Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan Autor

Invasión a la Fortaleza Andante (XII)

KAZUTO

Yo, Kazuto Kirigaya, cometí un error.

Después de servir varios años al rey demonio a la perfección cometí un error estúpido. Este era esa clase de error que la culpa era esencialmente por la persona no por el ambiente.

Había tomado las medidas necesarias para cumplir mi objetivo, eran las medidas que siempre aplicaba a las misiones de búsqueda.

Debí haber sabido que esto era diferente.

Era la primera misión que venía directamente del rey demonio, como un humano reencarnado me costaba relacionarme con mis compañeros del bando que se supone que debía derrotar aunque el camino fue difícil al fin tenía una misión donde mis habilidades iban hacer reconocidas.

Este era el momento que esperaba, pero no fui lo suficientemente cauteloso con el enemigo.

Un leve error. Un humano.

Un humano como yo, de la misma tierra de Japón me estaba dando tantos problemas.

Tenía en sus manos lo que tanto buscaba y además había dejado fuera a varios de mis hombres.

Cuando nos encontramos por primera vez fui letal, lance un disparo en su brazo y pierna. Estaba incapacitado.

Como un reencarnado que llegó a este mundo debía tener un arma poderosa, junto con la bendición de la diosa.

Fui minucioso al momento de analizar.

Lo que vi me lleno de sorpresa.

Kazuma Satou tenía la profesión de Aventurero, la profesión más baja del gremio de aventureros. Además sus habilidades no eran la gran cosa, tenía desarrollada la esgrima de dos manos hasta cierto nivel y había habilidades mágicas simples de creación de elementos para el uso doméstico. Sin hablar de las habilidades desarrolladas como ladrón, con mi bendición otorgada por el rey demonio era imposible que un simple steal me robará algo importante. La única habilidad que me dio algo de curiosidad era la Skill Talker.

Skill Talker. Era una habilidad que podía tomar a otra, sin embargo para poder copiar una habilidad debía tener poder y mana sobre ella, era inútil para alguien que solo llevaba la profesión de Aventurero, sus niveles de crecimiento eran sobre la media y las habilidades que pudiera robar estarían acorde a la habilidad del individuo.

Sin duda este tipo parecía abandonado por dios. Las habilidades que le fueron otorgadas eran demasiadas para el pobre mana y aptitud que tenía.

Sin embargo...

Ese mismo tipo me engaño.

Me lanzó una carnada, me habló de Japón. Pensé que lo tenía bajo control, después de todo estaba herido de gravedad. Pero estaba siendo parte de su plan. Cuando la discusión se elevó, sacó su carta maestra, el libro que estaba buscando.

Estaba agradecido por un momento. Lo tenía ahí, ya no tenía que seguir buscando. Pero, fui bombardeado, en un segundo el tipo me había robado el diario y mandado una bomba a quemarropa.

Eso no es todo, gracias a que levante una barrera de mana me salve, pero cuando fui en su búsqueda, encontré a mi teniente Logia sangrando y arrodillado en el suelo.

¿Cómo había herido al hombre más fuerte de mi grupo?

No tuve más remedio que lanzar una ráfaga de ataques hasta mandar al reencarnado fuera de la cubierta.

Tenía que hablar con Logia.

— Logia, ¿cómo está tu brazo y torso?

— Aun regerandose, jefe... Disculpe por mi falta, no pude acabar con el humano. Es un tipo muy escurridizo.