CAPITULO 76

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Gianluca -Estaba sentado encima de mi escritorio con un café en la mano esperando a que Sabina llegara; en la puerta de entrada ya estaban listas mis dos maletas que prepare desde anoche. Estaba dando el ultimo sorbo a mi taza de café cuando el sonido del claxon me hizo escupir todo sobre mi ropa "Genial" pensé, me cambie rápidamente y salí-.

Sabina -Lo vi salir con sus dos maletas (que arrastraba con mucho pesar); me desespero y baje de la camioneta-. Date prisa, por favor Gianluca-. Al querer llevarme una de sus maletas me fue imposible-. Porque pesa tanto... no necesitaras tanta ropa... es más no necesitas llevar nada-.

Gianluca -Cuando Sabina menciono eso yo me quede inmóvil, ella se giro para verme-.

Sabina -Vi que su padre estaba por salir de la casa, así que me puse justo a un lado de Gianluca, enlace su mano con la suya y la apreté con fuerza. Cuando el señor Ercole salí y nos vio tomados de la mano, únicamente nos hizo dos preguntas: ¿A donde íbamos a quedarnos? le respondí que a casa de mi hermano, para pasar unas "vacaciones" los cuatro juntos y la segunda pregunta fue ¿Por que llevas tanta ropa?, su papá abrió una de sus dos maletas y comenzó a sacar puñados de su ropa y a ponerlas en la otra maleta, dejando una maleta con la ropa necesaria. Gianluca se despidió de su papa, mientras yo ponía en marcha la camioneta-.

Gianluca -Unos kilómetros más adelante, me gira para verla y con los ojos entrecerrados hable-. Pero que te pasa a ti y a mi papá... no voy a sobrevivir con tres cambios de ropa...-.

Sabina -Y tu crees que yo voy a sobrevivir teniéndote en la casa más de tres meses... quizá te corra a la semana-.

Gianluca -Si, definitivamente los albaneses están completamente LOCOS. El resto del camino ninguno de los dos hablo, yo simplemente me cruce de brazos y cerré mis ojos (tenia demasiado sueño así que me dormí casi a mitad de camino)-.

***

Ermal -Tenía mis manos apoyados en los azulejos del baño, mientras el agua tibia bañaba nuestros cuerpos desnudos; ella estaba enfrente de mi pero dándome la espalda, pase mis brazos por al rededor de su cuello y ella tomo mis manos, giro lentamente y me abrazo-.

Sofía -Ermal...-. Dije con un hilo de voz-.

Ermal -Yo recargue mi mentón en su cabeza, cerré mis ojos y espere a que ella continuara hablando-.

Sofía -¿Te casarías conmigo?-.

Ermal -Mis ojos se abrieron como dos platos y me quede inmóvil, totalmente paralizado-.

Sofía -Ermal...-. Me esperaba un "NO" de respuesta, pero no un silencio incomodo y menos después de haber tenido sexo prácticamente desde que Sabina había puesto un pie fuera de la casa-.

Ermal -Parpadee lentamente, para después separarla de mi cuerpo y poder mirarla a los ojos-. Claro que me casaría contigo... pero porque apresurar las cosas... tenemos tiempo suficiente... a parte tu papá apenas me empieza a aceptar-.

Sofía -Agradecía estar en la ducha porque de esa manera las lagrimas que comenzaron a brotar de mis ojos no eran del todo perceptibles-. Eso no es verdad...-. Dije entre sollozos-. No tenemos tiempo... al menos no los dos... a ti te espera una larga vida, tal vez conozcas a alguien que te ame por encima de todo, se casaran, compraran una casa junto al mar... una casa color azul marino... pequeña y con ventanas enormes, tendrán hijos... quizás 1 o 2, los verán crecer, los verán graduarse, los verán formar su propia familia, serán abuelos... y cuando lleguen a esa edad... darán paseos a la orilla del mar, verán el atardecer y después...-.

Ermal -Dios mío Sofía... pensé, mientras atrapaba sus labios en un beso-. Necesito defenderme de todo lo que acabas de decir... Simplemente yo ya encontré a esa persona que se que me ama por encima de todo y quiero que sepas que yo te amo por encima de todo y que daría mi vida si fuera necesario-. Es precisamente lo que hare, pero es mejor que tu no lo sepas-.

Sofía -Mi primera reacción fue abrazarlo y después salí la ducha, tome mi toalla, me envolví y salí del baño, me sente en la orilla de la cama, escuche como el cerraba las llaves de la ducha y salía del baño (obviamente desnudo por que solo habíamos metido una toalla)-. ¿Quieres la toalla?-.

Ermal -Puse los ojos en blanco y después sonreí-.

***

Sabina -Llegamos-. Le dije con voz suave para que no se asustara... tanto-.

Gianluca -Al abrir mis ojos me percate que en efecto habíamos llegado, baje con precaución de la camioneta, tome mi maleta de la cajuela y entramos juntos a la casa-.

Sabina -Ya llegamos... hay alguien en casa-.

***

Ermal -Se acabo la diversión-. Decía mientras salía lentamente de ella y corría a ponerle el seguro a la puerta antes de que Sabina abriera... como era su costumbre-.

Sofía -Nos vestimos lo más rápido posible y cuando estaba dispuesta abrir la puerta y salir, Ermal me detuvo-. ¿Que pasa?-.

Ermal -Deja que desenrede tu cabello-.

Sofía -Aquello me transporto al primer día en que nos conocimos (después de que Fiorella me saco de la ducha y me envolvió en una toalla y salió de la habitación... Ermal me observaba desde el arco de la puerta, sin decir nada y sin mirarme demasiado; tenia en la mano un cepillo, titubeo demasiado para entrar, se sentó junto a mi y comenzó a desenredar con mucho cuidado mi cabello) Justo eso empezó a hacer-.

Ermal -Lista, ahora si salgamos-. Salimos tomados de la mano. Ellos estaban sentados en la sala, uno en cada sillón-. Hola Gian-.

Gianluca -Hola Ermal-.

Ermal -Tome su maleta (si se le podía llamar maleta)-. Ven, te llevo a tu habitación para que te puedas instalar-.

Gianluca -Lo seguí no sin antes saludar a Sofía con un ademan, Ermal me condujo a una habitación que por fuera parecía bastante pequeña pero cuando abrió la puerta... la habitación era enorme-.

Ermal -Espero que estés cómodo aquí-. Puse la maleta sobre la cama-. Por cierto en el closet hay ropa para ti... espero que te agrade... la escogimos entre mi hermana y yo-.

Gianluca -Después de decirme eso, Ermal salió de la habitación y cerro con suavidad la puerta. Yo inmediatamente me dirigí al closet... lo abrí... y para mi sorpresa... ESTABA REPLETO DE JEANS DE MEZCLILLA, PLAYERAS Y CAMISAS, TENIS, LENTES Y ALGUNOS RELOJES DE PULSO (No creo sufrir demasiado estos tres meses) pensé mientras comenzaba a sacar toda la ropa del closet para poder probármela-.

90 DÍAS CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora