DÍA 39

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-Después de explicar lo de Sanremo, nadie menciono nada más, la cena se llevo en un total silencio, hasta que interrumpí-. Fran... tenemos que preparar las maletas, mañana pasan por nosotros a las 4 am y ya son casi las 9 de la noche, también necesitamos descansar un poco-.

-Mi pequeña burbuja de felicidad se había roto en un instante por la voz suave de Fiorella-. Si hay que apurarnos... Gian ¿podrías?...-.

-Yo lavo los platos pero ya vayan a apurarse, deben dormir-. Les dije cas corriéndolos de la sala para que subieran a preparar todo; recogí cada uno de los platos excepto el de Sofía que aun tenia algo de comida, los puse en el fregadero de la cocina y regrese a sentarme junto a Sofía-. Vamos termina tu cena, Fran te sirvió poco así que debes terminarte todo-.

-Si ya voy... es que me quede pensando en Sanremo, me gustaría tanto ir con ellos-.

-Lo que pensaba Sofía no era tan mala idea, porque que si Fran se iba nosotros íbamos a quedar indefensos ya que por alguna razón que yo desconocía, nunca nadie se había metido con Fran, después de lo que paso con hija por supuesto-. Quizás nos lleven, pero si no te acabas la cena olvídate de ir con ellos-.

-Ya voy... ya voy-. La verdad la cena estaba exquisita pero me seguía sintiendo tan mal que no tenia ganas de comer absolutamente nada, aun así me termine el plato de fetuccini. Fran y Fiorella venían bajando las escaleras cada uno con una maleta de la mano-.

-¿Fran puedo hablar contigo?... en privado-.

-Si-. Que extraño que me asustara porque Gian quería hablar conmigo, me sentía como cuando era pequeño y mi padre me decía lo mismo que el. Entramos a la cocina-. Que pasa Gian-.

-Creo que debemos de ir con ustedes, es que no me siento seguro si me quedo solo con Sofía-.

-Pero que te hace pensar que te voy a dejar a solas con ella, pensé, si fuera mi hija la tendría más que vigilada sobre todo si se encontraba Gian y no es que yo lo tuviera en un mal concepto sino que yo ya había pasado por su edad y ya había cometido las locuras que el aun no-. ¿Tienes ropa suficiente para la semana que vamos a pasar en Sanremo?-.

-Si-.

-Entonces ve a empacar-.

-Ya esta empacado-.

-A es verdad que no sacaste nada de ropa de la mochila, bueno entonces baja las mochilas y ponlas en el recibidor junto a las mías-.

-Si Fran-.

-Salí detrás de el, ella seguía inmóvil en el sillón de mi sala y me hizo recordar cuando mi hija tenia dos años y yo le decía que tenia que ir de viaje, ella se quedaba allí sentada en el sofá, viendo al infinito y haciendo un lindo y tierno puchero-. ¿Quieres ver un Sanremo?-. Ella dio un brinquito en su lugar y después se giro para verme-.

-Seria todo un honor poder ver un Sanremo en persona-.

-Le sonreí y camine en dirección a mi estudio, y allí estaba en lo más alto del mueble, estire el brazo y lo tome con cuidado, regrese con ella y me senté-. Ten-.

-Las manos me temblaban, eran tan hermoso, de un color dorado, y tenia la forma de una palmera con un león recargado en ella-. Es tan hermoso...-.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora