotel para hospedarnos-. Dije un poco apenado por no decirles nada antes de salir del hospital-.

-¿Y el avión?-. Lo mire entrecerrando mis ojos con un poco de desconfianza-.

-Pensé que le darían el alta... después-.

-GENIAL FRANCESCO, AHORA HAY QUE MANTENERNOS AQUÍ, AUNQUE ELLA CORRA PELIGRO-.

-No corre peligro, ninguno de los dos, solo hay que buscar un lugar en donde pasar la noche-. Caminamos por la calle paralela al hospital en busca de algún hotel, sin embargo a decir verdad Abruzzo era una ciudad muy pequeña y había muy pocos hoteles y casi siempre tenían cupo lleno-.

-¿Pueden detenerse un segundo?-. Estaba agotada y no habíamos caminado prácticamente nada-.

-Ven siéntate aquí-. La sentamos en una pequeña banquita que habíamos encontrado-. Mejor pedimos un taxi-.

-Sabes que no hay muchos hoteles aquí, si encontramos uno con lugar va a ser un milagro-. Tome mi celular y marque el número de los taxis, prácticamente llego en cuanto colgué la llamada-. Vamos-.

-Espere dejen los ayudo a subir-. El taxista era de edad avanzada pero muy amable, nos ayudo a poner las dos mochilas en la cajuela del auto y el cerro la puerta del taxi en donde iba Sofía-. ¿A donde van?-.

-Estamos tratando de buscar en donde hospedarnos, ¿conoce algún hotel cerca?-.

-Si-. Él puso música tranquila y condujo con mucha precaución para no lastimarla con el movimiento del auto-. Pueden bajar a preguntar a haber si aun tienen habitaciones disponibles y si gustan los espero-.

-Eso es muy amable de su parte, yo voy-. Le dije a Gianluca, baje del auto y entre al recibidor ni siquiera tuve que preguntar nada; en el escritorio tenían un cartel con letras rojas que decía: "CUPO LLENO"-. Esta lleno-. El chofer condujo al otro hotel que estaba aproximadamente a 10 minutos-.

-Yo voy ahora-. Nada cupo lleno. El chofer nos llevo a todos los hoteles que existen en Abruzzo y ninguno tenia cupo-.

-Conozco una villa en donde dan cuartos por la tarde, no es muy bonito pero de que hay lugar hay lugar-.

-Nos puede llevar por favor-.

-Claro que si-.

-Condujo por casi media hora, hasta que por fin visualizamos la villa, eran casitas pequeñitas muy rusticas-.

-Vayan a preguntar-.

-Hola buenas tardes-. Al llegar al recibidor no había nadie-. ¿Están dando servicio?-.

-Buenas tardes, disculpe que lo hice esperar. Si aun tenemos lugar-.

-Perfecto, queremos hospedarnos aquí-.

-¿Cuantas personas son?-.

-Somos tres-.

-Todos nuestros cuartos tienen 2 camas individuales y un sofá-.

-Si esta bien-.

-Serian 3 euros por noche más el importe de las sabanas serian 5 euros. Villa numero 10-.

-Me entrego una pequeña llave y los 2 juegos de sabanas-. Gracias-. Sali y les indique que nos había tocado la villa 10, el chofer condujo hasta la entrada de la villa para que ella no tuviera que caminar-.

-No sabe lo mucho que le agradezco que nos haya traído aquí. ¿Cuánto es?-.

-8 euros, conozco lo difícil que es lograr hospedarse por aquí-.

-Yo pago Francesco-.

-No, tenga señor muchas gracias de nuevo-. Le 10 euros ya que tenia bien ganada la propina-. Ten Gian abre por favor-.

-Al entrar lo único que vimos eran las dos camas individuales casi pegadas unas con otras, un pequeño sofá y un radio-. Esto de verdad que no es muy agradable.-

-Es cómodo-. Dijo ella mientras entraba despacio a la villa-.

-Tendimos las camas y la instalamos a ella en la que pensamos estaba más cómoda, cerramos las cortinas y la puerta la atracamos con el sillón; ya era algo tarde para salir a buscar comida así que decidimos dormir y esperar hasta mañana para comer algo-.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora