DÍA 61

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Francesco -¿Ermal?-. Su piel aun estaba algo azul debido al frio que había pasado la noche anterior-.

Ermal -Sin mover mi cabeza dirigí mi mirada a Francesco-. ¿Que pasa?-.

Francesco -Te iba a preguntar que si me llevabas mañana de nuevo a la oficialía pero creo que no es buena idea-. A parte de estar un poco azul, tenia unas ojeras impresionantes, era obvio que necesitaba descansar y dormir en una cama-. Es que Gianluca, para que coños pierdes tu licencia-.

Fiorella -Yo te acompaño, por que Sofía también necesita descansar-. Fran acepto, porque no tenia otra opción aparte necesitábamos tiempo para los dos, estar en la casa con ellos tres era como tener tres niños pequeños tratando de asesinarse cada 5 minutos-.

Francesco -Al menos podríamos salir a comer algo los dos solos-. Gracias amor-.

***

Ermal -Francesco me cambio de habitación a una con calefacción, me ayudo a recostarme y me envolvió en mil cobijas como si fuera su bebé recién nacido-. No tienes que quedarte, estoy bien-. Le dije mientras el se ponía cómodo en el sillón-.

Francesco -Quiero pedirte disculpas por el comportamiento de Gianluca... yo no pensé que fuera hacer eso-. Le dije con mucha vergüenza-.

Ermal -No te preocupes... he pasado cosas peores-. Le dije mirándolo a los ojos y dedicándole una sonrisa-.

Francesco -Le devolví la sonrisa y entrecerrando mis ojos le pregunte en voz baja-. Tu padre no murió, ¿verdad?-.

Ermal -Baje la mirada y con un movimiento de cabeza negativo le respondí a Francesco-. No... mi padre no murió-.

Francesco -Esta bien si no me quieres contar...-.

Ermal -El... nos golpeaba demasiado... golpeaba a mi mamá, a mis hermanos y a mi-. Le dije con un hilo de voz-. Yo no recuerdo que mi padre me hubiera arropado como tu lo hiciste, pero si recuerdo que mi primer día de escuela... una noche antes discutió con mi mamá porque el decía que mi educación era un gasto innecesario... en la mañana...-. Hice una pausa para ver el rostro de Francesco (estaba lleno de horror)-. Me saco de la cama y me llevo al patio... toda la noche había nevado; me abofeteo en el rostro con tal fuerza que mi ojo izquierdo quedo por completo negro, me pateo, me piso y después me quito mi ropa y me dejo tendido en la nieve... yo tenia solo 5 años-.

Francesco -No puede evitar abalanzarme sobre el y abrazarlo con mucha fuerza-. Lo lamento mucho Ermal-. Bese su frente y acomode su cabello-.

Ermal -Yo también lo lamento, pero lo bueno es que mi mamá, mis hermanos y yo pudimos escapar de ese lugar... ahora estamos todos bien... o al menos ellos están bien... yo tengo mi problema pero es mínimo si lo comparo con lo que sufrí en mi infancia-. Sus ojos de padre salieron a la vista, tenia la mirada que quería ver en los ojos de mi padre-. No vayas a decir nada, te lo imploro... nadie más sabe-.

Francesco -Tranquilo... seguiré diciendo que no has superado que te gane en el Sanremo-. Lo vi poner los ojos en blanco y después su rostro se relajo como si se hubiera liberado de una carga enorme que traía de años atrás-.

Ermal -Gracias-. El me volvió arropar, apago la luz y salió en silencio de la habitación. Me quede mirando el techo por unos minutos y después me quede dormido con una facilidad que ni yo me lo podría creer-.

***

Fiorella -No vayan a quemar la cocina, por amor de Dios-. Les decía a los tres mientras subía a la camioneta-. Y lo más importante... INTENTEN NO MATARSE USTEDES DOS-.

Ermal -Yo si se cocinar-.

Gianluca -Pura pasta de seguro-.

Ermal -Fiorella, es que el empieza siempre-.

Fiorella -No me importa quien empieza o quien acaba el pleito, quiero que convivan de manera pacifica, no les pido que lo hagan por todo un día... solo son algunas horas. Y tu-. Le dije a Sofía mientras la miraba fijamente a los ojos-. No los provoques-.

Sofía -Pero es que yo no hago nada-.

Fiorella -Ahora resulta que ninguno de los tres hace nada y que se comportan adecuadamente-.

Francesco -Ya déjalos, ya no son unos niños para que los estés amenazando. Solo cuídense de acuerdo-.

Ermal -Los tres nos despedimos moviendo la mano en el aire, entramos a la casa y no paso ni una hora y toda la paz se volvió un infierno-.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora