-Y el Sanremo es para... Fiorella Mannoia. ¿Pero que ruido es ese?, ¿Nadie escucha ese ruido?-.
-Fran... Fran... FRAN... FRANCESCO-. Estaba tapado de pies a cabeza y aun dormía profundamente-. Francesco se nos va hacer tarde-.
-Pero Fiorella, ¿tarde para que? ya ganaste el Sanremo. ¿Estaré soñando?-.
-FRANCESCO YA DESPIERTA-. Le grite mientras le arrojaba una almohada en la cabeza-.
-¡Ya estoy despierto! ya desperté, ¿Qué hora es?-.
-Son las tres de la mañana, ya puse el café y te prepare tu expreso-.
-¿Y Sofía y Gian?-. Le pregunte mientras me iba sentando en la cama pero sin salir de ella-.
-Ellos ya están abajo, vestidos y listos-. Me senté junto a el, en la orilla de la cama-. ¿Estas nervioso?-.
-Un poco pero es normal estar nervioso, es un "palcoscenico" bastante imponente, pero nos va a ir muy bien y hay que pensar en que nos vamos a divertir mucho-. Le dije mientras la abrazaba y ella se acurrucaba en mi regazo-.
-Claro que te tienes que divertir Fran por que ya sabes que vas a perder-.
-Que mala eres Fiorella-. Le dije dándole un golpe suave en su hombro-. Ya voy a tomar mi expreso-.
-Te veo abajo, pero ya no tardes-.
-Lo prometo-. Me vestí a prisa, me puse los zapatos y baje las escaleras-. Buenos días a todos-. Gian y Sofía dormitaban acurrucados en el sofá de la sala. El frio calaba los huesos y era de esperarse por la hora de la madrugada que era-. ¿A que hora van a pasar por nosotros?-.
-A las 04: 00 am, pero siempre llegan antes. Chicos, ¿Quieren algo de desayunar?-.
-Sofía movió su cabeza en forma negativa-. No, muchas gracias estamos bien-. Ella estaba recostada en mi pecho y yo la abrazaba con fuerza-.
-Hace frío-. Mire a Sofía, su cuerpo temblaba con fuerza a pesar del abrazo de Gian y las 4 cobijas que tenían puestas-. Sofía, ¿quieres que te traiga tu abrigo?-.
-Es verdad mi abrigo, casi lo olvido, si por favor-. Trate de hablar lo más fuerte y fluido que pude, porque mis dientes tiritaban con mucha fuerza-.
-Subí las escaleras y entre a la recamara. ¿En donde esta mi abrigo?, claro aquí esta. Lo tome en mis manos y pensé este es el abrigo de la suerte no lo íbamos a dejar aquí en la casa-. Aquí tienes Sofía-.
-Pero ese abrigo es de Francesco, yo había visto cuando su hermano se lo había regalado, en fin no era de mi incumbencia-. ¿Quieren más café?-.
-Gian y Fran asintieron. Estaba terminando de servir el café cuando se escucharon unos golpecitos suaves en la puerta principal-. Transporte especial Sanremo 2017-.
-Yo abro-. Camine hasta la puerta y abrí despacio-.
-Buenos días señor Francesco Gabbani, el transporte espera por ustedes-.
-Gracias ya vamos-.
-¿Le ayudo con las maletas?-.
-Gracias que amable-.
-Al salir todos de la casa, el chofer se nos quedo viendo algo raro y con toda razón por que a el le habían dicho que solo iba por Fiorella y por mi y ahora salíamos 4 personas de la casa-.
-Necesito autorización para llevar más personas-. Comento el chofer-.
-Pero claro mi tarjeta de Sanremo-. Mire yo fui ganador en 2015 aquí esta mi identificación-.
-¿Y ella?-.
-Es mi sobrina-. Cabello pelirrojo, ojos azules y piel pálida-.
-Suban que hace frio-.
-Gracias-. Corrí a revisar toda la casa rápidamente (televisiones desconectadas, horno de microondas desconectado, cortinas cerradas, llave de gas cerrada, calentador apagado, puertas de todas las habitaciones cerradas con llave, ventanas cerradas con seguro, puerta del balcón cerrada con llave, puertas de acceso a la casa cerradas)-. Ya-.
-La limusina era bastante cómoda y calientita. El viaje en auto duraba cerca de 10 horas así que teníamos que parar a desayunar, a comer y a dormir en algún hotel, por lo que las 10 horas se harían casi 15 horas, llegaríamos para mañana en la madrugada.
-Eran ya las 8 de la mañana-. ¿Podemos detenernos a desayunar?-.
-Claro señor Gabbani-. Manejo poco menos de media hora más y se detuvo en un bonito restaurante-. Tengan, necesito que se las pongan-. El nos dio nuestros gafetes de "concursante finalista"-. Esperen voy a ver que tanta gente hay-.
-Son más bonitas que las del año pasado. Sofía, ponte la mía para que entremos a desayunar-. Ella asintió y yo la colgué en su cuello. Vi al chofer caminar hacia la limusina y abrir la puerta del lado en donde venia Fiorella. Bajamos y desayunamos sin contratiempos; volvimos a subir a la limosina y seguimos el trayecto, sin hacer paradas hasta la hora de comer y a las 9 de la noche la limusina se enfilaba a la entrada del hotel. Bajamos todos y entramos juntos a la recepción (un hermoso hotel bastante lujoso, aunque yo prefería lo rustico)-.
-Aquí tienen, el único problema es que solo se reservaron dos habitaciones-.
-Pero son con cama matrimonial-.
-Si señor Gabbani-.
-Entonces no hay problema, ya vaya a descansar fue un viaje largo y aun nos falta bastante trayecto mañana temprano-.
-Gracias señor Gabbani. Las alarmas de sus habitaciones ya están programadas para las 4 am y también esta listo el desayuno para las 4:30 am necesitan escogerlo a más tardar a las 4:15 am-.
-Gracias-. EL dio media vuelta y se alejo-. Habitaciones 789 y 567, estamos muy separados-. Le di la llave de su habitación a Fiorella, la numero 789-. Las vamos a dejar en su habitación-. Subimos por el elevador, sin mencionar palabra alguna, el cansancio en nuestros cuerpos se dejaba ver a simple vista-. Aquí es-. Abrí la puerta y entre primero para encender la luz, la cama era doble matrimonial, tenia una pantalla empotrada en la pared, una tina de baño bastante amplia, una regadera y una pequeña sala-. Es bastante linda-.
-Sofía se queda conmigo-. Bueno era lo más lógico, obviamente-. Mañana temprano nos vemos en el recibidor-. Gian salió de la habitación pero antes de que Fran saliera, le di un beso en los labios y le susurre al oído: que descanses-.
-Sali de la habitación y mire a Gian que tenia la cara roja de vergüenza-. Que nunca viste a nadie besando a otra persona-.
-Si pero, es que ustedes... se ven tan lindos juntos y me provocan ternura-.
-Ya cállate-. Le dije mientras las puertas del elevador se cerraban con nosotros dentro-.
ESTÁS LEYENDO
90 DÍAS CONTIGO
FanficGianluca Ginoble vive en Montepagno hasta que ayuda a una completa desconocida... Francesco Gabbani vive en la Toscana con su esposa y su hija de 3 años, llevan una vida feliz hasta que secuestran a su hija y el moviliza a toda Italia para encontrar...