90 DÍAS CONTIGO

DÍA 46

-Por la mañana los cinco amanecimos en la sala, habíamos dormido lo más lejos posible de la habitación de Francesco, entre todos habíamos montando un "campamento" con sabanas, colchas, almohadas y los cojines de la sala; Sofía fue la única que durmió un poco más comoda que todos nosotros, ya que yo la recosté en el sofá cama y me quede despierto prácticamente toda la noche para vigilar a Sofía. Piero y Ermal se habían despertado muy temprano, habían preparado café y algo para desayunar; yo e Ignazio nos dedicamos a recoger el "campamento". Ya eran cerca de las 11:00 de la mañana y Fiorella y Francesco seguían sin salir de la habitación, camine hasta la puerta y toque fuertemente-. Francesco ya despierta, ya es tarde y tenemos cosas que hacer-.

-Pero que ruido tan fuerte. Abrí mis ojos y lo primero que busque fue a Fiorella pero ella ya no estaba recostada a mi lado sino que estaba de pie, desnuda mirando por la pequeña ventana de la habitación-. ¿Estas bien?-.

-Sabes que ella podría ser tu hija pero, no intentas en lo absoluto hablar con ella respecto al tema, la tratas como tu bebé sin saberlo si en realidad lo es-.

-Tienes razón pero es que no se como hablar con ella respecto al tema-.

-Puedes empezar preguntando: ¿Qué le paso en su pierna? ¿Cómo es que tiene el abrigo que te regalo tu hermano? ¿Desde cuando es que se perdió?, porque si nos ponemos a indagar en todas las oficialías de Italia para saber cuanta niñas pelirrojas de 3 años se perdieron ese mismo año, ese mismo día en esa misma zona, tardaríamos siglo...-. La ultima idea que dije con sarcasmo no era tan mala en realidad, por que así Francesco no tenia que solicitar la prueba de paternidad, por lo menos no el-.

-Te juro que intentare hablar con ella, pero tu sabes que mis esperanzas son nulas, tu fuiste al pequeño funeral que hice en honor a mi hija hace poco más de 6 años, aunque solo haya enterrado una caja con ropa de ella, casi todas mis esperanzas las enterré ese día también-. Ese día estaba lloviendo tan fuerte, que solo fueron diez personas, entre ellas Fiorella y Ermal, se enterró un féretro, con su foto dentro, un poco de ropa y su peluche favorito (un pequeño conejito)-.

-Pues si Fran pero no enterraste ningún cuerpo, esa es señal de que ella sigue viva-.

-Eso espero también yo, y espero que este cruzando esa puerta-. Ella me abrazo, nos vestimos rápidamente y salimos-.

-VIVAN LOS NOVIOS-. Dijeron Ignazio y Piero al verlos salir de la habitación-.

-El rostro de Fiorella se empezó a poner de color rojo y el mío también-. Ya cállense-.

-Disculpa, ustedes deberían de hacer menos ruido, ninguno de nosotros pudo dormir en su habitación por el escandalo que se escuchaba-.

-Ermal era el único que no estaba bromeándolos a ellos y era comprensible-. De hechos estábamos en la madrugada tratando de inventar un nombre pero son tan incompatibles que lo mejor que pudimos lograr fue: Gabbanoia aunque no nos gusto a ninguno por que suena a cebolla-.

-Ermal intervino-. Yo propuse Friorella, pero solo suena como si Fiorella tuviera frio y no nos convenció-.

-Piero intervino-. Yo propuse Fioresco, pero...-. El café se me salió por la nariz al intentar hablar-. Parece marca de refresco-.

-Ignazio intervino-. Francella, se dan cuenta que solo el de Gian y el mío comienzan con el nombre de Francesco, bueno el de Gian empieza con su apellido, en fin este tampoco nos agrada-.

-Sofía intervino-. Yo propuse...FRANELLA-. Trate de no escupir el sorbo de café que tenia en la boca pero fue imposible, Ermal que era el más serio tampoco pudo contener la risa,-. FRANELLA, fue el ganador-.

-Se que debía de estar molesta por eso pero era inevitable no reírse del apodo que nos habían puesto a los dos-. Me encanta: Franella-. Dije y después no pude evitar reír como todos los demás, Francesco también ya estaba riendo; podría decir que este era el momento más feliz para Sofía, Francesco y para mi-.