Ermal -Estaba a punto de subir las escaleras cuando me percate que las pantuflas que traía puestas Gianluca habían quedado una en un escalón y la otra a dos pasos de la puerta, tome las pantuflas con una de mis manos y subí las escaleras-.
Fiorella -¿Estas bien?-. Tenia su mano morada e inflamada y algunos vidrios encajados en la muñeca-.
Ermal -Si-.
Francesco -Yo creo que no-. La sangre empezaba a escurrir por su mano-. Tu brazo esta sangrando-.
Ermal -Mire mi brazo y vi los vidrios que destellaban con la luz del foco y mi mano estaba tomando un color morado-. Estoy bien-.
Fiorella -Voy a traer el botiquín de emergencias-.
Ermal -Camine despacio hasta llegar al balcón, abrí la puerta corrediza con mucho esfuerzo, me asome para ver en donde carajos se había metido Gianluca pero, no lo logre ver-. HEY, SE TE OLVIDARON TUS PANTUFLAS-. Las arroje lo más lejos que pude y fue entonces cuando lo vi, envuelto totalmente en la cobija, puse mis ojos en blanco y cerré la puerta, al salir al pasillo me encontré de frente a Sofía, me miraba fijamente con sus enormes ojos azules llenos de lagrimas-. Estoy bien-. Ella corrió hacia mi y me abrazo con una fuerza que no pensé que ella tuviera debido a su altura y a su complexión delgada-.
Sofía -Pero tu brazo sangra-. Le dije mientras lo tomaba de la mano que no estaba lastimada y caminaba con el escaleras abajo, en el comedor Fran y Fiorella tenían preparadas toda especie de instrumentos para tratar de ellos mismos retirar los vidrios-. PERO QUE LES PASA, NECESITAMOS LLEVARLO AL HOSPITAL-. Dije alzando la voz y sin soltarle la mano a Ermal-.
Ermal -Necesitan... necesitan llevarnos-. Agache la cabeza en cuanto sentí que Sofía me estaba mirando y seguida Gianluca estaba tocando a la puerta-.
Fiorella -Yo le abro-. Estaba por levantarme de la silla cuando sentí la mano de Francesco que me detuvo-.
Francesco -Espera... no le abras... déjalo afuera un rato...-. Libere a Ermal de la mano de Sofía y me lo lleve a la sala, lo senté en el sillón y cerré la puerta tras de mi. El estaba mirando el suelo-. Cuéntame que paso-. Mire su rostro y vi que las lagrimas comenzaban a brotar de sus ojos-.
Ermal -Sentí como las lagrimas resbalaban por mis mejillas, de inmediato con mi mano que no estaba lastimada las seque; mire a Fran a los ojos-. No se que fue lo que el le hizo-.
Francesco -Me levante y me puse de cuclillas frente a el, tome su rostro entre mis manos y obligue a que sus ojos miraran los míos-. ¿Tu crees que Gianluca la lastimo?-.
Ermal -Las lagrimas no dejaban de brotar de mis ojos-. El... el... el la estaba besando cuando yo entre-. La cara de Francesco cambio de inmediato, se puso serio-. Esto no es por celos Fran... no soy tan estúpido-.
Francesco -Bueno entonces cuéntame tu versión... antes de que Gianluca se congele-.
Ermal -Ojala se congelara-. El la estaba besando pero ella...-. Al recordar la escena las lagrimas regresaron pero esta vez eran de impotencia y de coraje-. Ella estaba temblando e intentando liberarse... pero el la tenia sujetada de ambas muñecas... cuando el la soltó ella corrió hacia mi y empezó a llorar y a temblar... eso es lo que paso y después-. Después yo solo le di lo que el se merecía-.
Francesco -Me puse de pie y salí de la sala-. Sofía ven acá-. Ella entro a la sala y yo mire a Fiorella-. Ni se te ocurra abrirle la puerta, por más que toque, resiste-. Entre y cerré la puerta-. Enséñame tus muñecas-.
Sofía -Extendí ambos brazos hacia Francesco-.
Ermal -Al ver los dedos de Gianluca marcados en la piel de Sofía sentí tanta rabia que me daban ganas de irlo a golpear de nuevo-.
Francesco -Definitivamente no podemos seguir viviendo todos juntos en esta casa-. Mire a Ermal, sus ojos aun estaban llenos de lagrimas-. Te voy a llevar al hospital a ti y a Gianluca, pero mañana yo no los quiero ver en mi casa, entendiste-.
Ermal -Pero... yo no hice nada... bueno si lo golpee pero se lo merecía, en dado caso necesitas solo correr a el-.
Sofía -Pero...-.
Ermal -Tome la mano de Sofía y con mi cabeza le dije que no. Ella se sentó en mis pierna y puso su cabeza en mi pecho, yo recargue mi cabeza en la suya y le susurre: "todo estará bien, tranquila"-.
Francesco -Vamos-. Me dio pena por Sofía porque yo sabia o más bien dicho podía sentir lo mucho que ella quería a Ermal.-
Ermal -Sofía me volvió a dar la mano y camino conmigo hasta el comedor en donde Fiorella tenia preparadas varias gasas y agua oxigenada para limpiar mis heridas antes de irnos. Cuando Fiorella dejo caer el agua oxigenada en mis cortadas sentí unas ganas de gritar, correr o llorar pero resistí y lo único que dije fue: "Auch"-.
Francesco -Abrí la puerta y recibí a Gianluca con un abrigo de plumas y varias mantas, sin embargo tenia vidrios al igual que Ermal y cubrirlo solo haría que los vidrios se encajaran aun más-. Pasa primero con Fiorella y después te pongo el abrigo-.
Gianluca -Camine entre escalofríos hasta donde estaba Fiorella con Ermal, el no me dirigió ni siquiera una mirada... nada en absoluto. En cuanto termino con Ermal paso a hacer lo mismo conmigo -.
Ermal -Pase a un lado de Gianluca sin siquiera rosarlo, en cuanto estuvo listo, salimos camino al hospital. Sofía iba del lado de la ventana, yo en medio y Gianluca en el otro extremo, nadie dijo nada hasta llegar al hospital-.
Francesco -Ya están advertidos los dos, yo no los quiero ver en mi casa a ninguno de los dos... yo no se como le van a hacer para regresar a sus casas desde aquí pero a mi ya no me pidan ayuda para nada, olvídense de nosotros tres, es más imagínense que jamás nos conocieron-. Ellos bajaron de la camioneta y yo arranque rumbo a la casa-.
Ermal -Entra...-. Puse mi mano en su espalda y lo dirigí a la entrada del hospital-. No quiero que te congeles-. Lo atendieron primero a el y después a mi. Cuando terminaron de retirar los vidrios de mi brazo, salí del hospital-.
Gianluca -Ermal... espera... a donde vas-.
Ermal -Me gire para verlo-. A la embajada de Albania-.
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90 DÍAS CONTIGO
FanficGianluca Ginoble vive en Montepagno hasta que ayuda a una completa desconocida... Francesco Gabbani vive en la Toscana con su esposa y su hija de 3 años, llevan una vida feliz hasta que secuestran a su hija y el moviliza a toda Italia para encontrar...