CAPITULO 74 PARTE II

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Gianluca -Ermal comenzó a dar de vueltas por el callejón, llevándose las manos al cabello y después a la frente, yo lo miraba desde la puerta de la casa inmóvil sin decir palabra alguna; mientras el maldecía al aire yo me asome por la puerta y vi a Sabina y a Sofía sentadas a la mesa mirando por la ventana-.

Sofía -¿Que ocurre?-. Pregunte a Gianluca con voz tímida y algo nerviosa-.

Gianluca -Nada...-. Sabina me miro y puso sus ojos en blanco-.

Sabina -Lo que pasa es que a mi hermano le gusta maldecir antes de la comida, es como un ritual para la digestión-. Dije en tono sarcástico, para después levantarme, empujar nuevamente a Gianluca y salir a ver que ocurría-. Bueno y a ti que te pasa-. Dije en voz alta pero mi hermano seguía dando vueltas a lo largo del callejón, lo único que se me ocurrió fue seguirlo en silencio, en cierto punto se detuvo y vi que sus ojos estaban llenos de lagrimas y las maldiciones se convertían poco a poco en sollozos-. Que sucede... dime... si no me dices no te puedo ayudar-.

Ermal -No podía decirle nada a mi hermana, así que solo la abrace con fuerza, bese su frente y susurre a su oído-. Tengo miedo-.

Sabina -Lo abrace con más fuerza, puse una mano en su cabello y apretándolo le respondí a su oído-. Todo saldrá bien... y... aún lo puedes reconsiderar-.

Ermal -Claro mi hermana pensaba que estaba así por lo de la donación-. No es por eso-. Le dije al oído-.

Sabina -Me separe de su abrazo y lo mire intrigada... Después me dirigí a Gianluca y tomándolo por el cuello de la camisa que traía puesta, lo arrincone en una esquina del callejón-. Que es lo que sucede. VAMOS HABLA-.

Ermal -Camine a paso lento y con bastante agilidad tome a mi hermana por la cintura y Gianluca quedo liberado-. Porque tanta violencia-.

Sabina -Mi rostro seguramente estaría rojo de coraje y lo único que salí de mi boca fue-. Soy violenta porque lo llevo en la sangre-.

Ermal - Por eso mismo debemos ser diferentes, no porque nuestro padre nos haya violentado significa que nosotros debemos ser igual que el-. Limpie las ultimas lagrimas que resbalaban por mis mejillas. Abrí la puerta y con un empujón suave hice que mi hermana entrara a la casa y con mi otro brazo tome a Gianluca del hombro para entrar juntos-.

Sofía -Estaba por levantarme de lugar cuando Ermal toco mi hombro y sentó junto a mi, beso mi frente y tomo mi mano entre sus manos. Aquella cena había sido la más extraña que había tenido desde hace pocos meses atrás. Ermal hizo el papel de papá todo el rato, controlando a Sabina de que no matara a Gianluca, a Gianluca tratando de que comería algo y conmigo bueno... me protegía de algo que para mi era invisible y a su pequeña hija... solo le paso el plato de comida-.

Ermal -Después de asegurarme que todos hubieran comido aunque fuera un poco, levante las cosas de la mesa, guarde la despensa en la alacena, lleve los platos al fregadero y regrese con Sofía-. Oye amor... ¿Por qué no le llamas a tu papá?-.

Sofía -El hecho de que me dijera "mi amor" y "papá" en la misma frase me abrumaba un poco. Me levante y camine en dirección al estudio que era en donde yo había visto el teléfono de casa... la única cosa era... cual era el numero-.

Ermal -La sigue sin hacer ruido, me asome por la puerta y la vi con el teléfono entre sus manos y con un dedo en los botones-. 397843654022-.

Sofía -Espera más lento-. El repitió de nuevo el número-.

Francesco -Bueno-.

Sofía -Hola-.

Francesco -Hola cariño, ¿como estas?-.

Sofía -Bien y ustedes-. De que se supone que tengo que hablar con mi papá... si lo único que he hecho aquí es coger con Ermal-.

Francesco -Bien, por cierto, pensábamos en irlos a visitar pronto, quizás antes de la navidad-.

Sofía -Yo me quede en silencio, mire a Ermal que aún seguía recargado en el marco de la puerta, sonriéndome como un estúpido. Tape la bocina del teléfono-. Responde tu-.

Ermal -Tome el teléfono-. Ciao, Gabbani-.

Francesco -Ciao, Meta-.

Ermal -Que le dijiste a Sofía que no te quiso responder-.

Francesco -Que pensamos en irlos a visitar antes de la navidad-.

Ermal -Por supuesto que si, son bienvenidos los "tres" cuando gusten, esta es su casa-.

Francesco -Aun somos dos-.

Ermal -Bueno ya no falta mucho para que nazca Franelita jajajajajaja-.

Francesco -Muy gracioso Ermal-.

Ermal -Tengo algunas cosas que contrate, pero prefiero hacerlo en persona, es un tema delicado como para hablarlo por teléfono-.

Francesco -¿Debo preocuparme?-.

Ermal -No, no para nada. Los esperamos pronto-.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora